Carme Ruscalleda, la mujer con más estrellas Michelin del mundo

No es fácil brillar en la alta cocina y mucho menos hacerlo cuando se es mujer. Sin embargo, cada vez son más las cocineras que trabajan por alimentar sus pasiones y mostrarle al mundo de lo que son capaces. Así es el caso de Carme Ruscalleda, quien con talento y esfuerzo se convirtió en un referente de la gastronomía.

Sus menús vanguardistas cuidadosamente diseñados para ser también saludables y de alta calidad le abrieron paso en el escenario culinario. La suya es una historia de esfuerzo y de trabajo en equipo que vale la pena conocer.

De charcutera a celebridad: Carme Ruscalleda

La provincia de Sant Pol de Mar -justo entre Girona y Barcelona, en Cataluña- es el lugar que vio nacer a la cocinera en 1952 dentro una familia de agricultores y charcuteros. Gracias al trabajo de sus padres, desde pequeña entendió la importancia del producto en la alimentación humana y hoy es su punto de partida a la hora de cocinar.

Foto: https://www.ruscalleda.cat/es/galeria

La joven Carme tenía talentos diversos: el arte y el comercio los principales. También le gustaba la cocina aunque no la contempló como un oficio del cual vivir como una de las primeras opciones. Después de concluir sus estudios entró el negocio de charcutería que llevaba su familia y ahí descubrió la vocación a la transformación de ingredientes al tiempo que conoció a su ahora esposo Toni Balam.

Juntos desarrollaron una línea de alimentos para llevar dentro de la misma charcutería. El tiempo pasó y descubrieron que no solo eran una gran pareja sino una excelente mancuerna para hacer negocios. Por esa razón emprendieron en 1988 el restaurante que volteó los ojos del mundo hacia Sant Pol de Mar.

La magia de Sant Pau y la cocina de Carme

Adelantada a su época, Ruscalleda tenía muy claro que la calidad de los ingredientes de su región serían los protagonistas del restaurante. La idea era hacer platos elaborados y con técnica -como habían puesto de moda los hermanos Adrià un par de comarcas al norte de la suya- pero que al mismo tiempo fuera cercana a sus comensales.

Juega con especias y condimentos; fue pionera en la llamada cocina de producto y puso énfasis en rendir un homenaje a su tierra mediante sus creaciones. Fue de las primeras cocineras en hacer menús sinestésicos, es decir, maridados con música.

carme ruscalleda
carme ruscalleda

Este plato se llama Bamba y sabe a México: tiene tortilla de maíz, hoja santa y achiote entre sus ingredientes. // Foto: https://www.ruscalleda.cat/es/galeria

En el 91 Sant Pau ganó la primera estrella Michelin y a partir de ahí los éxitos siguieron. Reconocimientos como “cocinera de oro” “restaurante del año” y el Premio Nacional de Gastronomía de España son tan solo un vistazo de lo que se logró a partir de la sencillez de los productos catalanes puestos en manos de Carme Ruscalleda.

Y así llegaron la segunda y la tercera estrella Michelin para Sant Pau. Con este reconocimiento, la chef se convirtió en la primera mujer del planeta en tener el máximo galardón gastronómico de la época; trascendió las fronteras europeas, empacó sus cosas y abrió las puertas de su casa en Tokio.

Seguido de eso, Barcelona y el paladar de los barceloneses fueron los siguientes lugares a conquistar. El trabajo fue arduo pero logró abrir Blanc y Moments, dos restaurantes de cocina vanguardista catalana en el Hotel Mandarin Oriental.

El legado

El carisma de Carme Ruscalleda no se queda en ella. Aunque Sant Pau en Sant Pol de Mar cerró en 2018, es una figura que sigue en el mapa con proyectos sorprendentes.

Restaurante Moments, en Barcelona. // Foto: https://www.ruscalleda.cat/es/galeria

Llevo 50 años en el mundo laboral, así que se trata de una decisión que he tomado después de unos cuantos kilómetros vividos y trabajados. Yo tengo muchas ganas de seguir trabajando y quería dejar ese restaurante en el punto más alto.

Carme Ruscalleda para BBC Mundo.

Ha sido mentora de diversos cursos y hoy es parte del proyecto Talent Class para enseñar a cocinar vía online.

Su hijo Raül siguió sus pasos y hoy es la cabeza de Moments y Blanc, lo cual convierte a esta familia en una leyenda de la gastronomía mundial.

Porque, en los ojos de la mujer cocinera más reconocida del mundo, la cocina es ingrediente y conocimiento; ninguno puede vivir sin el otro.