La terapia sexual y sus beneficios

En una sociedad donde las relaciones de pareja se han genitalizado enormemente, es curioso cómo invertimos más recursos en nuestra apariencia exterior que en nuestra salud y conocimiento sobre sexualidad. Quizás sea por prejuicio o tabú, pero pocas veces prestamos atención a esta dimensión de nuestra vida. Andamos por ahí, sufriendo en silencio, con un costal de preguntas sin resolver.

Por una cuestión cultural y social, es muy probable que, en materia sexual, todos estemos igualmente desinformados, llenos de prejuicios e ideas fragmentarias que nos venden en las revistas como "llaves para el éxito sexual". Sin embargo, al momento de la realidad nos llenamos de ansiedad y sentimientos de fracaso. Es entonces que se hace indispensable contar con el apoyo de gente profesional que tenga la capacidad de ayudarnos y entendernos en toda nuestra complejidad.

Con esa intención nos acercamos a dos expertas en el tema, Paula Pérez G. y Andrea Florenzano, quienes dirigen el Centro de Psicoterapia y Salud Sexual en Santiago de Chile. Andrea y Paula, psicólogas con estudios especializados en terapia sexual, despejaron algunas de nuestras dudas sobre el papel del sexólogo y la importancia de la terapia sexual.

¿Qué hace un sexólogo?
Un sexólogo se dedica al estudio de la sexualidad, pero ésta se puede abordar desde distintas disciplinas: hay médicos expertos en sexología, están los sexólogos expertos en educación, así como psicólogos y hasta bioquímicos que se han dedican al estudio de la sexualidad humana.

¿Qué distingue a un terapeuta sexual del resto de los sexólogos?
El psicoterapeuta sexual tiene una formación clínica (psicológica, psiquiátrica o médica) que le permite trabajar con las dificultades, disfunciones o problemáticas sexuales especificas, sin embargo, al entender al individuo en su contexto amplio, va más allá de lo puramente fisiológico o funcional. En la terapia sexual se toman en cuenta el problema físico, el individuo, sus aspectos psicológicos, afectivos y eróticos, así como las repercusiones que esto trae sobre su vida y sus relaciones de pareja.

¿Cómo reconocer a un buen terapeuta?
Es importante preguntarnos qué nos va a ayudar más en el momento de nuestro malestar. Debemos entender que cuando la problemática sexual está conllevando un sufrimiento, el individuo desea no sólo tratar con un experto en sexualidad, sino también con un experto en la comprensión y el trabajo con el sufrimiento. Cuando se recurre a una terapia sexual de orientación psicológica, necesitamos que el profesional sea un buen clínico y un experto en conocimientos sobre lo sexual. Como equipo, pensamos que es fundamental un abordaje bio-psico-social. Pero es muy difícil encontrar un profesional que, además de ser terapeuta, sea experto en las tres dimensiones, por lo que se recomienda que haya un equipo detrás del profesional que trata el caso.

¿Por qué motivos la gente va a terapia sexual?
Se consulta por disfunciones y problemáticas de diminución de deseo, problemas con el control eyaculatorio, dificultad para llegar al orgasmo, discrepancia en relación a la frecuencia sexual en las parejas. Vemos muchas disfunciones cruzadas por alta ansiedad de rendir y hacer un buen performance, que llevan a una dificultad de disfrutar y contactarse con el momento. También nos encontramos con muchas consultas motivadas por imágenes de la sexualidad que son sobrevaloradas o poco flexibles, ideales basados en imaginarios cinematográficos y en deseos de éxito y control.

¿Cómo es el tratamiento?
Cada sexualidad se ha llegado a obstaculizar de un modo particular, cada caso es único y debe estudiarse y comprenderse, conjuntamente con el paciente, para generar cambios significativos. Dependiendo del motivo de consulta, se realiza una terapia, ya sea individual o de pareja; otras veces basta con algunas sesiones de psicoeducación para dar información adecuada que disminuya la ansiedad. Sin embargo, hay quienes se acercan en busca de una respuesta mágica, rápida, sin esfuerzo ni espera; en estos casos deben trabajarse primero estas expectativas antes que la problemática.

¿En qué nos beneficia el ir a terapia sexual?
- Se reduce la ansiedad.

- Se aumenta el autoconocimiento.

- Podemos fomentar y dar herramientas para la exploración y autoexploración del disfrute con uno mismo y con el otro.

- Construimos expectativas propias, significativas y realistas en el plano erótico sexual.

- Se "descomprime" el área sexual de otras cargas, mandatos y bloqueos que obstaculizan su disfrute y descubrimiento.

¿Cuáles son las dudas más recurrentes de los pacientes?
Por un lado, están las dudas relacionadas con conflictos propios no resueltos, que nos hacen más ansiosos y susceptibles, dudosos de nuestras fortalezas; por otro lado, está la tendencia a apegarse a modelos que tal vez son poco reales, muy exigentes y muy demandantes. Hay desde dudas de la biología y función sexual en sí misma, las diferencias de la respuesta sexual entre hombre y mujer, dudas respecto a lo que provoca y mueve el propio goce y placer, así como lo que se espera del encuentro sexual. Esto es, las dudas van desde lo anatomo fisiológico, hasta las diferencias corporales entre géneros, pasando por lo que hace disfrutar al propio cuerpo, así como dudas referentes a cómo comunicarse en estos términos con la pareja.

¿De qué manera pueden mejorar nuestra vida los conocimientos sobre nuestra sexualidad?
Los conocimientos científicos acumulados en las últimas décadas pueden jugar a favor o en contra. La idea es que nos ayuden a hacer un mapa de la realidad. Por ejemplo, cuáles son las posibilidades y los límites de nuestro cuerpo, así como las diferencias entre un cuerpo y otro, entre una experiencia y otra. La ciencia nos muestra que existen patrones, pero también que hay diferencias entre ellos. Al transmitir esa información debemos debemos destacar tanto los patrones como las diferencias, de lo contrario, cualquiera que no encaja en el patrón se siente raro, cuando en realidad el patrón científico se construye de estadísticas y promedios. O sea, lo más probable es que frente a un patrón científico, todos seamos raros, anormales, diferentes. El conocimiento sexual puede liberarnos, pero también hacernos sentir que tenemos que cumplir con una cierta normalidad o imagen. No es muy distinto lo que ocurre con la transmisión de otro tipo de información más informal, como puede ser en el caso del desarrollo de la pornografía, que hace sentir a cualquier principiante que está perdido por que jamás va alcanzar una duración o performance como el de la pantalla.

Centro de Psicoterapia y Salud Sexual: centropss@gmail.com