“Calor y perdón”: los secretos de Rob Lowe para mantener vivo su matrimonio luego de 31 años

Rob Lowe y su esposa, Sheryl Berkoff
Rob Lowe y su esposa, Sheryl Berkoff

Nadie podía imaginar, en la década del 80, que Rob Lowe iba a convertirse en una palabra autorizada para hablar de relaciones exitosas y matrimonios afianzados. Sin embargo, aquel joven rebelde que rompió más de un corazón dentro de Hollywood y que casi pierde su carrera por un escandaloso video sexual, logró formar una familia y, lejos de sus antiguos malos hábitos, comparte sus secretos para mantener en pie su matrimonio de nada más y nada menos que 31 años.

En el último episodio de iHeartPodcast Table for Two con Bruce Bozzi, el actor de 59 años habló de la relación que tiene con su esposa, la maquilladora Sheryl Berkoff, y explicó que uno de los secretos del amor duradero es encontrar la pareja adecuada.

“(El matrimonio) es difícil en cualquier lugar, no es solo Hollywood... En todas partes”, arrancó el protagonista de Inestable, la exitosa serie de Netflix en donde comparte cartel con su hijo John Owen Lowe, ante una consulta de Bozzi. “ Sheryl era y es mi mejor amiga. Entonces, si te casás por algo que no sea el hecho de que es tu mejor amiga, estás en desventaja desde el principio, porque eso se mantendrá cuando las otras cosas fluyan y fluyan ”, continuó el intérprete su teoría sobre el amor eterno.

Otro de los puntos importantes para que una relación avance, continuó Lowe, es la capacidad de saber perdonar. “La gente dice que el matrimonio requiere trabajo. No estoy seguro de si requiere trabajo, pero lo que sí requiere es perdón, y ser realmente consciente de lo que cuesta”. Además, Lowe admitió que mantener viva la chispa física es otro factor importante en una relación exitosa a largo plazo. “Creo que necesitas calor”, compartió. “Si no tienes ese fuego, y eso es algo químico -quiero decir, todavía lo tengo con Sheryl- tienes que revivir el calor” .

Más adelante, Lowe amplió su idea de la atracción física a lo largo de los años. “Eso va y viene también, hay momentos en los que dices, ‘Nah’. Y luego hay momentos en los que estás loco por alguien”, completó.

De amor y redención

Lowe y Berkoff se conocieron en una cita a ciegas en 1983, pero no fue hasta que trabajaron juntos en el thriller erótico Bad Influence (1990) que llegó el flechazo. Y si bien no era el mejor momento en la vida del actor por su adicción a las drogas y los constantes escándalos que lo tenían como protagonista, ella lo esperó un mes hasta que a él le dieron el alta en un centro de rehabilitación al que llegó como consecuencia de su adicción. Muy enamorados, Lowe y Berkoff pasaron por el altar en julio de 1991 y, al tiempo, Rob estrenó una nueva faceta en su vida: se convirtió en padre de Matthew Edward (1993), y de John Owen (1995).

Convertido en un romántico empedernido, Lowe no pierde oportunidad para halagar a su esposa y remarcar lo importante que fue y es en su vida tanto en sus redes sociales como en sus declaraciones a la prensa. En julio del año pasado, para su aniversario de bodas número 31, compartió una foto de ella en su cuenta de Instagram junto a un dulce mensaje al pie de la imagen. “Feliz 31 aniversario, bebé”, escribió. “Tu amor ha hecho mi mundo. Eres tan hermosa, conocedora, fascinante, amable e hilarante como lo eras hace tantos años gloriosos. ¡Compañeros en el amor de por vida!”, completó el texto.

Rob Lowe junto a su mujer y sus dos hijos
Rob Lowe junto a su mujer y sus dos hijos - Créditos: @Instagram

En una entrevista con la revista People, Lowe se sinceró y aseguró que vio en su esposa algo realmente especial desde el comienzo de la relación. “Tenía la sensación de que si alguna vez iba a poder hacer que funcionara con alguien, era con Sheryl”, dijo, y luego recordó que en ese momento se sintió “visto” de verdad por primera vez en su vida.

El actor también compartió durante la entrevista que siempre estuvo agradecido de que Berkoff se arriesgara con él. “Ella vio cosas en mí que nadie había visto antes”, dijo en ese momento antes de llamar a su matrimonio con Berkoff uno de los “milagros” más grandes de la vida: “Sigo pensando que es la persona más caliente, sexy, hermosa, loca, complicada y entretenida que conozco, además de ser una gran madre”.