Papás involucrados, hijos sanos, felices y triunfadores
Por: Vero Mezzini
Uno pensaría que en nuestros tiempos, el sustento de la familia y las responsabilidades del hogar han dejado de corresponder al papá o a la mamá, para convertirse en deberes compartidos. Sin embargo, aún son muchos los padres que se consideran con un rol secundario en la formación de los hijos, cuando su papel tiene un impacto más importante del que imaginan, y cuyos beneficios no puede aportar ningún otro miembro de la familia.
Papá, mamá y la estabilidad emocional de los hijos
Algunos hombres consideran que trabajar arduamente para brindar sustento a la familia es más que suficiente; pero ser un buen papá también implica convivir con sus hijos y esposa, así como involucrarse en los asuntos de la vida cotidiana. La presencia o ausencia de los padres puede marcar la personalidad, habilidades, capacidades y autoestima de los hijos.
El portal de información de la Administración para Niños y Familia del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos (Child Welfare), señala que la influencia indirecta es una de las más importantes que los padres tienen sobre los hijos, y todo comienza desde la relación con su esposa. El sitio remarca que cuando el papá convive, se llevan bien y apoya a la madre de sus hijos, ambos padres tienden a ser más sensibles, cariñosos y pacientes. Además, esta relación sirve de modelo a niños y niñas para saber cómo tratar y lo que deben esperar de una pareja.
Por el contrario, los padres distanciados que se enojan o se ignoran en frente de los hijos, suelen tener niños ansiosos, retraídos o antisociales.
El papá y las habilidades de los hijos
El que los papás participen en la crianza de los hijos, compartiendo tiempo con ellos y jugando, es tan importante que quienes lo hacen tienen hijos con coeficientes intelectuales más altos y mejores habilidades lingüísticas y cognitivas.
La publicación explica que con el estilo de juego de los papás —de interacción uno a uno—, los niños aprenden a regular sus emociones, lo que forma una conducta socialmente favorecedora.
El tiempo con papá y la autoconfianza
Los niños suelen asociar el tiempo que los adultos les dedican con el cariño que les tienen. Pero además, pasar tiempo con los hijos permite a los papás descubrir las virtudes y miedos de sus hijos, y los sensibiliza acerca de sus necesidades de cariño, atención y disciplina.
La interacción de los hijos con los padres en actividades recreativas o del hogar los hace sentir más seguros para explorar el mundo, eleva su autoestima y les proporciona un fuerte sentido de la responsabilidad y la autonomía. Así, el efecto no es el mismo si el "tiempo" consiste en ver juntos la televisión o hacer labores separadas, en donde no interactúan como padres e hijos.
5 tips para ser un buen padre
Si deseas que tu esposo se involucre más con tus hijos explícale la importancia de estas recomendaciones:
- Respetar a la esposa. Ello les enseñará cómo ser aceptados y respetados.
- Ganarse el derecho a ser escuchado. Dedicar tiempo a los hijos y platicar con ellos de todo tipo de temas desde pequeños, construirá una relación crucial para cuando crezcan.
- Disciplinar con calma. Todos los niños necesitan aprender de límites, pero controlar las emociones y lenguaje corporal, es clave para ganarte su confianza y respeto.
- Dedicarles tiempo. Comer o cenar juntos es una gran oportunidad para hacerlo.
- Demostrarles afecto. Abrazarlos, darles besos, palabras de aliento, felicitaciones ante los logros, consuelo y protección. No sólo es la mejor forma de mostrarles amor, sino que saberse queridos les hará sentirse más seguros ante el mundo, la vida y sus retos.
Fuente: childwelfare.gov
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