Hay un tipo de Yoga para ti
Por Gabrimar Lascurain
Por lo general, cuando escuchamos la palabra Yoga nos vienen a la mente imágenes de una actividad 100% de relax, una actividad meditativa, aunque seguro también piensas en posturas complicadísimas de hacer, las cuales requieren de una flexibilidad como la que tenías a los 5 años, así que tal vez te quedas con la duda y desistas en el intento de probarla; otra cosa que también puede suceder es que, el Yoga es una disciplina que cuenta con variados estilos, y te resulte confuso saber cuál es el indicado para ti; quiero que sepas que seguro hay uno que se adapte a tus necesidades y capacidades, solo es cuestión de checar bien.
Si eres una persona que se dedica a correr, o un ciclista empedernido, o solo una persona que hace ejercicio físico por disciplina, debes tener claro que incorporar el Yoga a cualquiera que sea tu estilo de entrenamiento puede ofrecerte muchos beneficios.
Primero recordemos qué beneficios te puede brindar la práctica de esta disciplina en general:
Aumenta la flexibilidad, la fuerza, el rango de movimiento y protege las articulaciones.
Fortalece los huesos, mejora la respiración y la circulación.
Mejora el tono muscular.
Estimula el sistema inmunológico.
Mejora el equilibrio y el manejo del espacio.
Tiene un efecto relajante.
Ayuda a balancear las emociones.
Mejora la concentración y la claridad mental.
Después de esto, entenderás por qué la práctica constante del Yoga puede ayudarte a "permanecer en el juego", ya que te brindará la agilidad necesaria para poder hacer lo que te gusta por el resto de tu vida.
El Yoga es una técnica universal de la que se desprenden varios tipos, unos más dinámicos que otros, sin embargo, todos persiguen el mismo objetivo: el equilibrio mental, físico y emocional. Otra cosa importante: el Yoga no se encuentra relacionado con ningún tipo de religión, por lo que cualquier persona, independientemente de su credo, puede practicarla.
Aquí algunos tipos de Yoga:
Bikram Yoga: es una rutina de 26 posturas que se utilizan en el Hatha Yoga, pero se realiza en un salón que se encuentra a 42° de temperatura y tiene una duración de 90 minutos. La temperatura permite que el cuerpo se prepare para lograr las diferentes posturas, es muy dinámica y trabaja la mayoría de los sistemas de nuestro organismo.
Ashtanga Yoga: consiste en movimientos fluidos que se sincronizan con tu respiración. Hay muchas posturas, y cuando logras una de ellas, te estás preparando para la siguiente; estos retos ayudan a vencer tu miedo y fortalecen tu cuerpo. La respiración en esta práctica es muy importante, debe ser energética, calmante y meditativa; su sonido, volumen y ritmo son muy poderosos.
Kundalini Yoga: su práctica se centra en técnicas de respiración profunda (con el estomago), se enfoca en la conciencia del cuerpo desde el interior. Es una combinación de trabajo físico y meditación, haciendo más énfasis en esto último. Consigue que el sistema nervioso sea más fuerte y permite un mejor control del estrés. Tonifica el cuerpo entero y los músculos se hacen más flexibles en vez de tensionarlos.
Power Yoga: fusiona técnicas del Hatha Yoga, Vinyasa, Bandha y Dristi; a través de los movimientos fluidos y la respiración sonora, se produce un calor interno que lleva al cuerpo a una desintoxicación. Es una práctica muy energética y aeróbica que además logra reforzar y estabilizar tu centro; al permitir tener una mayor libertad de movimiento, mejora tu resistencia, flexibilidad y tiempo de reacción y te enseña a coordinar muy bien tu respiración con tus movimientos físicos.
Iyengar Yoga: se caracteriza por que las posturas se ejecutan con precisión y elegancia, se cuidan todos los detalles y la correcta alineación del cuerpo; las secuencias son más tranquilas y meditativas. Es un método bien definido y el alumno es guiado poco a poco del nivel básico al avanzado. Ayuda a tener más conciencia del cuerpo y la postura, mejora la circulación, digestión y reduce la tensión.
Y bien podríamos seguir enlistando otros tipos de Yoga; como ves, existen muchas opciones para que te animes a probarla, seguro alguna se puede adaptar a tus capacidades y gustos. Te aseguro que los beneficios serán invaluables.
Recuerda… ¡tú generas el cambio!