Nuez de la India, ¿milagrosa o peligrosa?
Llegué a casa de Camila un jueves por la noche. Después de cenar, me prepare un té y ella sacó una semilla blanca que parecía una cruza entre maíz, macadamia y girasol. "Se llama nuez de la India y es lo máximo, estoy segura de que he bajado como dos kilos en una semana, mi ropa me queda mejor", dijo. Cortó la semilla en cuatro partes, puso un cuarto a hervir cinco minutos y luego se los tomó.
Me contó que la famosa nuez se la había vendido la amiga de una amiga. Trece semillitas por aproximadamente 32 dólares; porcionada en cuatro, el "tratamiento" debía durar 52 días. ¿Cuál era la maravilla? Te hace ir al baño más de lo normal, es decir, funciona como un laxante. Pero según le habían dicho, debes hacer una buena dieta, tomar más de 4 litros de agua y comer un plátano o un jitomate al día, por lo menos.
Le advertí a Cami que los purgantes no eran un juego. Desde siempre se han utilizado como remedios para el estreñimiento o para acelerar la eliminación de alguna sustancia nociva del cuerpo, pero los efectos son los de una diarrea que a la larga te deshidrata, dejándote sin los nutrientes y minerales necesarios para el buen funcionamiento del sistema nervioso y muscular. Camila me respondió que no había nada qué temer, que como era algo natural no le haría daño, así que siguió tomando la semillita.
Un día me llamó para contarme que una de sus colegas del trabajo, que también estaba tomando la nuez de la India, había tenido que irse a su casa en dos ocasiones porque no había llegado al baño. Ella misma se estaba sintiendo mal, volvía de trabajar directo a dormir, tenía mareos, dolores de cabeza y una contractura muscular severa en la espalda. Dos días después terminó en el consultorio del ortopedista; el médico le mandó una pomada y un relajante muscular, que por supuesto no le hicieron ningún efecto.
Algo la hizo dejar de tomar la semilla y se sintió mucho mejor, pero ahora quiere volver a tomarla porque siente que engordó lo que había bajado. Esta vez no quise ser yo la que se lo advirtiera, así que busqué algunas evidencias de lo que esta semilla "milagrosa" puede provocar.
La revista española de Toxicología reportó
(ver pág. 83) ocurrido en Navarra, donde una mujer de 33 años ingresó al hospital tras haber ingerido una semilla completa de Aleurites moluccana -nuez de la India- buscando perder peso. Náuseas, vómitos, deposiciones abundantes y, finalmente, síncope cardiaco. La revista reportó que la semilla contiene ácidos grasos (oleico, linoleico) y taninos, así como toxalbuminas, cianuro y glucósidos cardiacos. "No se han encontrado casos de intoxicación de esta variedad de Aleurites en la literatura", concluye el párrafo.
A pesar de que no se considera que sea tóxica por sí misma -hecho que ha permitido su venta y la certificación de inocuidad-, la semilla no es inofensiva. En
del diario La Nación, dos especialistas (uno en farmacología y fitoterapia, y otra en nutrición) advierten que la única "maravilla" de la nuez es que se trata de un purgante. Por ello piden a las autoridades sanitarias frenar su venta indiscriminada e irresponsable, pues los únicos estudios científicos que avalan su inocuidad se hicieron en ratas, y por otro lado, la diarrea continua lleva a la deshidratación y ésta provoca "pérdida de electrolitos y potasio, este último elemento fundamental para la funcionalidad de los músculos (...) Hay reportes de personas intoxicadas con esta semilla que han llegado con alteraciones importantes en la su frecuencia cardíaca", aclara uno de los especialistas.
Estos son dos de los pocos reportes serios que hay al respecto, pero si uno entra a los foros de Internet se encontrará con cientos de casos similares. Incluso, si uno se pasea por los comentarios dejados en la nota de La Nación, verá que a pesar de las advertencias, la gente insiste en tomarla y quieren conseguirla a toda costa.
Lo más curioso es que los afectados no van más allá, nadie acude a las autoridades sanitarias para solicitar que se haga una investigación seria. Es más, ni siquiera piden al vendedor que les devuelva su dinero. ¿Será porque están asumiendo las consecuencias por consumir algo riesgoso? Porque en esto hay una implicación más: en algunos sitios de internet donde se vende la semilla, colocan una leyenda con letras chiquitas que dice, palabras más, palabras menos, que la ingesta del producto es absoluta responsabilidad del consumidor.
En donde sí han frenado su venta es en Australia. El pasado 16 de marzo, las autoridades de la Food Standards Australia New Zealand prohibieron la venta de la semilla debido a que encontraron irregularidades y situaciones anormales (aquí la nota en inglés). Las autoridades dicen que en muchos casos podría no tratarse de la Aleurites moluccana (nuez de la India), sino de otra muy parecida pero completamente venenosa, llamada Thevetia peruviana, también conocida como Cerbera peruviana o laurel amarillo, cuya venta está prohibida pues ha provocado desenlaces fatales entre niños y animales que la ingieren accidentalmente. En el caso de la nuez de la India, al tratarse de un producto que se distribuye sin un estricto control sanitario, es muy fácil hacerla pasar por original cuando en realidad se trata de una semilla "pirata".
"Ahogado el niño, tapado el pozo", ésta parece ser la dinámica reinante en la venta y consumo de productos milagro. Irresponsabilidad, desinformación, ingenuidad y una lucha angustiosa en contra del sobrepeso. Y aunque la decisión final está en manos del consumidor, ésta implica otros factores: productor, distribuidor, autoridades sanitarias, presiones sociales, publicidad tendenciosa.
Muchas de las supuestas bondades de la semilla, como el alivio de las hemorroides, la baja en los niveles de colesterol y la piel tersa, sólo son consecuencia de una desintoxicación intestinal, la misma que podría ocurrir si uno comiera de manera inteligente, bajara su consumo de carne a favor de los vegetales, tomara suficiente agua, hiciera media hora de ejercicio y, en fin, cambiara sus hábitos de vida. Pero, bajo la premisa de que algo es "natural" y "sin esfuerzo", la gente se toma lo que le recomienda su comadre Chonita sin cuestionarse nada.
Hoy es la nuez de la India, pero ayer fueron las ampolletas de alcachofa, las cremas, los aparatos, los jabones, los zapatitos mágicos... Si acaso existen los remedios milagrosos, nos está quedando claro que no sólo no funcionan tal como dice su publicidad, sino que implican más riesgos que beneficios.