Mi hijo tiene dificultad con las matemáticas

La dificultad con las matemáticas es común para muchas personas, y son muchos los hogares en los que los padres ayudan a los chicos con las tareas y el aprendizaje de todo lo referido a los números.

El folclore popular parece indicar que las matemáticas son "difíciles" y aunque esto no es necesariamente cierto, muchas veces es la creencia que obstaculiza la detección de obstáculos asociados al aprendizaje de las matemáticas.

Las dificultades de aprendizaje de las matemáticas existen. A veces son específicas y no se acompañan por nada más. Otras veces se dan en el marco de algún trastorno del desarrollo como el Trastorno por Déficit de Atención o un cuadro asociado a tics, o un trastorno de espectro autista.

Los juegos con números de colores pueden ayudar a la memoria (Foto: Thinkstock)
Los juegos con números de colores pueden ayudar a la memoria (Foto: Thinkstock)

Cuando existen dificultades de aprendizaje de las matemáticas en el marco de un trastorno específico o como componente de otro trastorno del desarrollo, necesitan intervención profesional. El folclore popular que indica que las matemáticas son difíciles, muchas veces hace que no se le otorgue importancia a las dificultades y se postergue su rehabilitación.

Es así que podemos comenzar diciendo que no siempre es un problema que nuestro hijo tenga dificultades en matemática pero también puede serlo y es necesario distinguir entre ambas circunstancias para otorgar a cada uno la ayuda que necesita.

Las matemáticas constituyen gran parte de nuestra experiencia cotidiana: cuando usamos la expresión "animales de granja" con los chicos, estamos haciendo matemáticas sin ser concientes de ello. Cuando les pedimos en una reunión familiar que repartan un helado para cada chico también. Lo mismo ocurre cuando les pedimos que cuenten cuántas galletas comen o cuando les preguntamos si es mucho lo que les hemos servido.

Las matemáticas están detrás de cada tarea que implica clasificar (animales de granja y de la selva), hacer correspondencia uno a uno (dar un helado a cada niño), contar (cuántas galletas han comido) o medir (saber si han recibido mucho o poco).

Durante los años de jardín de infantes son infinitas las tareas que ponen en práctica las habilidades mencionadas en el párrafo anterior. Están preparando a los chicos para que en la escolaridad primaria sea posible operar con números y conceptos matemáticos.

Según Lake (2009), es importante considerar que las creencias y experiencias que los chicos tienen con los números y las matemáticas en sus primeros años de vida, orientarán su capacidad de sostener aprendizajes matemáticos más adelante. Las creencias que los chicos tienen en relación a lo que las matemáticas influyen directamente sobre su capacidad de realizar aprendizajes vinculados a las matemáticas.

Para esta autora, las matemáticas dependen básicamente de la capacidad para resolver problemas y la comunicación efectiva. Por otra parte, sugiere que los chicos aprenden a pensar matemáticamente en ambientes familiares. Así, como padres, podemos ofrecer experiencias cotidianas en las que los chicos tienen que resolver problemas ("busca la caja de helados y sirve uno a cada uno. Son seis helados y cuatro chicos, ¿cuántos helados guardaremos para la noche?") y estimulamos la comunicación entre padres e hijos con las matemáticas como canal (contar, sumar, restar, repartir, etc.), estamos colaborando con el desarrollo de la mente matemática de los chicos.

A pesar de que podemos incorporar los números y los problemas a la vida cotidiana, para algunos chicos no es garantía de éxito. A continuación señalamos algunas de las características que típicamente se observan en chicos con problemas de aprendizaje asociados a las matemáticas que pueden sugerir la necesidad de hacer una consulta profesional:

- Dificultad para aprender a contar durante sus primeros años, con dificultad para recordar qué número viene después de cuál y particular dificultad para números que siguen o preceden el cambio de decena

- Dificultad para establecer una correspondencia entre o seriación de elementos

- Capacidad para entender que el 5 es 5 pero que en el 50 vale 5 veces diez. El valor relativo de los números resulta difícil de aprender

- Dificultad para operar con números aún en cuentas sencillas

- Dificultad para estimar, saber con un golpe de vista dónde hay más o dónde hay menos

- Dificultad para comprender cómo resolver un problema que se plantea cotidianamente (tengo 10 pesos, compré figuritas por ocho, cuánto tengo que traer de vuelto)

- Dificultad para aprender secuencias (días de la semana por ejemplo) o reglas o conceptos de memoria (tablas de multiplicar por ejemplo)

Es importante detectar los problemas de aprendizaje a temprana edad (Foto: Thinkstock)
Es importante detectar los problemas de aprendizaje a temprana edad (Foto: Thinkstock)

Estas son algunas de las señales que pueden observarse en chicos con dificultades de aprendizaje. Cuando son restringidas al aprendizaje de las matemáticas, es posible que estemos frente a la presencia de una discalculia, sin embargo no toda dificultad de aprendizaje de las matemáticas son producidas por la presencia de este trastorno. Los chicos con otros trastornos del desarrollo pueden presentar dificultades asociadas al aprendizaje de esta disciplina.

Cuando consideramos que la dificultad para lidiar con los ejercicios de matemáticas que cotidianamente se le ofrecen a nuestros chicos en el colegio es mayor a lo esperado, la consulta profesional es importante para orientar a posteriori la rehabilitación. Es importante consultar con un profesional en Psicopedagogía que está especialmente preparado para detectar y establecer el perfil particular de dificultad que un chico con dificultades de aprendizaje tiene.

Que las matemáticas son difíciles puede ser un mito que tenemos que derribar entre todos. Desde temprana edad, estamos en condiciones como padres de jugar con las bases de lo que será después el conocimiento matemático de nuestros hijos: rompecabezas, juegos de encastre, de clasificación, de correspondencia, de secuencias, etc. ayudan a desarrollar habilidades básicas que sostendrán después el rendimiento matemático en esa área académica.

Silvia Renata Figiacone

REFERENCIAS:

Lake JA (2008) Math memories you can count on: a literature based approach to teaching mathematics in primary classrooms. Pembroke Publishers Limited

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