Perdida en la ciudad
Nací en la misma ciudad en la que vivo y sin embargo aún me pierdo en sus calles. Si hasta suelo sentirme desorientada tras salir de un comercio y tener que reanudar la marcha. "¿Era para la derecha o la izquierda?", me pregunto.
Y si esto me sucede en mi lugar, imagínense en otras capitales del mundo.
Seguramente a esta altura muchos de ustedes se sentirán identificados con esta "distracción" (¿tara?) personal, por eso me atrevo a compartir la alegría que me provocó dar con estos trucos pensados para que las/los despistados sepan cómo manejarse sin tener que andar colgados de un mapa o algún dispositivo de localización móvil.
1- Santo Dios
Los edificios religiosos y los lugares sagrados guardan más secretos de los que imaginamos. Habitualmente, las iglesias cristianas están alineadas en dirección oeste-este, con el altar mayor en el extremo oriental, de cara al lugar por el que sale el sol. En las mezquitas, en cambio, para orientarse hay que buscar el "alquibla" (nicho en el muro que indica la dirección de La Meca). Y en las sinagogas, dónde está el arca donde se guarda la Torah, que es el límite este del edificio, de modo que los fieles puedan rezar mirando a Jerusalén (en los países ubicados al este de esa ciudad, el arca se encuentra en el extremo oeste de la sinagoga).
2- Entre el viento y las nubes
Si conocemos cuál es la dirección del viento más común en una zona, podremos encontrar sus marcas en los edificios. Igual que con el tronco de los árboles, seguramente habrá verdín/moho en las paredes orientadas hacia el sur. También es de mucha ayuda fijarse en la marcha de las nubes al entrar, por ejemplo, al metro o subte. Cuando salgamos nos bastará con alzar la vista para reorientarnos.
3- ¡Siga esa…multitud!
Hay horarios en los que toda la gente va hacia el mismo lado. En las ciudades, generalmente, es la hora de entrada o salida del trabajo. Por eso si mucha gente ataviada de oficina va en un mismo sentido, es muy posible que hacia allí esté la estación de tren o la parada de autobús. Lo mismo sucede con el tráfico de las carreteras. Las mayores congestiones tienen lugar a la mañana, hacia la zona céntrica de la ciudad, y a la tarde, hacia las periferias.
¿Tienes algún truco para orientarte?