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¿Niño hipocondríaco o niño manipulador?

Nunca me había quedado clara la diferencia entre alguien que todo el tiempo se cree enfermo y alguien que se hace el enfermo para llamar la atención. Y yo creía que mi niña podía ser hipocondríaca. Todos los días se queja de algún dolor, pero veo que luego no tiene nada, porque unos minutos más tarde se olvida completamente de sus malestares.

¿Niño hipocondríaco o niño manipulador? / Foto: iStockphoto
¿Niño hipocondríaco o niño manipulador? / Foto: iStockphoto

Como no sabía manejarme con ella y hasta qué punto prestarle atención a sus reclamos, decidí hacer una consulta con una profesional. Es que a veces me siento culpable por ignorarla y otras, creo que le llevo demasiado el apunte, lo cual termina por reafirmarle que lo que hace funciona y debe seguir por ese camino.

La licenciada en psicología, Lelia Fiszman, nos cuenta en esta nota la diferencia entre un niño hipocondríaco y otro que necesita llamar la atención. Además, nos regala algunos consejos para que el problema deje de serlo.

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Saber la diferencia

¿Puede ser hipocondríaco un niño?

“En mi experiencia profesional lo asocio como un problema característico de los adultos. El hipocondríaco es aquel que cuando piensa o escucha acerca de una enfermedad, luego somatiza y cree que está verdaderamente enfermo. Todos podemos somatizar, es cuando el cuerpo habla. En los niños por ejemplo hay edades en las que suelen focalizar más. Es muy común cuando presentan dolores de panza. El cuerpo habla cuando no puede verbalizar. Muchos chicos pueden tener diferentes miedos y somatizar”.

¿Cuáles podrían ser las causas?

“Como siempre digo, no se puede generalizar. No existe una sola causa común a todos… Puede ser, por ejemplo, angustias y temores propios. O quizá lo genera una situación conflictiva. Es que, quien somatiza padece verdaderamente la enfermedad. Es cierto que también hay niños que lo hacen para llamar la atención. En ese caso los padres pueden discernir viendo como su hijo reacciona más tarde”.

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¿Puede ser que nos quieran manipular con la culpa?

“Puede que si, pero no necesariamente. A veces esta manipulación puede tener que ver con determinados beneficios, que los niños sienten que consiguen por la culpa de los padres. Cuando una mamá asfixia a su hijo y no permite que tenga su propio espacio. Por ejemplo, no deja que juegue solo (especialmente cuando son pequeños), lo hace dormir en su cama. Muchas veces tiene que ver con enfermedades respiratorias, son ahogamientos. La madre se siente culpable porque no puede resolver. Por ejemplo, si tiene una salida de adultos y no puede llevarlos, le da regalos para no sentir culpa. En cambio, cuando los adultos tienen en claro cómo manejarse con su hijo esto no sucede.

También puede pasarles en caso contrario, cuando el chico siente que sus padres lo ignoran, entonces se enferman a cada rato. Cada chico se expresa como puede, otros tienen la modalidad de reaccionar de otra forma, por ejemplo con berrinches y pataletas. En terapias bien conducidas, donde el niño tiene la oportunidad de verbalizar lo que le pasa, de a poco van desapareciendo estos síntomas”.

¿Cómo podemos diferenciar cuando es una manipulación o se siente mal en serio?

“Cuando un chico manipula es porque hay otro que se deja manipular. Siempre es de a dos. Pero es importante tener en cuenta que si estamos hablando de enfermedad, es decir que ya está instalado el síntoma, no podemos ignorarlo. Lo primero es curarlo y luego si, ver cómo se origina el problema. Cuando los chicos quieren manipular es porque no saben expresar lo que les pasa. Lo mejor es dedicarle un tiempo y generar un espacio para el diálogo. Porque puede estar viviendo una situación angustiante”.

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¿Cómo los ayudamos para que se quiten la costumbre de llamar la atención enfermándose?

“Primero debemos pensar qué está pasando y por qué lo hace constantemente. Si hay algo que como padres no estamos observando, está la posibilidad de buscar ayuda con un profesional, que puede ser tanto un psicólogo, la maestra u otro especialista que pueda proporcionarnos más información. Un profesional permite ordenar a los padres, brindarles más claridad. Incluso ahora es muy común acudir a una nueva rama de la psicología que se llama orientación para padres. Este tipo de terapia intenta ordenar a los adultos con algunas pautas sin necesidad de que el niño vaya a la consulta.

Pero como dijimos, lo más importante es saber discriminar enfermedad de manipulación, además de no sancionarlos sino simplemente fomentar la cuestión discursiva, el espacio para el diálogo”.

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