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Lisboa, 28 ene (EFE).- Una de cada cinco familias en Portugal son incapaces de calentar adecuadamente sus casas en invierno, lo que sitúa al país a la cabeza de Europa en pobreza energética y provoca muertes todos los años que podrían evitarse. Según EuroMOMO, un observatorio que monitoriza los excesos de mortalidad en 27 Estados europeos, Portugal está siendo el único país en registrar más muertes de lo normal todas las semanas desde el inicio de este invierno. El presidente del Consejo Portugués para la Salud y el Medio Ambiente, Luís Campos, explicó a EFE que este excedente, que el Instituto Nacional de Salud Doctor Ricardo Jorge estima en 736 decesos desde el comienzo de la estación, se debe a factores epidemiológicos, socioeconómicos y de comportamiento. "La interacción de estos factores y la pobreza energética determinan que en Portugal mueran entre cuatro y ocho veces más personas por frío que por calor", resumió Campos. Esta pobreza afecta especialmente a los archipiélagos de Madeira y Azores, y a las regiones rurales de Minho y Trás-os-Montes, indica el Índice de Vulnerabilidad Energética Municipal (IVEM), pero está presente también en las grandes urbes. En Lisboa, la ciudad más poblada de Portugal, dos de cada tres personas (63,2 %) aseguran haber pasado frío en sus casas "por lo menos alguna vez" en los últimos inviernos. Para el Observatorio Nacional de la Pobreza Energética (ONPE-PT), las principales causas son los bajos salarios, el encarecimiento de la electricidad y un envejecido y mal acondicionado parque inmobiliario. Wally Barros, brasileño afincado en Lisboa desde hace un año, da fe de esto último: su apartamento, explicó a EFE, está en un edificio "muy antiguo", donde hay mucha humedad, lo que hace que las estancias estén frías "incluso en verano" y le obliga a mantener dos radiadores encendidos a todas horas. Hasta la fecha el Gobierno luso ha distribuido 28,2 millones de euros en ayudas para mejorar la eficiencia energética de edificios como el que describe este actor de 32 años, pero todavía tiene que revisar más de la mitad de las 80.000 candidaturas recibidas. Entretanto, vecinos como Christina, francesa de 25 años radicada en la capital portuguesa desde el pasado mes de noviembre, siguen teniendo serias dificultades para acondicionar su hogar. En su bloque, no hay calefacción central, algo a lo que está acostumbrada en su Francia natal y que, pese a todo, prefiere no remediar antes que utilizar estufas por su impacto en el medio ambiente. "En diciembre hizo mucho frío, por lo que algunas noches tuve que dormir con un abrigo puesto", aseguró a EFE esta licenciada en Periodismo. Con un 20,8 % de familias en riesgo de pobreza energética, Portugal tiene un porcentaje ligeramente superior al de España y Rumanía, según Eurostat. Bruno y Marlene ponen cara a esa cifra. En un banco de la céntrica plaza de Amoreiras, esta pareja relató a EFE que hasta el año pasado eran "sintecho" y que hace poco accedieron a una vivienda gracias al programa 'Housing First', presente en otros países. Marlene se siente "afortunada" de poder cubrir sus gastos, incluidos en su alquiler de 700 euros, con el Rendimiento Social de Inserción (RSI, una ayuda para personas en situación de pobreza extrema) de los dos. Aun así, la sensación térmica es mejor en la calle: "Aquí pasamos menos frío", razonaron casi al unísono bajo un mar de nubes grises y una intermitente brisa gélida. Para ayudar a los entre 1,8 y 3 millones de portugueses que como ellos pasan frío en sus casas en invierno, el ONPE-PT elaboró en 2024 la Estrategia Nacional a Largo Plazo para la Lucha Contra la Pobreza Energética con el objetivo de erradicar este problema para 2050. El grupo ecologista ZERO lo ve como un paso adelante, pero pide a las autoridades medidas concretas, diversificar las fuentes de financiación y priorizar la rehabilitación térmica de los edificios. "Es esencial que se considere a todas las capas de la sociedad, evitando programas de apoyo que de un tiempo a otro prioricen sólo a determinados grupos", detalló por escrito a EFE Islene Façanha, experta en eficiencia energética de ZERO. "Debemos garantizar una respuesta inclusiva, asegurando que nadie se quede atrás", concluyó. Carlos Caselles Calle (c) Agencia EFE