Britney Spears confiesa que tomaba Adderall en sus noches de fiesta

Britney Spears credit:Bang Showbiz
Britney Spears credit:Bang Showbiz

Britney Spears no deja títere con cabeza en su flamante libro de memorias, 'La mujer en mí'. La princesa del pop saca a relucir en sus páginas el lado más oscuro de quien fuera una de sus parejas más famosas, el también cantante Justin Timberlake, al que acusa de haberle sido infiel y de haberla forzado a abortar a raíz de un embarazo accidental. La diva también profundiza en la tensa relación que mantiene con su padre Jamie, quien gestionó con mano de hierro la tutela judicial, opresiva a juicio de la artista, a la que estuvo sometida 13 años.

Además de ajustar cuentas con unos y otros, Britney también habla con franqueza en su autobiografía de sus hábitos más nocivos, relativos a su época de mayor inestabilidad psicológica. Al referirse a esas intensas noches de fiesta que solía compartir con otras celebridades, como Paris Hilton o Lindsay Lohan, a mediados de la década de los 2000, la artista ha reconocido que tomaba Adderall, un potente medicamente compuesto por cuatro tipos de anfetamina, para ganar energía adicional y levantar su ánimo.

"Sí, lo hacía por el subidón, pero lo que de verdad me atraía era que, durante unas horas, me hacía sentir menos deprimida", se sincera en uno de sus capítulos. Pese a que muchos veían en su comportamiento una mera motivación hedonista, lo cierto es que la vocalista atravesaba momentos muy difíciles, al sentirse sobrepasada por la atención mediática derivada de su popularidad, la presión de su familia y su condición de madre de dos niños pequeños, Sean y Jayden, fruto de su extinto matrimonio con Kevin Federline.

Britney habla con mucha naturalidad sobre su coqueteo con esas sustancias, pero también aprovecha su relato para desmontar algunas teorías o, al menos, para rebajar la magnitud de las informaciones que circulaban en ese período de su vida. "Esas fiestas nunca fueron tan alocadas como las presentaba la prensa", se defiende. Britney insiste, además, en que su relación con la bebida nunca fue especialmente preocupante. "Nunca he tenido un problema con el alcohol", subraya.