Bésame, bésame mucho
Imposible olvidar aquella primera vez, los cuerpos cercanos, la mirada fija primero, como conectando el mutuo deseo, para luego nublarse y entrecerrarse en señal de búsqueda y entrega, la percepción del calor de la piel a la distancia, los cachetes rojos, la respiración agitada por el deseo y el temor de no saber. Y finalmente el roce, el primer contacto de los labios algo cerrados hasta que el deseo vence al temor. Y allí el estallido, la profundidad de la humedad, la pulpa jugosa, el gusto del ser amado y la sensación de que el mundo entero nos aplaude.
El primer beso es inolvidable y nos marca para siempre. Pero la emoción se repite en cada nueva relación. ¿Cómo besará? ¿Le gustará cómo beso? ¿Me gustará su forma de besar?
Besar puede ser una muestra de afecto, como sucede entre miembros de muchas familias y entre amigos, o puede ser erótico. Algunos besan mucho cuando llegan y se despiden mientras que otros reservan el beso principalmente para hacer el amor. Algunos se limitan a besar los labios de su pareja y otros disfrutan besando y siendo besados en distintas partes del cuerpo.
Son infinitas las variedades del beso erótico:
El beso con sonido: corto e intenso, si bien puede resultar poco sensual está tan cargado de sentimientos que hace sonreír al más enojado. Es un tipo de beso que, por ejemplo, podemos reservarlo para los momentos en que “hacemos las paces” después de una pelea.
Pequeños besos sin ruido: suaves y ligeros. Se dan con la boca casi cerrada y en grandes cantidades. A veces nos producen escalofríos en la espalda.
Beso en la boca: es largo, lento y variado sobre todo si ambos integrantes de la pareja lo viven, no como un preliminar de la penetración sino como otra de las formas de “abandonarse” a la comunicación erótica. Este beso en el cual interviene la lengua, es aceptado por algunas personas, mientras que a otras les desagrada.
Besos audaces: a veces incluyen pequeños mordiscos. Pueden ser maravillosos cuando uno sabe abandonarse sin ansiedad al placer que provocan.
En verdad la mayoría de las veces cualquier beso, en cualquier parte del cuerpo, es bienvenido, siempre que quien lo da y quien lo reciba se sienta cómodo y lo sienta apropiado. Es una de las tantas maneras de comunicarnos y de expresar nuestro estado anímico en ese momento. Cuando los besos son intensamente vividos pasan a constituirse en un nuevo ingrediente del placer erótico, siendo una forma de comunicación llena de variaciones y de posibilidades.
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