Mitos sobre la papa
La palabra "papa", es un vocablo quechua que significa tubérculo y es originaria de la cordillera Andina; es verdad que se desconoce su antigüedad, pero de acuerdo a ciertas evidencias botánicas y culturales encontradas, la papa fue domesticada por los Collas, hoy Aymaras, de la cultura Tihuanco, al oeste de Bolivia; desde esta zona, las papas se difundieron en Sudamérica. La papa o patata, fue descubierta en Colombia durante la expedición de Gonzalo Jiménez de Quesada en el año 1537, y fue introducida a España entre los años 1565 a 1570; así comenzó su difusión al resto del continente europeo. Hoy en día existen muchas variedades y se cultivan en la mayoría de los países.
La papa siempre ha tenido mala fama, ya que existe la creencia de que engorda; si bien su aporte calórico es más alto que el de otros vegetales, la papa solo aporta 88 calorías por cada 100 gramos; para que te des una idea, esto representa un tercio de las calorías que te puede aportar cualquier cereal cuyo principal nutriente es el carbohidrato. El problema redunda en cómo se prepara o qué tantas cosas se le agregan; esto es lo que hace que la papa engorde, una mala combinación de alimentos. Así que lo primero que te pido es que recuerdes que la papa puede ser una buena fuente de vitaminas, proteínas y minerales, más que de calorías.
La papa, además de ser deliciosa, tiene grandes propiedades:
Si las consumes hervidas o en puré, y de preferencia con cáscara, son muy digestivas, por lo tanto son ideales si tienes problemas gástricos, hepáticos o intestinales.
Su aporte de vitamina C, no es nada despreciable.
Crudas y rayadas, sirven como cataplasmas para aliviar quemaduras no graves, o las causadas por el sol; también sirven para disminuir las bolsas de los ojos.
Favorece la eliminación de toxinas, es ideal si padeces de ácido úrico, remineraliza nuestro organismo, ayuda en casos de espasmos, tos nerviosa, calambres, etc.
Su generoso aporte de potasio, favorece el sistema cardiovascular.
Aportan mucha energía, siendo muy recomendadas para deportistas o personas que realizan un trabajo físico.
Su escaso contenido de sodio la convierte en un alimento adecuado para quien tenga que cuidar la ingesta de sal en su dieta.
Existen estudios que afirman que consumir papa ayuda a reducir la presión arterial.
Su contenido de magnesio es necesario para nuestros músculos, dientes y sistema osteoarticular.
100 gr. de papa te aportan: 75% de agua, 2.5 gr. de proteínas, 570 mg. de potasio, .25 mg. de vitamina B6, 18% de carbohidratos y 88 calorías (al horno, asada o cocida); ojo, frita puede llegar a aportarte 240 calorías.
Las papas son además un alimento muy versátil y realmente son pocos a los que no les gustan; lo único que debes recordar y cuidar es la forma de cocinarlas: al vapor, al horno, hervidas o a la parrilla; así, seguro evitarás que te engorden y disfrutarás de todos los beneficios que ofrecen a tu salud.
Aquí una ensalada deliciosa:
Ingredientes: papas blancas, cebollitas de cambray (picadas finamente), queso fresco rayado (o feta), orégano y aceite de oliva.
Modo de preparar: cuece las papas; de preferencia déjales la cáscara o pélalas si así lo prefieres; córtalas en cuadritos y colócalas en una ensaladera; incorpora la cebolla, el queso, el orégano, aceite de oliva y sal al gusto.
Piérdele el miedo a la papa, inclúyela en tu dieta, solo se prudente con la preparación y listo.
Recuerda… ¡tú generas el cambio!
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