Haz equipo con tu pareja
Para ponernos en forma es necesario cambiar nuestros hábitos y esto no es cosa fácil, se necesita mucha decisión y motivación, pero una buena opción sería que nuestra pareja se sume también al nuevo camino que tratamos de iniciar para estar más saludables por dentro y por fuera; nada como los resultados que podemos obtener trabajando en equipo. Un punto muy importante es que cada uno tiene que tener sus metas personales, jamás se comparen, cada uno es distinto, solo apóyense.
Es importante que:
Establezcan sus propias metas y realicen un plan para lograrlas.
Como nuestro ritmo de vida es muy acelerado traten de planificar el menú semanal con anticipación, incluye alimentos de todos los grupos, comida que sea fácil de llevar a la oficina, recuerda que las cantidades sean moderadas.
Traten de hacer las compras juntos, es una buena forma de ir checando las etiquetas y aprendiendo cuáles son las opciones más saludables en el mercado; evita comprar comida chatarra, dulces, frituras, etc.; sustitúyelos por opciones de snacks saludables; otra buena recomendación es que eliminen de su alacena las tentaciones.
Traten de hacer los desayunos juntos, esto ayudará a que no se salten esta comida tan importante, convivan un rato y chequen su menú del día.
Lograr perder esos kilitos de más y mantenernos, es un esfuerzo a largo plazo que se conforma de varios objetivos a corto plazo. Cuando tu pareja logre alcanzar un objetivo recompénsalo, ya sea con un detallito o incluso con palabras de aliento, mejora su autoestima, esto será bueno para los dos.
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El ejercicio también es una parte fundamental de este plan en pareja, será una manera de que se diviertan juntos, se unan más como pareja y se mantengan motivados para que no abandonen el plan para ponerse en forma y estar saludables; hacer ejercicio en compañía es mucho más divertido.
Por ejemplo, realiza ejercicios de fuerza en pareja:
Pectorales: uno de los dos se coloca de pie, bien derecho, los brazos con los codos bien extendidos, pegados al cuerpo y con las palmas de las manos mirando hacia delante. El otro compañero lo toma de las muñecas y va elevando los brazos lentamente hacia atrás y hacia arriba, hasta donde aguante sin sentir dolor; esta posición se mantiene de 15 a 20 segundos, se regresa lentamente a la postura original y se repite de 4 a 6 veces el mismo movimiento, después es el turno del otro compañero.
Brazos: las famosas planchas, pero el compañero se coloca en posición de cuatro patas, y el que va a realizar el ejercicio coloca los empeines sobre la espalda del compañero, así, al momento de realizar las flexiones, se está poniendo una mayor cantidad de peso sobre el cuerpo; se deben hacer la mayor cantidad de repeticiones posibles.
Abdomen: uno se recuesta de espaldas y el otro compañero se coloca de pie, justo a la altura de la cabeza del que está acostado; éste se puede apoyar de los tobillos del compañero y eleva sus piernas mientras la pareja que está de pie empuja las piernas en sentido contrario; el que está realizando el ejercicio debe de mantener el abdomen contraído. Realiza 3 ó 4 series de 15 repeticiones cada una.
Piernas: iniciando en la misma posición anterior, con los brazos estirados a los lados y las palmas de las manos bien apoyadas hacia el piso. Las rodillas flexionadas contra el pecho y las plantas de los pies mirando hacia adelante. El compañero debe dejar caer el peso del cuerpo con el pecho sobre las plantas de los pies, mientras que el que está realizando el ejercicio trata de extender lentamente las rodillas y aguantar el peso y volver lentamente a la posición inicial, recuerda contraer bien el abdomen. Realiza 3 ó 4 series de 15 repeticiones cada una.
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Ahora a estirar un poco:
Sentados de frente con las piernas abiertas lo más que se pueda y los pies juntos a los del compañero en flex (dedos hacia arriba), sujétense de las manos con los brazos estirados y la espada relajada. Mientras uno se mantiene derecho, el otro comienza a bajar hacia adelante desde la cabeza hasta la zona lumbar; el estar tomados de las manos ayuda a que la tracción del primero ayude al estiramiento de la columna del segundo. Ahora lentamente el que ha flexionado la columna comienza a enderezarse mientras su compañero flexiona la columna hacia delante. La respiración es muy importante, inhala con la columna recta y exhala al flexionar la columna hacia adelante; si no alcanzan a tomarse de las manos, ayúdense con una toalla; asegúrate que cuando estén sentados el peso de su cuerpo caiga perfectamente sobre los isquiones. Repite de 4 a 8 veces.
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Seguramente te has dado cuenta que a veces no tenemos tiempo ni siquiera para hablar con la pareja, el hacer ejercicio puede ser una buena excusa para pasar un poco más de tiempo juntos; en este mes del amor y la amistad propónselo a tu pareja, ¡inténtenlo!
Recuerda… ¡tú generas el cambio!