Esas preguntas que nunca te animaste a hacer sobre sexo
Muchas personas no pueden acceder a una consulta directa, por diversas razones: temor, falta de recursos económicos, tiempo o no cuentan con un servicio de sexología en lugares cercanos al domicilio, razones por las cuales la posibilidad de enviarme una consulta, a través de un e-mail, se presenta como una alternativa. A veces es el paso previo, para comenzar una terapia virtual.
María Cristina, 36 años. Mi esposo desea tener sexo anal pero no sé cómo prepararme para esto, me gustaría que me ayudara.
En principio es importante que tú también tengas deseos de experimentar el coito anal, y que no sea solo para complacer a tu pareja. ¿Qué te recomiendo?: utilizar siempre lubricación artificial — un lubricante soluble en agua de los que se venden en farmacias -; uso de preservativo para protegerse de infecciones en los genitales producto de las bacterias que habitan en el recto; una dilatación del ano previa a la penetración —con estímulos como caricias y besos y finalmente una penetración lenta en principio, y en una postura que te sea cómoda.
Claudio (32 años): A mi pareja le molestan mis fantasías. Dicen que son deseos reales ¿Es esto cierto?
La mente es muy poderosa y el deseo sexual justamente aparece en nuestros cerebros, donde la fantasía sexual nos sirve como el más fuerte de los afrodisíacos, desencadenando en nuestras cabezas el deseo sexual. Todos fantaseamos, consciente o inconscientemente para inducir o aumentar la excitación sexual, ya sea que estemos solos pero también es común que sea usada durante la actividad sexual con alguien. Dejarse llevar por ellas es una manera de ampliar nuestra experiencia sexual, sin correr ningún riesgo.
Marina (27 años): Desde que nació mi bebé, no tengo más ganas de tener relaciones. ¿Qué puedo hacer?
Es común que ello suceda y para que no se vuelva un problema, es importante que ambos hablen de lo que sienten y que, como pareja, encuentren tiempo para estar juntos. En lo que respecta al contacto físico, tener relaciones sexuales no necesariamente significa lograr una penetración completa; simplemente la estimulación táctil puede ser altamente placentera. Les dejo acá algunas sugerencias:
Acariciarse, redescubrir zonas erógenas sin tocar genitales, abrazarse y besarse en diferentes lugares, realizar sexo oral, comparase un juguete erótico que incremente o cambie las sensaciones placenteras (un vibrador) y usarlo ambos.
Tomar una ducha juntos puede ser algo muy intimo y relajante, que "encienda" de nuevo el deseo.
Muchas parejas temen que el bebé pueda oírlos, será el mejor momento para cambiar de escenario y hacerlo en la cocina, el baño o el comedor.
La idea, en fin, es buscar calidad y no cantidad.
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