Que no te devore el trabajo: 3 límites básicos

Yo era de esas personas que no podían disfrutar de lleno una fiesta por estar respondiendo mails o chats de trabajo. Mucha gente me lo reprochaba, así que decidí no volver a contratar un plan internet para el teléfono. Mis encuentros con las personas se hicieron más cercanos y significativos, sin embargo, todavía no he logrado organizarme muy bien.

Establecer límites en el trabajo es sinónimo de calidad de vida / Foto: Thinkstock
Establecer límites en el trabajo es sinónimo de calidad de vida / Foto: Thinkstock

Mi semana laboral comienza el domingo por la tarde; es un mal hábito que arrastro desde la secundaria, pero me sigue funcionando porque representa algunas ventajas. Por ejemplo: es un momento tranquilo para preparar los proyectos de la semana o cubrir los que quedaron pendientes de la semana anterior. Mientras eso ocurre, mis amigos o mi familia están en el parque, tomando una siesta o disfrutando la sobremesa del domingo. Antes me daba lo mismo, pero ahora siento que me estoy perdiendo la parte más valiosa del fin de semana.

Buscando estrategias para reacomodar mis tiempos de trabajo, me encontré con The Daily Muse, un sitio que comparte información para las mujeres profesionistas. Ellos recomiendan tres estrategias básicas para ponerle límites al trabajo:


1. Evita la sobreconectividad. Muchas empresas le dan a sus empleados una blackberry o un teléfono con internet. Todos sabemos que es una excelente herramienta de trabajo, pero también se ha convertido en un grillete virtual. Al aceptarlo, se da por hecho que uno está “disponible” 24 horas/7 días de la semana.

Evita la sobreconectividad / Foto: Thinkstock
Evita la sobreconectividad / Foto: Thinkstock

Si te es imposible rechazar el aparato, al menos toma la precaución de establecer horarios; hazle saber a quienes trabajan contigo que sólo responderás correos, por ejemplo, entre las 8:00 am y las 6:00 pm en días laborales. A menos que sea una verdadera emergencia, esa restricción también establece un punto de partida: respetar la división entre el ocio y el negocio es sinónimo de calidad de vida, tanto para ti como para tus colegas.


2. No te mates trabajando horas extras. Es comprensible hacerlo cuando se está motivado por un nuevo trabajo o un proyecto interesante, pero hay que saber identificar cuando el compromiso se convierte en una obsesión. Está bien dar una buena impresión inicial, pero eso establece un ritmo de trabajo que después será difícil de modificar; es como decirle a tu jefe o a tus colegas que pueden asignarte tareas o exigirte resultados sin importar el día o el momento. Tal vez te parezca necesario invertir un poco más de tiempo en el trabajo durante el periodo de aprendizaje, pero hay que poner un límite porque al cabo de los años ese ritmo te deja sin vida personal y hace que tu calidad de vida se vaya por el caño.

No te mates trabajando horas extra / Foto: Thinkstock
No te mates trabajando horas extra / Foto: Thinkstock

¿Estás seguro de que la gente valora esas horas extras? ¿Estás seguro de que te las van a pagar? ¿Qué criterio tiene la empresa al respecto de las horas extras? En muchas empresas, quedarte más tiempo del establecido es interpretado como falta de organización, baja productividad o mal rendimiento. Para salir del círculo vicioso, establece prioridades con tu equipo, diseñen un ritmo de trabajo que abarque objetivos realistas y fechas de entrega más o menos flexibles. Siempre puedes dejar algo para el día siguiente, y si es demasiada la carga, habla con tus compañeros o con tu jefe para que las asignaciones se hagan equitativamente.


3. Toma un día libre de vez en cuando. Mucha gente prefiere juntar varias semanas de descanso para tomarse unas vacaciones largas, sin embargo, muchos estudios muestran que es más sano tomarse varios periodos cortos durante el año, ya que el agotamiento acumulado deriva en malestar, enfermedades, ansiedad y poca productividad. Para funcionar bien, el cerebro necesita variedad (estímulos, ritmos, ambientes, retos); una mente monotemática es como un cuerpo sin ejercicio o un niño sin juegos, va perdiendo sensibilidad, creatividad y flexibilidad.

Toma un día libre de vez en cuando / Foto: Thinkstock
Toma un día libre de vez en cuando / Foto: Thinkstock

Cuando comiences un proyecto o un trabajo, establece como prioridad tu calidad de vida a largo plazo. Mira el calendario, plantea un ritmo que alterne sanamente trabajo y descanso, y respétalo.

Twitter: @luzaenlinea

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