De mayor quiero ser sexy

Por: Carolina

Mujeres cada día más jóvenes, guapas, sexys, exitosas y con poca ropa, esa es la imagen que inunda nuestra sociedad e influye sobre los gustos y el comportamientos de las niñas. ¿No lo crees? Un reciente estudio científico lo confirma, pero también indica que las madres podemos hacer mucho al respecto.

Portada Vogue / Agencia El Universal
Portada Vogue / Agencia El Universal

En un artículo de la revista Live Science, Christy Starr y otros científicos del Knox College seleccionaron a un grupo de 60 niñas de escuelas primarias de Norteamérica, de entre 6 y 9 años, a las que encuestaron con ayuda de unas muñecas de papel. Una de ellas lucía prendas muy cortas y entalladas. La otra, también con vestimenta moderna, aparecía mucho más vestida.

Con estas muñecas, les preguntaban cuál se parecía más a ellas; cuál estaba más cerca de la que querían ser; cuál se parecía más a la niña más popular del colegio y cuál de ellas elegirían como amiga.

Un porcentaje muy alto de niñas (68 por ciento) se quedaba con la muñeca "sexy" como modelo, aquella a la que desean parecerse. Además, un 72 por ciento de las encuestadas la seleccionaba como la más "popular". Los analistas estaban especialmente preocupados por el gran número de niñas de 6-7 años que deseaban ser como la muñeca semidesnuda.

Entre algunas de las conclusiones que sacaron, parece ser que para las niñas es importante ser "populares" y entienden que para ello es necesario ser atractivas físicamente, lo que las lleva a una objetualización de sus cuerpos impropia de su edad. ¿Son los medios de comunicación las que transmiten esos mensajes? ¿Tienen culpa los padres?

Por las respuestas aportadas, el consumo de medios como la televisión o las revistas no es un factor tan importante como la actitud de las madres. En este sentido, aquellas que se preocupan por su aspecto y hablan de su propio cuerpo varias veces al día, serán niñas que desean ser sexys.

Por el contrario, si la niña ve la televisión con la "tutoría" de su madre, que le explica y critica los mensajes sobre el cuerpo idealizado, se encuentra mejor preparada para oponerse a la sexualización de su imagen.

La importancia del cuerpo y la figura se reduce también en las niñas cuyas madres son religiosas, cuyas creencias comunican a sus hijas otros valores, como la honradez o la prudencia. Este tipo de evidencia, dicen los científicos, "sugieren que los padres pueden hacer mucho para proteger a las niñas de la cultura sexualizada".

Sabíamos que nuestras hijas sienten una presión social sobre su imagen y su cuerpo, se les ofrecen tratamientos de belleza como si fuesen adultas y le dan mucha importancia a ser y verse delgadas. Lo que no teníamos tan claro es que estuviera en nuestras manos contrarrestar esa tendencia. Somos muchas más cosas que una cara y un cuerpo bonito, ¿no?

¿Qué haces para evitar que tu hija quiera ser sexy de mayor?

Fuente: Yahoo! España
Mamá, de mayor quiero ser sexy


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