Parecen varices pero estos bultos en las piernas responden a un problema mayor
Cuando nos salen este tipo de bultos en las piernas enseguida pensamos que es porque tenemos mala circulación, pero en realidad se trata de grasa acumulada en músculos, caderas, glúteos, rodillas, pantorrillas y tobillos, que produce dolor al tacto y espontáneo, y que puede aumentar con el ejercicio.
Se conoce como lipedema, y es un trastorno del tejido adiposo que se produce por la proliferación excesiva, y por tanto patológica, de células grasas en la mitad inferior del cuerpo.
Casi el 10 por ciento de las mujeres sufre esta enfermedad desconocida (apenas se han detectado unos cuantos casos en hombres) que, además, se confunde a menudo con varices, celulitis y la obesidad cuando en realidad, no tiene nada que ver. Así lo contó en su momento la actriz Itziar Castro, que se hizo popular por su papel en la seri 'Vis a Vis', cuando un tuit de un seguidor la puso sobre aviso.
De hecho, las personas con sobrepeso suelen tener repartida la grasa de forma más o menos proporcional. En el caso del lipedema, las extremidades inferiores suelen ser mucho más gruesas de lo normal y apenas hay definición en rodillas y tobillos, mientras que el tronco y la cara son visiblemente más delgados.
Poco a poco, este aumento de volumen de las células adiposas por depósito de grasa, conlleva un aumento de la presión en los tejidos, dando lugar al síntoma más importante del lipedema: el dolor.
Existe un componente genético, así como también un componente hormonal, dado que frecuentemente comienza o se intensifica coincidiendo con un cambio en los niveles de hormonas asociados a diferente etapas: pubertad, embarazo, menopausia, toma de píldora anticonceptiva...
La OMS reconoció el lipedema como enfermedad hace solo dos años y muchos médicos ni siquiera saben que existe. Se estima que alrededor del 70 por ciento de los médicos de atención primaria desconoce su existencia. Esto dificulta su diagnóstico y hace que muchas veces se receten soluciones que no atajan el problema.
El concepto erróneo más grande con respecto al lipedema es que la grasa es lo mismo que la obesidad y, por lo tanto, es causada por comer en exceso, y puede reducirse reduciendo las calorías y el ejercicio.
De hecho, muchas mujeres con lipedema están acostumbradas a seguir dietas sin lograr ningún resultado, ya que el régimen agudiza el problema porque adelgaza la parte superior del cuerpo, mientras mantiene el volumen inferior.
"Debido a que las mujeres con lipedema a menudo tienen sobrepeso, los médicos suelen ser desdeñosos", dice el especialista en medicina vascular John R. Bartholomew, de la Clinica Cleveland. Pero el lipedema no es obesidad y no siempre es culpa de una mujer que lo tenga.
"La mayoría de las personas, incluida la mayoría de los médicos, asumen que soy vago, codicioso y gordo", cuenta a Cosmo una víctima .
Según explica el Colegio Oficial de Farmacéutico de Madrid (COFM), "los primeros síntomas aparecen ligados a la pesadez continua de las piernas, que degenera en unapequeña desproporción entre la capa grasa del tronco y las piernas".
La sensación de dolor y pesadez, hacerse moretones con facilidad y tener la piel fría son otras señales de la existencia de este trastorno del tejido adiposo. Asimismo, sentir picazón o tener la piel escamosa, y ser incapaz de perder peso en el área afectada, sin importar cuánto trabajes, deberían hacerte sospechar y pedir cita médica.
Otra característica del lipedema es que no afecta a los pies ni las manos, lo que significa que a menudo se forma un efecto de "pulsera" alrededor de los tobillos o las muñecas. Esta desproporción se agudiza con la progresión de la enfermedad, generando un daño permanente e incapacitante, que puede derivar en otras patologías más complicadas. También se pueden observar pequeñas venas rotas debajo de la piel como arañas vasculares que con el tiempo van engordando y adquiriendo volumen. En los casos más graves aparecen esos bultos duros que duelen.
“Se trata de un problema del sistema linfático, de manera que el volumen de la pierna aumenta a expensas de líquido. Un linfedema suele ser asimétrico, es decir, una pierna se inflama más que la otra y, además la acumulación de líquido afecta al pie. Pero en el lipedema, los pies son normales y justo por encima de los tobillos empieza a acumularse volumen”, explica el doctor Enrique Burgos de la Obra, cirujano experto en lipedema y director médico de Lipemedical.
Aún no se sabe con certeza cómo se puede curar este trastorno, pero sí las formas de prevenirlo y reducir las molestias que causa.
“El manejo de esta enfermedad debe enfocarse como un problema médico y no como una condición puramente estética. El lipedema puede y debe tratarse efectivamente para liberar a la paciente de los síntomas y evitar la progresión, apunta el Dr. Burgos de la Obra. Es un deber de la comunidad médica conocer esta entidad clínica y ayudar a su difusión para evitar a las pacientes el sufrimiento que produce su desconocimiento”.
La terapia de compresión (con medias y drenajes linfáticos) puede ayudar a reducir la hinchazón y el dolor, al igual que hacer ejercicio en el agua, ya sea nadando o haciendo aeróbic acuático (aunque esto dependerá de lo debilitante que sea tu dolor y de si te sientes capaz). También se puede abordar mediante cirugía que consiste en una liposucción. Se trata de un procedimiento complejo, que debe ser realizado siempre por un especialista en Cirugía Plástica y Reparadora.
Recuerda que en principio la dieta no curará el lipoedema. En todo caso puedes consultar al médico si podría serte útil una dieta específica para eliminar la inflamación, similar a la que se recomienda a pacientes con diabetes o hipertensión. Pero lo importante es centrarse simplemente en mantenerte en forma, saludable y tan activa como sea posible.
Más historias que pueden interesarte: