Brooke Shields revela que un médico realizó una cirugía íntima sin su consentimiento: ‘Una invasión’
Brooke Shields ha estado siempre en el ojo público desde su infancia, pero revela muchos momentos privados, a veces traumáticos en sus nuevas memorias, Brooke Shields Is Not Allowed to Get Old: Thoughts on Aging as a Woman (que sale a la venta el martes 14 de enero). Más de uno de esos traumas fue a manos de profesionales médicos. Una historia angustiante —sobre un procedimiento de rejuvenecimiento vaginal no deseado (y no necesario)— destaca entre las demás.
Shields, ahora de 59 años, revela en exclusiva en la nota de la última portada de Us Weekly que cuando estaba transitando sus 40, su ginecólogo le preguntó si la longitud de sus labios le había causado alguna vez molestias. Lo había hecho —junto con sangrado e irritación, desde la escuela secundaria— y el médico (a quien Shields describió como “maravilloso”) le dijo que era posible una reducción quirúrgica.
“Por supuesto, no está cubierto por el seguro porque se considera cosmético, lo cual es muy interesante. La última vez que revisé, no quería ser una estrella porno”, bromeó Shields a Us, explicando que “escuchó sobre estrellas porno haciendo esto” con fines estéticos.
En el libro, la actriz escribe una disculpa a los lectores que podrían encontrar la historia “demasiado gráfica o simplemente TMI [por las siglas de "too much information": demasiada información], como algunas generaciones todavía lo llaman”, pero explicó que sus intenciones eran puras.
“Mentiría si dijera que no me da vergüenza compartir esta información tan íntima”, escribió. “Pero, si queremos cambiar la forma en que abordamos y hablamos sobre la salud de las mujeres, entonces necesitamos abordar los temas incómodos pero muy reales. La vergüenza ya no es una opción.”
Shields decidió someterse al procedimiento recomendado por su ginecólogo. Durante un chequeo postoperatorio, tuvo una conversación impactante con su cirujano plástico masculino de Beverly Hills.
“Me informó que me hizo un pequeño extra”, dijo Shields a Us, explicando que además de su reducción —que era el procedimiento al que había consentido— recibió un rejuvenecimiento (o tensado vaginal). “Se sintió como una invasión, como una especie de violación extraña.”
Shields recordó que el médico “legítimamente me explicó con orgullo que, ya sabes, me hizo un pequeño dos por uno”. La actriz dijo a Us que estaba “atónita” por su revelación.
“Nada apuntaba a esta necesidad de ser más apretada o más pequeña o más firme o más joven, especialmente allí”, dijo Shields, señalando que tanto ella como su ginecólogo estaban enfurecidos.
Shields ni quería ni necesitaba el procedimiento “irreversible”, y no quería hablar de ello, sintiéndose tan “avergonzada” como “enfurecida” (Shields dijo a Us que no le contó a su esposo, el productor Chris Henchy, lo que sucedió “durante mucho tiempo.”)
Decidió no tomar ninguna acción adicional, legal o de otro tipo. “Pensé, no quiero que nadie más me diga lo que tengo que hacer", agregó Shields.
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Con reportaje de Carla Sosenko