Brad Pitt temía que alguien le grabara en sus reuniones de Alcohólicos Anónimos

Brad Pitt credit:Bang Showbiz
Brad Pitt credit:Bang Showbiz

La estrella de Hollywood abrazó una vida de abstinencia poco después del final de su matrimonio con Angelina Jolie en 2016 y comenzó a acudir a terapia para lidiar con sus propios fantasmas del pasado tras protagonizar un altercado con su hijo mayor Maddox a bordo de un jet privado, que dio pie a una investigación por parte de los servicios sociales estadounidenses.

Recién separado, el actor pasó 18 meses asistiendo a reuniones periódicas de Alcohólicos Anónimos y decidió cortar por lo sano con todos los vicios. Tras fumar durante gran parte de su vida adulta, también tomó dejó los cigarrillos y la marihuana, que marcó gran parte de la década de los 90 para él, y optó por sustituir el tabaco por chicles con sabor a nicotina.

"Tenía un grupo de hombres realmente genial, privado y selectivo, por lo que me sentía muy seguro. Porque había visto cosas de otras personas, como Philip Seymour Hoffman, que habían sido grabadas mientras se desahogaban y eso me parecía simplemente atroz", revela el actor, que ha perdido todos los "privilegios" y no se permite fumar ni un solo cigarro.

La conclusión poco optimista a la que ha llegado tras dedicar tanto esfuerzo a mejorar como persona es que todos experimentamos un dolor desgarrador en algún momento de nuestras vidas, según asegura en su última entrevista la revista GQ británica, en la que ha realizado una evaluación en toda regla de la condición humana.

"Creo que todos nuestros corazones están rotos. Siempre me he sentido muy solo en mi vida; solo cuando crecía de niño, solo incluso aquí, y no ha sido hasta hace poco cuando he empezado a contar un apoyo mayor de mis amigos y mi familia", afirma la estrella de Hollywood, que en los últimos años ha logrado al menos construir relaciones de amistad más estrechas gracias a su decisión de dejar el alcohol en 2016.