Trastorno por déficit de atención con hiperactividad

Este padecimiento es más común en los niños que en las niñas / Foto: iStockphoto
Este padecimiento es más común en los niños que en las niñas / Foto: iStockphoto

El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) es un síndrome conductual (del comportamiento de la persona), que tiene origen orgánico y una duración mínima de seis meses. Se manifiesta con frecuencia en infantes, pero es más común en niños que en niñas, y también se diagnostica en adultos. Quien lo padece sufre de distracción moderada a severa, periodos de atención breve, hiperactividad, inestabilidad e impulsividad. Los síntomas mencionados se presentan por lo menos en dos sitios distintos donde el paciente se desenvuelve: en casa, escuela o trabajo, afectando su actividad social, académica o laboral.

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Los niños con TDAH son inquietos y constantemente están en movimiento; son irritables y su aprovechamiento en la escuela es malo, algo que no está relacionado con la inteligencia del niño, pues ésta es normal o superior en la mayoría de ellos. Sin embargo, son dos características principales las que identifican a este síndrome:

A. Déficit de atención. Dificultad persistente para sostener la concentración, especialmente en casos que requieren baja estimulación.

B. Hiperactividad/impulsividad. Falta constante de control sobre los impulsos, relacionados con inquietud de movimiento.

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Cómo afecta la vida del paciente
Las consecuencias en la vida de la persona afectada en relación con los demás se pueden apreciar cuando, por ejemplo:

  • Su descuido hace que cometa errores repetidamente.

  • Realizan tareas desaliñadas y con poca higiene.

  • Se notan ausentes sin poder cumplir órdenes.

  • Llegan a mostrar interés en realizar varias actividades a la vez; sin embargo, les es difícil concluir al menos una.

  • Sus pensamientos son desorganizados.

  • Tienen aversión a realizar acciones que requieran actividad mental sostenida.

  • Con frecuencia olvidan actividades cotidianas y tienden a cambiar abruptamente la conversación cuando interactúan con otros.

  • Son impacientes, interrumpen a los demás, comentan impertinencias, entre otras acciones.

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Aún no está del todo claro por qué se origina el TDAH. Todo indica que se inicia en edades tempranas de la vida a medida que el cerebro se encuentra en desarrollo (principalmente, los lóbulos frontales). Otro probable mecanismo de generación del TDAH es la deficiencia en la inhibición de neurotransmisores (dopamina, noradrenalina y serotonina). Dichas sustancias regulan, entre otras funciones, el control de los movimientos, los mecanismos de motivación y satisfacción, los impulsos.

Los tratamientos

  • Medicamentos (los que el médico tratante elija).

  • Psicoterapia, con la que el paciente deberá conocer su enfermedad, las limitaciones que ésta acarrea.

  • Terapia de aprendizaje y de conducta, que necesitarán la participación activa de la familia del paciente.

Recuerda consultar a tu médico ante cualquier duda referente al TDAH.

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El doctor Omar Luja es médico cirujano y homeópata por la Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía. Instituto Politécnico Nacional, México. Cédula: 7719134.