Rompe el ayuno o engordarás al doble

Según la literatura médica, el ayuno es la privación del consumo de alimentos (sólidos o líquidos), que se prolonga durante un plazo más largo del habitual. A pesar de que existen varias publicaciones que están a favor del ayuno por sus beneficios: desintoxica, combate diabetes, cancer, aumenta la vitalidad y reduce el peso; desde el punto de vista médico, el ayuno trae más consecuencias que ventajas para la salud.

[Galería: 10 tips para sobrevivir a una gran comilona]

Por ejemplo, especialistas en nutrición advierten que el no tomar alimentos por más de 6 horas continuas, puede generarnos radicales libres y causarnos modificaciones estructurales y funcionales de los órganos, principalmente por la falta de nutrientes. Lo anterior se agrava en las personas que hacen ejercicio, pues la actividad física acaba con sus reservas de azúcares y grasas, y por lo tanto ya no cuentan con la energía suficiente para las actividades del día. El problema del ayuno prolongado es que el cuerpo produce energía a partir de nutrientes almacenados (glucógeno, grasa y proteína), hasta que se agotan estas reservas. Lo primero que se agota es el azúcar (glucógeno) y luego continúa con grasas y con el músculo. Sin embargo, si el ayuno se prolonga demasiado, éste provocará una caída de glucosa (hipoglucemia), que origina diferentes síntomas que solamente se corrigen con la ingesta de alimentos.

[Relacionado: Vitamina B12 para un cerebro siempre joven]

Por lo tanto, los ayunos prolongados principalmente en los deportistas merman su desempeño. Al entrenar por la mañana con el estómago vacío puede ser demasiado riesgoso, pues va a generar la pérdida de peso y de energía, afectando principalmente su nivel de masa muscular. Además, el hambre percibida por el cuerpo se traducirá en una ralentización del metabolismo, que hará que el cuerpo priorice la conservación de calorías en lugar de permitir que se gasten en la actividad física. También hacer ejercicio por la mañana sin alimento, puede hacer que el deportista sienta un bajón de energía que le podrá ocasionar un simple mareo hasta el desmayo y la pérdida del conocimiento.

Además, pasar demasiadas horas sin comer obliga al organismo a almacenar energía y una vez concluido el ayuno, el cuerpo acumula más calorías. Científicos del Imperial College de Londres, en Reino Unido, demostraron que las personas que se saltan el desayuno; horas más tarde suelen tener más ganas de ingerir alimentos grasos y ricos en calorías, según la investigación presentada en el congreso Neurociencia 2012 celebrado en Nueva Orleans, Estados Unidos.

[Galería: Dormir bien, el desafío de nuestro tiempo]

No debemos olvidar que el omitir las comidas del día y no tener un control de los mismos nos traerá otros trastornos como el incremento de la acumulación de grasa en el organismo, y con ello el sobrepeso, ya que si sometemos el metabolismo a desajustes derivados del desorden alimenticio, lo que conseguiremos será un deficiente funcionamiento del mismo.

En base a lo anterior, los expertos en nutrición advierten que lo correcto es evitar que transcurran más de 6 horas entre una comida y otra, y tratar de complementar con colaciones o refrigerios, principalmente de frutas o verduras. Por ejemplo, una persona que desayuna a las 8 de la mañana, debe tomar un refrigerio a las 11 de la mañana y comer a las 2 de la tarde. También es importante tener una alimentación balanceada, que incluya todos los grupos alimenticios. Lo ideal será hacer 3 comidas y 2 colaciones por día, sin que pasen menos de 3 y más de 4 horas entre cada alimento.

_

José Manuel Nava es licenciado en Educación Física por la Escuela Superior de Educación Física (ESEF-México) y especialista en fitness y multideporte.