Breves de espectáculos

Memoria de una tierra que pierde su rostro verde

CIUDAD DE MÉXICO, julio 12 (EL UNIVERSAL).- El interés nació en la mente de Gabriela Domínguez Ruvalcaba, cineasta de San Cristóbal de las Casas, casi desde niña, cuando veía a mujeres tsotsiles que pastoreaban en los alrededores de aquella ciudad. Hace un sexenio comenzó a darle forma a ese interés en torno a una película que las mostrara.

"Estaban ahí, en los alrededores de la ciudad en que yo crecí y fue preguntarme cómo podíamos cohabitar ahí, encontrando justo que lo que nos reunía era el territorio. Las montañas que nos rodean están siendo usadas como materia prima, como bancos de arena y cada vez se están perdiendo más los humedales", recuerda la realizadora

"Y ellas, en su quehacer de pastoras, caminan aún por las veredas cuando les están privatizando tierras, tienen menos espacios verdes, algo que a todos nos afecta, y era hablar de una memoria, del presente y ver el futuro, hacia dónde vamos",

Así inició el largo documental Formas de atravesar un territorio, hablado en dicha lengua y español, que en agosto estará en la Semana de la Crítica del Festival Internacional de Cine de Locarno, certamen con énfasis en el cine autoral.

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Gala Montes pone su confianza en la terapia

CIUDAD DE MÉXICO, julio 12 (EL UNIVERSAL).- Gala Montes confía en la terapia para cualquier ámbito de su vida. No sólo en el personal, donde en los últimos días reveló conflictos por una presunta extorsión por parte de su madre, y que la llevó a pensar en el suicidio, sino también en el ámbito profesional.

"Aprendes las conductas y los trastornos y los patrones y las reacciones, o sea, te da un panorama más grande de lo que son tus emociones; aprendes a jugar con ellas más fácilmente y me ha dado un rango de posibilidad como actriz", asegura en entrevista.

Gala asegura que ha podido desempeñar estas habilidades principalmente en su personaje de Rebeca Ramírez, una asesina en la telenovela Vivir de amor.

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Las Azules, el escuadrón que combatió sin armas

CIUDAD DE MÉXICO, julio 12 (EL UNIVERSAL).- El primer escuadrón femenino de mujeres en México no podía arrestar, no podía usar armas ni investigar. Vaya, ni siquiera correr con su uniforme. Pero en medio de las restricciones, estas mujeres sentaron un precedente en la historia de la policía que hoy recrea la serie Las Azules.

Para Fernando Rovzar, productor de la serie, lo que más atrajo su interés es que no había información o registro de este escuadrón, debido a que este cuerpo policíaco femenil no se creó para darle una oportunidad real a las mujeres, sino para distraer a la gente de la Matanza de Tlatelolco, que había sucedido tres años antes, y tratar de limpiar la imagen del gobierno.

"Se invitaron a estas mujeres con la idea de que serían policías, pero al entrar a la institución no les dieron armas, no podían investigar, no podían arrestar, usaban minifaldas y botas de cuero hasta la rodilla que les impedían correr; sólo les dieron un silbato y una bolsa de monedas. Entonces, mientras la historia es un triunfo indiscutible para las mujeres que entraron al cuerpo policíaco, no es algo halagador para el gobierno que las convocó", señala.

La historia es protagonizada por Bárbara Mori, Natalia Téllez, Ximena Sariñana y Amorita Rasgado.