Carlos III ya ha abierto al público el castillo de Balmoral, donde tiene los recuerdos más bonitos y más tristes

Isabel II y el duque de Edimburgo en el castillo de Balmoran en 1979 con tres de sus cuatro hijos: Carlos III, el príncipe Andrés y el príncipe Eduardo
Isabel II y el duque de Edimburgo en el castillo de Balmoran en 1979 con tres de sus cuatro hijos: Carlos III, el príncipe Andrés y el príncipe Eduardo (Getty Images)

En este año convulso para la Familia Real británica, marcado por la enfermedad de Carlos III y Kate Middleton y el reciente accidente de la princesa Ana al ser golpeada por un caballo, el monarca ha tomado una importante decisión que lo acerca aún más a los ciudadanos, esos que tanto le están apoyando durante su recuperación. El soberano, que apuesta por una era marcada por la transparencia, ha decidido abrir al público este 1 de julio el castillo de Balmoral, que se acabó de construir en 1855 y al que Isabel II se refería como "mi querido paraíso en las Tierras Altas".  Aunque sigue el modelo de otras residencias reales, se trata de una decisión muy significativa ya que es su casa más privada, en cuyo interior los Windsor han vivido los momentos más bonitos y también los más difíciles.

Carlos III, con falda escocesa y uno de sus perros en los terrenos del castillo de Balmoral en 1978
Carlos III ha decidido abrir al público el castillo de Balmoral, su residencia escocesa, escenario de los momentos más felices y más tristes de la Familia Real británica (Gtresonline)

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El castillo de Balmoral, donde la Familia Real suele desconectar en el verano, ya ofrecía al público un pequeño acceso por los jardines y el salón de baile. Pero en estas visitas guiadas ha abierto otras dependencias que han acogido hechos históricos como el vestíbulo de entrada, el pasillo rojo, los comedores principal y familiar, el vestíbulo de los pajes, la biblioteca (actualmente  usada como despacho de Carlos III) y el salón.  En este último punto se hizo el 6 de septiembre de 2022 la última imagen de Isabel II recibiendo a la entonces nueva Primera Ministra, Liz Truss.

Durante el recorrido también se puede ver una muestra de trajes usados por los miembros de la Corona; la colección pictórica privada del monarca, con cuadros de Sir Edwin Henry Landseer, quien hizo los leones de la columna que hay en Trafalgar Square y cada verano era invitado por la Familia Real a pasar unos días en Balmoral; piezas como el timbre que se usa para llamar a la cena o el silbato que emplea el chófer; y las novedades que Carlos III ha introducido. Desde que se convirtió oficialmente en jefe del Estado, ha cambiado las alfombras del salón por el tartán de Hunting Stewart (en tonos verdes y azules). Se trata de una vuelta al pasado, ya que es el estilo original que eligió su tatarabuela, la reina Victoria.

El castillo de Balmoral
Este 1 de julio se han abierto las puertas y se admitirán visitas hasta el 4 de agosto, con un máximo de 40 por día y divididads en grupos de diez personas (Gtresonline)

Las visitas guiadas han comenzado este 1 de julio y se realizarán hasta el 4 de agosto, cuando se espera que lleguen los Reyes para disfrutar de unas semanas de desconexión. Cada día se admite a un máximo de 40 personas divididas en grupos de diez. Las entradas del tour por el interior de esta residencia, que se agotaron a las 24 horas de salir a la venta, oscilan entre 116 y 175 euros. Las más caras, además de la visita, incluyen un té con pastas y aperitivos. "Es un lugar magnífico, creo que el rey quiere que la gente lo vea. "El público que consiga una entrada saldrá [habiendo visto] la casa de vacaciones de la familia real; eso es exactamente lo que es, parece muy acogedora", aseguraba James Hamilton-Goddard, gerente de turismo de la finca.

