Britney Spears tenía prohibido beber café e incluso té durante su residencia en Las Vegas

Britney Spears en uno de sus conciertos de Las Vegas credit:Bang Showbiz
Britney Spears en uno de sus conciertos de Las Vegas credit:Bang Showbiz

Si Adele es una buena referencia, ponerse al frente de una residencia en Las Vegas implica lidiar con unos niveles altísimos de estrés que, en el caso de la cantante británica, le hicieron pasarse 30 horas seguidas sin dormir mientras trataba de solucionar los últimos detalles antes de aceptar que debía aplazar la fecha inaugural.

La princesa del pop tuvo que afrontar los cuatro años que pasó al frente de su propio espectáculo en el Planet Hollywood, donde ofreció más de 240 conciertos, sin la ayuda de la cafeína en las largas jornadas de ensayos porque los responsables de la tutela legal a la que vivió sometida hasta noviembre del año pasado controlaban incluso su dieta.

"La gente no lo sabe, pero cuando estuve en Las Vegas, nunca me permitieron ir al spa. No querían que me tomara un café o un simple té, así que mis amigos de casa venían a verme e iban a los spas a beber champán sin mí. No es mentira, y yo era la perdedora que trabajaba y los entretenía por la noche... No me parece que fuera un buen trato", ha asegurado en Instagram.

Según su versión de los hechos, tampoco tenía ningún control sobre el vestuario que utilizaba cada noche a pesar de que influía directamente sobre su desempeño sobre el escenario.

"Cuando solía a cantar, tenía que ponerme dos pares de medias... La única noche que hice trampa y dije que no, y no me cubrí las piernas, juro que bailé y me moví mucho más rápido", ha añadido.