"Las Bravas", la mujer toma el control en la cancha
CIUDAD DE MÉXICO, mayo 5 (EL UNIVERSAL).- Para quienes disfrutaron de la combinación entre drama y futbol como", "Gol" y hasta "Atlético San Pancho", la serie "Las Bravas" es una buena opción para remitir a ese nostálgico formato, pero a la vez, renovado con temáticas sociales como la inclusión.
La serie es protagonizada por Mauricio Ochmann como Roberto Casas, un jugador estrella que empezó desde abajo y que gracias a su talento se consolidó, hasta que un repentino padecimiento lo obliga a salir de la cancha para siempre. Con tal de no quedarse en la banca, acepta entrenar al equipo femenil de su pueblo natal, "Las Bravas FC".
"El mensaje más poderoso es el de regresar a tu verdadera esencia y que eso rija tu vida, no lo externo. Hay unas escenas muy bonitas que me hicieron recordar el tema familiar, es conmovedora, divertida, chistosa, tiene muchos matices y eso es lo valeroso: la esencia de regresar a tu verdadero yo", señala Ochmann en entrevista.
Aunque al principio Roberto no tiene el mínimo interés de dirigir al grupo, al poco tiempo se convence de pertenecer a él cuando se entera que una de las integrantes es su hija.
Esta serie destaca la capacidad femenina de desarrollarse en un ámbito que socialmente está representado sólo por hombres y alrededor, mostrar a personajes que tienen la voluntad de enfrentar la masculinidad de un hombre afectado por la sociedad.
"Mi personaje, Lorena, me enseñó a tener confianza en mí y mi trabajo, a decir: aquí estoy y puedo", dice Paola Cuarón.
Mientras que Ana Jimena Villanueva, quien da vida a Renata, la mesera del bar del pueblo, reconoce: "Todas las mujeres de esta serie están empoderadas o se van empoderando conforme avanzan los capítulos y van aprendiendo en el camino a alzar la voz, a decir que no, a no aceptar que les digan que no pueden o que se burlen de ellas".
Dirigida por Ariel Winograd, la producción contó con la participación de verdaderas jugadoras de la Liga Mayor Femenil, de quienes Ana Valeria Becerril aprendió técnicas e ideales.
"Lo que me atrajo fue la promesa de jugar futbol enfrente de una cámara. Yo juego futbol desde que tengo 10 años y es otra pasión dentro de mí. Tenía que estar en este proyecto para hacer a Claudia y como portera, posición que yo nunca había experimentado", comparte.
En el elenco también se incluyen actores consolidados como José Sefami y debutantes, como Esmeralda Soto, quien destaca la diversidad de personajes como parte de una evolución.
Además del feminismo y el machismo, se tocan los temas de la discapacidad y la igualdad de género.
"Es importante tener los tipos de personajes que tenemos, visibilizarnos, visibilizar a las mujeres, a la comunidad LGBT, a las personas con discapacidad, romper con la creencia de que cierto tipo de cuerpos no pueden hacer algunas cosas, eso me gustó de mi personaje", afirma Esmeralda Soto, quien da vida a Tania.