Abuelas y nietas, una conexión especial

Texto: Mariana Israel

Mi abuela fue mi segunda mamá. La primera vez que mis padres se fueron de viaje, tenía 8 meses y quedé en sus manos. Si logré sobrevivir a esas largas ausencias de mis papás durante mi infancia fue, sin duda, gracias a ella.

Soy una convencida de que las mujeres mayores de las familias son un pilar en nuestras vidas. Las razones son varias; ¡intentaré resumirlas!

Las abuelas a veces son las primeras destinatarias de nuestros enojos, penas y felicidades. / Foto: Thinkstock
Las abuelas a veces son las primeras destinatarias de nuestros enojos, penas y felicidades. / Foto: Thinkstock

Un vínculo estrecho

Una abuela suma muchas cosas a nuestras vidas. Considero que estas son algunas de sus más grandes contribuciones. ¿Te sientes identificada con una o varias?

  • Afecto: Nos hacen sentir las nietas más buenas y bonitas del universo. Nos llenan de besos, ¡incluso a nuestro pesar!

  • Intimidad: A veces, confiamos en ellas ¡más que en mamá! Les compartimos secretos y pensamientos, a cambio de una perspectiva diferente de la que nos podrían dar nuestras amigas o nuestros padres.

  • Compañerismo: Recuerdo los últimos años de mi abuela en casa. Éramos dos en un hogar enorme, así que nos guardábamos compañía. Mis padres trabajaban, así que esa gran mujer era la primera destinataria de mis enojos, mis penas y mis felicidades.

  • Crianza: Una abuela es, en ocasiones o de a ratos, una segunda mamá perfecta, mejor que cualquier niñera. La crisis en la crianza moderna no se da porque las madres trabajan, sino porque, por desgracia, algunas abuelas que antes cuidaban a sus nietos, se ven forzadas también a buscar un empleo. ¿Quién vela por los niños ahora?

  • Guía: Las abuelas suelen ser los modelos a seguir de la familia. Son dueñas de la sabiduría y de la experiencia que sólo llega con los años. Además de ser las tesoreras de las tradiciones familiares, son también, quienes nos enseñan esos hobbies “antiguos”, como tejer, bordar y coser a mano.

  • Disponibilidad: Una abuela nunca nos falla cuando necesitamos algo. Se desviven por ayudarnos.

Un dar y recibir constante

Según los expertos, el componente más destacado del vínculo entre una nieta y su abuela es ese mutuo dar y recibir. A las abuelas les encanta que les dediquemos tiempo, que recurramos a ellas y las tengamos de confidentes.

Hay abuelas de todos los tipos: Están las más “formales”, que siguen al pie de la letra el rol que les corresponde, sin involucrarse demasiado. No faltan las que juegan a la par nuestra, las famosas “malcriadoras” que hacen todo a su alcance para vernos sonreír. Por último, encontramos a las abuelas-madres, como la mía, que no sólo me mimaba, sino que me educaba y me ponía límites.

Más allá del tipo de abuela que tengas, todas tienen algo en común: Adoran pasar tiempo con sus nietas. ¿Hace cuánto que no das un paseo con la tuya?

Fuentes consultadas: Extension (extension.org) y Revista Psychology Today (psychologytoday.com).

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