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Abrir las puertas de Balmoral supone compartir una parte privada de su vida, ya que sería imposible entender la historia reciente de la Familia Real sin nombrar este castillo en el que el 8 de septiembre de 2022 murió Isabel II, reina de todas las reinas. Sus restos mortales se instalaron en el salón de baile de esta residencia (a puerta cerrada, solo con sus hijos y nietos presentes) antes de trasladarse al Palacio de Holyroodhouse de Edimburgo, a la Catedral de San Giles y finalmente a Londres, donde se celebró su funeral de Estado el 19 de septiembre en la Abadía de Westminster para después ser enterrada en la capilla de San Jorge de Windsor junto a su esposo.

Horas antes de morir, Isabel II recibió a la entonces primera ministra Liz Truss en Balmoral, donde falleció el 8 de septiembre de 2022
Horas antes de morir, Isabel II recibió a la entonces primera ministra en Balmoral, donde falleció el 8 de septiembre de 2022 (Gtresonline)

Este castillo fue testigo de las últimas horas de Isabel II, pero también de cientos de momentos inolvidables para ella como su luna de miel con Felipe de Edimburgo en 1947. Adoraba estar en esta residencia escocesa en la que disfrutaba haciendo vida al aire libre, montando a caballo, jugando con sus corgis, conduciendo su todoterreno e incluso lavando los platos de la comida. Tambiçen le gustaba ejercer de anfitriona en este remanso de paz y tranquilidad.

"Es el lugar más hermoso del mundo. Creo que “Granny” es la más feliz allí. Creo que realmente ama las Tierras Altas. Paseos, picnics, perros, muchos perros; siempre hay perros y personas que entran y salen todo el tiempo”, dijo la princesa Eugenia sobre la soberana y su mágica conexión con este enclave escocés en el que cada verano reunía a toda su familia y a otros invitados. Y es que en Balmoral no solo era la Reina, sino también la madre, la abuela y la bisabuela.

Cada verano, los Windsor se reunen en Balmoral, donde Isabel II pasó sus últimos días
Cada verano, los Windsor se reunen en Balmoral, donde Isabel II pasó sus últimos días (Gtresonline)

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El verano de 1997, la Familia Real conoció la noticia de la muerte de Diana de Gales estando en Balmoral. El propio Harry lo relata en su biografía, En la sombra. El duque de Sussex cuenta que padre se sentó al lado de su cama y le explicó que su madre había tenido un accidente y no se había recuperado de las heridas sufridas aunque lo habían intentado. "Todo irá bien", le dijo.  El príncipe Guillermo y él pasaron varios días sin salir del castillo mientras que Carlos III y dos de sus tías maternas viajaron a París para acompañar los restos mortales de Diana en su último viaje a Reino Unido, donde le dieron el último adiós el 6 de septiembre de 1997 en la Abadía de Westminster.

Isabel II montando a caballo por Balmoral
Isabel II adoraba pasar tiempo el Balmoral, donde disfrutaba en contacto constante con la naturaleza (Gtresonline)

La historia de este castillo 'doble'

El espectacular castillo que Carlos III ha heredado de Isabel II, quien a su vez lo heredó de Jorge VI, se encuentra en el Valle de Dee en Aberdeenshire, a casi diez kilómetros del pueblo de Braemar, en Escocia.  Inicialmente, el terreno era de 26.000 m², pero actualmente la extensión es mucho mayor, superando los 200.000 m². La naturaleza es la gran protagonista ya que en su interior alberga los parques de Ballochbuie y Caledonian, así como el lago de Muick de agua dulce.

En 1852, Balmoral se convirtió en una propiedad de la realeza al comprarlo el príncipe Alberto para la reina Victoria, quien se enamoró de las Tierras Altas durante su primera visita a Escocia. Una vez comprado, mandaron reconstruir el edificio para adaptarlo a sus necesidades. El arquitecto William Smirh se encargó de la remodelación y como el resultado no terminó de convencer, tuvo que levantar otro edificio  a unos 100 metros al noroeste. La primera piedra la colocó la citada monarca en 1853 y tres años más tarde finalizó la construcción. No fue hasta entonces cuando se derribó la construcción inicial, de la que se conserva una piedra.