Comer o no la yema de huevo

Durante años se creyó que el consumo de huevo se asociaba a un estilo de vida poco saludable, pues se aseguraba que ¡aumentaba el colesterol!, esta creencia popular que satanizó al huevo llegó a ser tomada incluso por los profesionales de la salud que limitaron el su consumo y muchas veces, incluso llegaban a prohibirlo.

¿Por qué debo comer la yema de huevo?

Si bien posee grasas, su contenido es sólo de 4 a 4.5 gramos por pieza, tanto de grasas insaturadas, conocidas como "grasas buenas", como las saturadas o conocidas, como "grasas malas". También contiene vitaminas y minerales, tales como A, E, D, acido Fólico, B12, B2, B1, hierro, fósforo, zinc. Además, posee una sustancia muy importante, que nos ayuda a evitar la demencia senil y Alzheimer; que es la colina, ya que participa en el desarrollo de nuestro cerebro y de la memoria. ¡La yema de 2 huevos nos aporta el requerimiento de colina para un día!

Pero mi recomendación para que estas grasas contenidas en la yema del huevo no nos enfermen, es que no cocines el huevo con aceite, y así obtener todos sus beneficios; te aconsejo que en tu sartén, ya que esté caliente, agregues una salsa de jitomate casera, y posteriormente el huevo; o en vez de salsa de jitomate, poner alguna verdura con un poco de agua, como zanahoria cruda o calabacitas crudas y ralladas o germinado de alfalfa.

Lo importante es no eliminar de tu dieta este alimento tan completo como lo es el huevo y mucho menos quitarle la parte más nutritiva en vitaminas, que es la yema.