Bodas de plomo: Jennifer Lopez en clave heroína de acción le aporta energía a esta comedia negra
Bodas de plomo (Shotgun Wedding/2022). Dirección: Jason Moore. Guion: Mark Hammer. Fotografía: Peter Deming. Edición: Doc Crotzer. Música: Pinar Toprak. Elenco: Jennifer Lopez, Josh Duhamel, Jennifer Coolidge, Sonia Braga, Cheech Marin, D’Arcy Carden, Lenny Kravitz. Duración: 100 minutos. Disponible en: Prime Video. Nuestra opinión: buena.
Luego del traspié que significó Cásate conmigo, la comedia romántica que tomaba demasiados elementos de Un lugar llamado Notting Hill y los despojaba de carisma, Jennifer Lopez volvió al ruedo con otra producción del género en la que, desde su doble rol de protagonista y productora, apostó por cierta audacia que casi siempre llega a buen puerto. En Bodas de plomo -que ya se encuentra disponible en Amazon Prime Video- no hay tiempo para las declaraciones de amor sensibleras así como tampoco para la solemnidad propia de los conflictos que se suscitan con la pareja central. Por el contrario, la película de Jason Moore (Pitch Perfect) se acerca más a la comedia negra con una boda como escenario para marcar el contraste entre lo idílico de un evento semejante y la disrupción que altera esa circunstancia.
Lopez interpreta a Darcy, una exitosa abogada reticente a los casamientos extravagantes quien, para no entrar en una disputa con su pareja Tom (Josh Duhamel), acepta su propuesta de dar el sí en una isla privada en Filipinas. Desde el primer fotograma notamos el cambio de roles: mientras ella se muestra exasperada e inquieta ante la mera idea de ingresar a la fiesta previa a la boda, él lo hace con el disfrute de los pormenores de la organización. En esa secuencia conocemos a todos los personajes secundarios (presentados hábilmente por el guion de Mark Hammer), otro momento en el que los actantes funcionan en oposición a otros. Sonia Braga interpreta a la madre de Lopez, Renata, una mujer impertérrita que evita el reencuentro con su exesposo (Cheech Marin) y la nueva pareja de este (D’Arcy Carden, de The Good Place y A League of Their Own, impecable como siempre), mientras que Jennifer Coolidge personifica a la mamá de Tom, Carol, quien con una mezcla de torpeza y candidez intenta ganarse el cariño de su nuera. El choque entre ambas familias disfuncionales da lugar para que el histrionismo de Coolidge se luzca nuevamente (sin dudas, la actriz viene teniendo una gran racha desde su “comeback” con The White Lotus) e incluso llegue a opacar al resto de los actores por su innegable magnetismo y sus aportes improvisados .
Tras ese agasajo inicial, Bodas de plomo da su primer giro de timón (de varios) con una decisión narrativa que emula al film Novia fugitiva, con Darcy mostrándose insegura de casarse por la pomposidad de la boda y Tom dejando entrever sus inseguridades ante la sorpresiva aparición del ex de su prometida (Lenny Kravitz) al lugar. Cuando la pareja empieza a entablar la incómoda charla vinculada a su futuro, la película de Moore entra en el terreno de la comedia negra y no mira atrás con una invasión de “piratas” que toman a los invitados de rehenes mientras los novios se encuentran en otro punto de la isla sin saber qué está sucediendo a su alrededor.
Si bien el ir y venir entre el derrotero de Tom y Darcy y el de sus familiares en cautiverio resulta un tanto mecánico, cuando el guion de Hammer encuentra el equilibrio entre la acción y la comedia, Bodas de plomo demuestra que el romanticismo puede ser abordado con varios géneros en simultáneo como base (un reciente caso similar es el de La ciudad perdida , film en el que también reinaba la desmesura), y Lopez contribuye a darle vigor a un personaje pragmático y decidido como el que interpretó en Un romance peligroso de Steven Soderbergh (aquí en su versión más delirante). Por su parte, Duhamel cumple el rol del novio con buen corazón pero atolondrado quien, cuanto más busca ayudar, más complica el panorama.
Aunque en ocasiones trastabilla por la predictibilidad de algunas vueltas de tuerca y en su afán de forzar ciertas secuencias -aún dentro de su verosímil, los escollos con los que se encuentra la pareja son superados con demasiada prolijidad, restándole fuerza a los villanos-, Bodas de plomo nunca se toma demasiado en serio a sí misma y algunos efectivos gags de humor negro parecen haber sido concebidos por otro de sus productores, Ryan Reynolds. Así, se gesta la historia de una reconquista (Tom y Darcy se conocen verdaderamente cuando el peligro los acecha) con una aventura de trasfondo propulsada por una dupla de gran química y un elenco -en el que también se luce la actriz de The Flight Attendant, Callie Hernandez- que ayuda a que la película no entre en una meseta.