Acuerdos y desacuerdos en pareja (parte 2)
Diana M. Resnicoff es licenciada en psicología, sexóloga clínica y secretaria científica de la Sociedad Argentina de Sexualidad Humana (S.A.S.H.).
Un obstáculo frecuente que impide alcanzar la satisfacción sexual -por miedo, vergüenza o simplemente por resistencia a tocar temas sexuales- es la ausencia de comunicación por parte de uno de los integrantes de la pareja o de ambos.
¿Hay una frecuencia normal para las relaciones sexuales?
En la sexualidad, todos los rendimientos son buenos cuando uno está bien con la otra persona. No hay un “promedio” o “canon”. Hay parejas que son muy felices teniendo un encuentro sexual cada quince días, y otras lo hacen tres veces por semana. Lo que hay que hacer es consensuar. Pero lo que, generalmente sucede y veo en consulta, es la pelea porque a él le cuesta entender que ella no está rechazando la relación sexual en general, sino solo en ese momento. La frecuencia sexual marca una pauta de encuentro, cuando ambos han aprendido a negociar y tomar decisiones que contemplen las necesidades de ambos.
¿Disminuye el deseo con los años de convivencia?
Los primeros tiempos en las relaciones de pareja, se recuerdan, en general, siempre, por la pasión de los encuentros sexuales. Una pareja que empieza a conocerse brinda todas las sorpresas del descubrimiento recíproco. La curiosidad no solo por el cuerpo sino también por la personalidad y las particularidades del otro, produce una fascinación única. Pero, a medida que pasan los años, la calidad ocupa el primer lugar. Sin embargo, muchas parejas ven este cambio como si algo anduviera mal, cuando la disminución de la cantidad es parte de un proceso normal.
¿Las relaciones sin penetración son incompletas?
No, cualquier modalidad de relación sexual es completa si satisface a ambos. Además, la sexualidad es mucho más abarcativa que lo meramente coital. Los juegos, la masturbación, las palabras, las caricias, los besos, los juguetes y los masajes eróticos son algunas de las posibilidades de vivir una experiencia sexual que puede o no culminar en penetración.
¿Existen multiorgasmos?
Existen, pero no son ni lo habitual ni una preocupación para las mujeres. Es más, el varón siente que, si esto ocurre, es una validación de su virilidad y no que hay mujeres que se han dado más permiso, más libertad, tienen mayor conocimiento de su propio cuerpo y experiencias de vida positivas con respecto a la sexualidad.
Por supuesto que existen muchas otras preguntas que las parejas se hacen. Lo importante es saber que reviste la misma importancia hablar sobre su sexualidad, que sobre hijos o dinero. Seguramente llegarán a negociar, pero solo cuando cada uno haya sido capaz de exponer sus necesidades y preferencias.
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