El quinto elemento de la nutrición
Dentro de la nutrición no podía faltar el quinto elemento, mejor conocido como colación, en algunos otros lugares se le llama merienda u algún otro nombre pero su función es la misma: calmar el apetito.
Las colaciones están hechas para evitar que una persona llegue a una comida con abundante hambre y que consuma en ese momento una cantidad de alimentos mayor a la esperada para su contextura.
En términos nutricionales, la colación hace referencia a aperitivos o productos de pequeño tamaño y aporte calórico a un alimento o comida más abundante.
Las colaciones han sido establecidas hace relativamente poco en el mundo nutricional como ayuda esencial para llevar adelante una alimentación ordenada y razonable.
Ejemplos de colaciones pueden ser frutas u hortalizas, barritas de cereal, porciones adecuadas de galletitas o algún panificado, yogures, rodajas de queso, frutos secos e, incluso, un huevo cocido.
Lo ideal es variar el orden de colaciones y no repetir siempre lo mismo.
Sabiendo elegirlos ayudan a mantener la silueta y/o el peso ideal además de mantener los niveles de azúcar en el cerebro, lo cual nos produce una sensación de bienestar.
Es recomendable que las colaciones más calóricos se ingieran por la mañana, como por ejemplo los frutos secos, y dejar para la tarde los de menos aporte como pueden ser lácteos o frutas.
Eso si, evita seleccionar golosinas, bebidas de fantasía, papas fritas, alimentos ricos en grasas saturados y azúcares como colación.
La clave de una buena colación es saber cómo y cuándo usarla.