Boris Becker intentó vender su anillo de boda para pagar sus deudas
El tenista Boris Becker, arropado por su pareja Lilian de Carvalho Monteiro, defiende ante el jurado de Londres que intentó vender hasta su anillo de bodas antes de declararse insolvente en junio de 2017 para poder solventar la deuda de casi sesenta millones de euros que le reclamaban entonces. Así lo ha contado su abogado, Jonathan Laidlaw, este miércoles en el juicio que se está celebrando contra el tenista alemán en Londres y que probablemente se prorrogue durante varias semanas. El tenista, a sus cincuenta y cuatro años, tiene de nuevo pendiente al mundo entero, esta vez fuera del terreno de juego.
Michael Bint, administrador judicial adjunto del Servicio de Insolvencia, ha declarado a su favor en el juicio que se está llevando a cabo en Londres contra el tenista estos días. Durante su interrogatorio en el juicio, Jonathan Laidlaw QC, abogado de Becker en el proceso, le ha recordado al funcionario que su cliente: “Se ofreció a dejarte caminar por la casa en Wimbledon para ver qué había allí y te ofreció un anillo de bodas caro”. Según Bint ha contado al jurado, entrevistó al tenista en su casa en Wimbledon el 11 de julio de 2017 y "estuvo cooperando". Durante la rápida conversación que Bint confirma que pudo mantener con el tenista, en circunstancias apresuradas porque la leyenda del tenis “trabajaba en ese momento para la BBC en un torneo de tenis cercano y se tenía que marchar”. Blint ha apoyado la versión del tenista, asegurando que “Su principal preocupación era buscar la anulación de la quiebra, pagar la deuda, mediante la venta de la Finca, a Arbuthnot Latham” y declarando que durante su visita, saba la prisa del tenista por atender sus compromisos logró que Becker “firmara un documento de cuestionario de información preliminar (PIQB)”, la única vez que lo consiguió en los cientos de casos que llevó desde 2007”
Se acusa al deportista de haber ocultado 50 millones de libras esterlinas a las autoridades británicas. La justicia le reclama no haber presentado para saldar sus deudas dos de sus tres trofeos de Wimbledon, el de 1985 y el de 1989, otros dos del Abierto de Australia en 1991 y 1996, y también la medalla de oro olímpica que consiguió en Barcelona en la modalidad de dobles. Le acusan de ocultar también 1,13 millones de euros de la venta de un coche Mercedes y de no haber declarado dos casas de su propiedad en Alemania y otro apartamento en Chelsea, al oeste de Londres. La justicia asegura que tampoco informó del préstamo que recibió de un banco por valor de 825.000 euros. También se le acusa de haber realizado transferencias de grandes cantidades de dinero suyo a otras cuentas, a nombre de sus ex mujeres, la diseñadora alemana Barbara Feltus y la modelo neerlandesa Sharlely Kerssenberg.
-Boris Becker, arropado por su pareja, comparece ante la justicia en un Tribunal de Londres
Con una condena previa por evasión de impuesto en alemania en 2002, que le obligó a pagar una multa de 300.000 euros por evasión fiscal de unos 1,7 millones de euros, ahora la mítica leyenda del tenis internacional se enfrenta ahora de nuevo a la ley acusado de veinticuatro delitos: nueve por no entregar trofeos y otros premios, siete por ocultar bienes, cinco por no revelar bienes, dos por sustraer bienes y uno por ocultar deudas.