Brooke Shields estrenó unipersonal: del recuerdo de su polémica madre al chicle que le masticó a Elizabeth Taylor y el odio del chimpancé de Michael Jackson

Brooke Shields estrenó en Nueva York un unipersonal en donde explora sus inicios y cuenta anécdotas con sus amigos famosos
Brooke Shields estrenó en Nueva York un unipersonal en donde explora sus inicios y cuenta anécdotas con sus amigos famosos - Créditos: @ANGELA WEISS

Brooke Shields debutó en el escenario al frente de su primer unipersonal, y material no le falta: niña prodigio dentro del mundo del espectáculo, su imagen se volvió familiar en la década del 80 por su participación en Niña bonita y La laguna azul. Además, su belleza la convirtió en una de las modelos más buscadas. Detrás de cámara también tuvo una vida movida: mantuvo un polémico vínculo con su madre, quien fue la impulsora de su carrera; compartió el detrás de escena con muchas de las grandes celebridades de Hollywood, sufrió la sexualización de su imagen y la industria le dio vuelta la cara cuando aún era muy joven, por “veterana”. Sobre varias de estas historias se explaya la actriz en Previously Owned by Brooke Shields, el show que estrenó el sábado pasado en el Café Carlyle, en Nueva York.

En la noche inaugural y según publicó el portal Page Six, Brooke Shields repasó sobre el escenario varias de sus historias más “locas” del mundo del espectáculo junto con grandes estrellas como Michael Jackson, de quien fue íntima amiga hasta el día de su muerte, hasta Elizabeth Taylor. La exmodelo de Calvin Klein también habló sobre su fallecida madre, una figura polémica, cuyos recuerdos incluso la hicieron llorar. Todo ello intercalado con interpretaciones de canciones de grandes artistas, desde Bob Dylan a Dolly Parton y George Michael.

El recuerdo más personal

Retrato de la modelo y actriz estadounidense Brooke Shields y su madre y gerente, Teri Shields, Nueva York, Nueva York, 1981.
Retrato de la modelo y actriz estadounidense Brooke Shields y su madre y gerente, Teri Shields, Nueva York, Nueva York, 1981. - Créditos: @Jack Mitchell

Teri, la madre de Shields, fue su mánager al principio de su carrera y siempre estuvo en el centro de la polémica por su trato hacia la pequeña artista y por permitir que la industria la sexualizara a tan temprana edad. Para matizar el costado más doloroso de su relación, Shields buscó desde el principio sacarle una sonrisa al público. “Se ha hablado de ella en la prensa, casi más que yo, y probablemente todos ustedes tengan sus opiniones”, comenzó. “Pero quienes realmente la conocíamos ¡la llamábamos Teri Terrific (Teri Estupenda)!”, remató.

Lejos de echar más leña al fuego, Shields recordó a su madre -quien murió en 2012, a los 79 años- con humor, lejos de las declaraciones que realizó hace algunos años, cuando la hizo responsable por sus inseguridades físicas, dijo que fue difícil cuidar a una alcohólica y aseguró que se independizó cuando ella falleció. “Hubo muchas risas y mucha diversión. ¡Dios, mi mamá era graciosa! expresó, antes de entonar Most of the Time, de Dylan.

Una historia llena de celebridades

Michael Jackson y Brooke Shields
Michael Jackson y Brooke Shields - Créditos: @John T. Barr

La exmodelo, hoy con 58 años, inició el espectáculo con I Think We’re Alone Now. Enfundada en un largo vestido naranja y con el cabello suelto, luego entonó un tema preparado especialmente para el show: Fame is weird (La fama es rara, en español). La canción le dio el pie perfecto para despacharse con una serie de perlitas que recolectó a lo largo de sus años como actriz y en la que dejó al descubierto las excentricidades de las celebridades.

“Elizabeth Taylor me pidió que masticara previamente su chicle”, exclamó, ante la incredulidad del público. Y siguió: “Wayne Newton me compró un poni. Curiosamente, Peter Fonda también lo hizo”, repasó, y habló también de Michael Jackson. “Él me amaba, pero su chimpancé, Bubbles, no”, reconoció. Sobre Dean Martin, Shields recordó que solía llamarla por teléfono cuando estaba en la escuela secundaria, y de inmediato aclaró que no era de una forma espeluznante o de temer. “Era sólo para hablar... Fue dulce. Él decía, ‘Ey niña. ¿Cómo va la escuela? ¿Cómo estuvieron los exámenes?’”, rememoró.

Entre el público, que disfrutó de las anécdotas y la voz de Shields, estuvieron Laura Dern, Mariska Hargitay, Alan Cumming, Alexandra Wentworth y los recién casados Billy Crudup y Naomi Watts. También el diseñador Christian Siriano, quien no pudo dejar de hablar efusivamente de lo mucho que le gustó el espectáculo. Shields cerró la presentación de nueve canciones cantando Faith, de George Michael, para luego entonar 9 to 5, de Parton, como bis.

El documental que encendió un debate

Brooke Shields en 1980
Brooke Shields en 1980 - Créditos: @Michael Ochs Archives

En abril de este año, Shields presentó su miniserie documental de dos capítulos La historia de Brooke Shields (Pretty Baby), estrenada en Estados Unidos en la plataforma Hulu y disponible en Latinoamérica a través de Star+.

En el documental, Shields explora las pautas de belleza, los abusos y la pérdida de inocencia. Se trata de un recorrido por la fama de la actriz y modelo que fue un boom en los años 80, quien siempre soñó con estar detrás de las pantallas y tuvo una carrera polémica. A los 12 años aparecía en televisión mientras justificaba el alcoholismo de su madre; también interpretó a una prostituta infantil en el film Niña bonita, donde tuvo escenas de desnudos y besos en pantalla con un actor mayor de edad. A los 15 años protagonizó La laguna azul, popular por sus escenas de desnudez. La serie es un viaje por el frenesí que se desarrolló alrededor de ella cuando apenas era una niña.

Brooke Shields en la película Niña bonita (1978), junto con Keith Carradine
Brooke Shields en la película Niña bonita (1978), junto con Keith Carradine

El documental refleja cómo la actriz fue sexualizada desde una edad temprana, al comienzo como modelo infantil y más tarde con sus participaciones en películas de temas sensibles. También aborda cómo, en el comienzo de los años 90, fue violada por un productor a quien conocía y que la había llamado para hablar de un proyecto mientras ella intentaba volver a la actuación. “Me paralicé”, recuerda en el documental. “Pensé que mi único ‘no’ debió haber sido suficiente. Shields decidió no contar lo que le había ocurrido. “Dios sabe que logré disociarme de mi cuerpo. Lo había practicado”, añadió, en referencia a las técnicas de actuación.