Caldo de huesos: por qué no es buena idea adelgazar tomando esta sopa milenaria
La moda de adelgazar bebiendo caldo de huesos no es tan segura como crees. Aunque mucha gente lo incluye en sus planes de ayuno intermitente al ser rico en proteínas y bajo en calorías, el caldo de huesos no es milagroso ni puede sustituir las comidas principales.
Por mucho que la gente y algunos famosos como el actor Mark Wahlberg digan que funciona, la dieta del caldo de huesos no es recomendable para perder peso ya que aunque combina una dieta paleo baja en carbohidratos con un ayuno intermitente, según las evidencias no es necesariamente más eficaz que una dieta estándar reducida en calorías; y además, se desconocen sus efectos a largo plazo.
Su supuesto poder adelgazante radica en que los huesos se someten a una cocción lenta y esto da lugar a una sopa gelatinosa y nutritiva que ayuda al sistema digestivo y al hígado a expulsar los desechos y eliminar toxinas, favoreciendo la pérdida de peso.
Además, los defensores del caldo de huesos sugieren que ofrece múltiples beneficios para la salud, cada vez más variados y en constante crecimiento. Tradicionalmente, ha sido relacionado con la 'curación' del intestino y muchas enfermedades modernas parecen tener sus raíces en la disfunción intestinal. Pero lo cierto es que solo hay evidencias de un posible beneficio: que puede ser una ayuda o remedio básico para enfermedades como la gripe y el resfriado al estimular el sistema inmunológico.
Una de las claves de esta supuesta pócima mágica sería el colágeno, que nace de los huesos cuando están expuestos a altas temperaturas que se requieren para cocinar el caldo resultante. Se cree que gracias a la gelatina que contiene, promueve el crecimiento saludable del cabello y de las uñas.
Esta sustancia proteica ayudaría también a prevenir y corregir las arrugas, así como a favorecer la elasticidad y firmeza de la piel. Un poder que como decía se extiende a otras partes del cuerpo como el cabello, las uñas, los tendones o los ligamentos. Pero, ¿qué hay de cierto en todo esto?
En principio, consumir colágeno sí mejoraría la calidad de la piel y de las articulaciones, pero existen muchas teorías al respecto, y no por consumir un elemento en particular de la dieta este se absorberá de la forma que queremos, ni en la cantidad deseada, ni hacia el sitio deseado.
Por supuesto, no estamos diciendo que el caldo de huesos sea un plato ligero e insustancial. Claro que hidrata y alimenta (si está bien elaborado) ya que aporta a nuestra alimentación vitaminas B y K, ácido fólico y minerales como el potasio, magnesio, calcio y hierro. Cierto es también que al ser un líquido tan jugoso puede saciar y ayudarnos a controlar el apetito, manteniendo a raya la necesidad de consumir otro tipo de alimentos ricos en azúcar, pero de ahí a afirmar que es 'la nueva sopa quemagrasas' y que acaba con la celulitis, pues no.
Los endocrinos lo tienen claro: los beneficios de perder peso son múltiples si se hace de forma gradual mediante una dieta saludable y ejercicio físico. Pero no con dietas exprés ni remedios milagrosos que ponen en riesgo la salud y favorecen el efecto rebote.
En términos generales, el valor calórico de las dietas oscila entre 1.200 y 2.000 kcal al día dependiendo del exceso de peso de la persona. Lo recomendable es una pérdida de peso progresiva y constante de 0,5 a 1 kilos a la semana.
Pero, para hacerlo de un modo seguro, hay que seguir un plan bien equilibrado, en ningún caso hay que adoptar posturas radicales como dejar de comer sólidos durante unos días y sustituir las comidas principales por un caldo, por mucho que sea de huesos. El objetivo debería ser aprender a comer bien y combinar esa dieta con unos hábitos saludables que hay que mantener de por vida.
Someter al cuerpo al estrés de las dietas milagro es peligroso y absurdo. Ningún caldo (batido o sopa) debe usarse como sustitutivo de comidas. Y en el caso concreto del caldo de huesos, no hay base científica que avale la eficacia de esta dieta.
Si tuviéramos que dar un veredicto final diríamos que no está confirmado científicamente el poder adelgazante del caldo de huesos, pero podría ser el complemento ideal de un régimen de adelgazamiento bien planteado, ya que ayudaría a combatir la retención de líquidos asociada al sobrepeso y la celulitis.
Pero no te engañes, probar por probar y seguir planteamientos sin evidencia científica porque está de moda y lo dice un famoso o una influencer es una pérdida de recursos, de tiempo y de energía. Y lo peor, ¡tu salud está en juego!
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