Conoce los poderes de la equinácea
La "Echinacea" o Equinácea, es una especie perenne que pertenece a la familia de plantas "aster". Es originaria de Norteamérica y los indios nativos de esta zona la consideraban una planta sagrada; por sus grandes cualidades curativas, la utilizaban por vía tópica para ayudar a la cicatrización de heridas, quemaduras y como antídoto en mordeduras de serpiente; las raíces de la planta se masticaban para tratar las infecciones de garganta y dolores dentales; por último, de manera interna se utilizaba para tratar la tos, dolores de cabeza y estómago.
A medida que los colonos se iban extendiendo hacia el Oeste, fueron conociendo los múltiples beneficios de la Equinácea. Para finales del siglo XIX se introdujo como planta medicinal dentro de la farmacopea occidental. Desde 1930, investigadores alemanes, mediante estudios científicos, demostraron que la Equinácea funciona como estimulante del sistema inmunológico, por lo que se ha convertido en una de las plantas más utilizadas para estimular las defensas de nuestro organismo.
Es una planta de tallos huecos que pueden medir hasta un metro de altura, sus hojas son alargadas, estrechas y cubiertas de vello, tiene vistosas flores de color malva que crecen en los extremos de los tallos. Florea principalmente entre Junio y Agosto. Existen diferentes especies de esta planta, sin embargo, por sus propiedades, destacan la Equinácea Angustifolia (de hojas estrechas) y la Equinácea Purpúrea (flores de color púrpura).
La Equinácea contiene:
Glucósidos, polisacáridos y poliacetilenos de gran importancia biológica; ayudan a estimular la producción de interferón, un elemento importante en la respuesta del organismo ante las infecciones virales.
Ácido ascórbico, ácido salicílico, mucílagos, alcaloides, pectina, fibra, taninos, lecitina, vitaminas del grupo B y minerales como calcio, aluminio, hierro y magnesio, entre otros.
Y de acuerdo a estos elementos, sus propiedades terapéuticas indican que la Equinácea se puede utilizar para:
Fortalecer y proteger el sistema inmunológico, activando la formación de leucocitos, lo que la hace un remedio natural para prevenir y combatir gripe, resfriados, bronquitis y sinusitis.
Estimular el apetito.
Ayudar a disminuir la inflamación en lesiones de músculos y tendones.
Ayudar en la recuperación después de alguna enfermedad o intervención quirúrgica.
Combatir infecciones del aparato urinario, de la vagina y del oído.
Cicatrizar heridas, quemaduras, acné, llagas y gingivitis.
Retrasar la aparición de herpes labial y genital.
Además de ser realmente un antibiótico natural, la Equinácea se considera una planta adaptógena, esto debido a que ayuda al cuerpo a recuperar el equilibrio y la salud de una forma inteligente; la planta sabe dónde acudir en cada caso.
La dosis recomendada es:
Adultos: a medio vaso de agua agregar de 15 a 20 gotas y tomar tres veces al día con alimentos.
Niños de 6 a 10 años: a medio vaso de agua agregar de 5 a 10 gotas y tomar tres veces al día con alimentos.
La dosis antes mencionada es una recomendación, recuerda que siempre es importante consultar a un especialista en el tema.
El uso de antibióticos a la larga daña tu organismo, trata de recurrir a estas opciones que la naturaleza nos brinda, tu cuerpo te lo agradecerá. ¡Recuerda…tú generas el cambio!
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