Carlos III no permitirá que el príncipe Andrés vuelva a la vida pública

El príncipe Andrés credit:Bang Showbiz
El príncipe Andrés credit:Bang Showbiz

La amistad que durante tantos años mantuvo el príncipe Andrés con el malogrado empresario Jeffrey Epstein, líder de una extensa red criminal que se dedicaba al tráfico de personas y a la explotación sexual, le ha salido cara al hermano del actual rey de Inglaterra, Carlos III. Ya en tiempos de Isabel II, el duque de York se vio despojado de diversos títulos y honores militares, con sus correspondientes privilegios, a raíz de las acusaciones de abusos sexuales que recibió de Virginia Giuffre, una de las víctimas de la mencionada trama delictiva.

Andrés acabó zanjando legalmente su disputa con Giuffre, quien aportó a la prensa pruebas concluyentes sobre sus encuentros con el príncipe, abonándole una indemnización millonaria que, sin embargo, trató de camuflar como una donación dirigida a las víctimas de delitos sexuales. El duque nunca ha admitido públicamente ninguna responsabilidad en los hechos que se le imputaron, y al parecer llevaría cerca de un año preparando una nueva estrategia judicial para conseguir que un juez le declare oficialmente inocente.

Nada de eso parece haber cambiado su complicada relación con la casa real y, mucho menos, su estatus dentro de la Firma. Una fuente del palacio de Buckingham ha revelado ahora que, con independencia del desenlace definitivo que tenga su historia con Giuffre, es harto improbable que el príncipe Andrés recupere sus antiguos privilegios y vuelva a formar parte de la alineación titular de la familia Windsor.

La decisión de mantener a Andrés bien lejos de la vida pública provendría directamente del monarca británico: "El Rey ha resuelto que el Duque de York no puede regresar, bajo ningún concepto, a sus tareas públicas. Siempre ha dicho que el duque es un miembro muy querido de su familia, pero eso no significa que se haya considerado ningún tipo de cambio en su posición", ha subrayado este informante al diario Daily Telegraph.

El pasado domingo, el duque fue visto a bordo de un vehículo que le trasladaba al castillo de Balmoral y en el que también se encontraban los príncipes de Gales, Guillermo y Catalina. Ese encuentro fue interpretado por algunos analistas como una muestra de la supuesta distensión que se habría producido entre las partes, pero desde palacio se niega que esa cordialidad vaya a tener implicaciones en el exterior. Por otro lado, el mismo confidente admite que "en la recta final del año pasado" se produjeron varias "reuniones privadas" entre el rey Carlos y su hermano menor con el objetivo de "trazar algún plan para que el príncipe" encuentre acomodo dentro de la casa real. En ese sentido, el soberano estaría dispuesto a ceder a Andrés la gestión de varias fincas privadas, pero en ningún caso funciones públicas.