¿Un cameo de Julia Roberts en 'Misión Imposible'? Sí, estaba previsto pero no llegó a buen puerto

Julia Roberts credit:Bang Showbiz
Julia Roberts credit:Bang Showbiz

Christopher McQuarrie, director de la séptima entrega de la longeva saga de acción 'Misión Imposible', reveló hace unos días que el equipo de la película se planteó rejuvenecer digitalmente a Tom Cruise de cara a los diversos 'flashbacks' que se añadirían a la trama: una idea que finalmente se descartó porque podía haber desviado la atención de lo verdaderamente importante en la historia, según el realizador.

La misma razón ha esgrimido ahora el cineasta para justificar que Julia Roberts, a la que iban a reclutar para esas escenas del pasado, finalmente no haya hecho acto de presencia en la película. McQuarrie ha explicado que la oscarizada intérprete, considerada durante décadas como la 'novia de América', podría haber dado vida a la amante del protagonista, Ethan Hunt, en una secuencia ambientada en el año 1989.

Al igual que Tom Cruise, la estrella de Hollywood se habría presentado en la gran pantalla con varios años menos, recreando el jovial aspecto que tenía en los tiempos de 'Mystic Pizza' (1988), uno de sus primeros trabajos de renombre. "De alguna manera, tendríamos que haber convencido a Julia Roberts para que viniera e hiciera un pequeño papel en esta historia", ha señalado el director antes de incidir en el efecto contraproducente que habría tenido la medida. "A medida que te adentrabas en este concepto, acababas pensando: 'Ahora todo el mundo va a estar hablando sobre el rejuvenecimiento de Julia Roberts, y también del de Tom'", ha contado a su paso por un podcast de la revista Empire.

Christopher McQuarrie tampoco ha querido ocultar que los planes nunca llegaron a materializarse, asimismo, por el elevado coste económico que habrían traído consigo. "Recibí una estimación de la factura antes de haber incluido siquiera los sueldos en la ecuación. Y si con esa tecnología pones a dos actores en la misma escena, o a tres, habría sido más caro que comprar un tren. Todo ello sin considerar la forma de rodar, la fluidez y los movimientos de cámara", ha apuntado.