Anuncios

La 'Carmen' de Melissa Barrera es mexicana, indocumentada y aguerrida, pero sobre todo, es una gran bailarina

Ha pasado poco más de un mes desde el estreno de “Scream VI”, la nueva, aclamada y exitosa entrega de una de las sagas de terror más celebradas de todos los tiempos, y Melissa Barrera, quien la protagoniza, regresa desde este fin de semana a las salas con un proyecto mucho más independiente (de hecho, dentro de nuestra región, se puede ver por el momento de manera exclusiva en el Laemmle Royal) pero igualmente llamativo donde vuelve a tomar el rol estelar.

Se trata de “Carmen”, la más reciente versión cinematográfica de la célebre ópera de Georges Bizet -basada a su vez en una vez en una novela corta de Prosper Mérimée- sobre una gitana cuyos encantos seducen de tal modo a un soldado español que lo llevan a abandonar todas sus obligaciones. La historia ha sido llevada numerosas veces a la pantalla; existe incluso una producción televisiva con Beyoncé y, por supuesto, una española -debidamente cargada de flamenco- que fue dirigida por el legendario Carlos Saura.

Pero lo que tenemos ahora ante nosotros es no sólo una interpretación muy libre del relato en el que la protagonista se convierte en una joven mexicana que entra de manera indocumentada a los Estados Unidos luego de que su madre es asesinada por un cartel y que conoce aquí a un ‘marine’ al que, en lugar de arruinarle la vida, le da lecciones de respeto por los seres humanos, sino también una cinta con muchos aspectos experimentales donde la narrativa convencional le da paso a momentos oníricos y numerosas secuencias de baile.

En la entrevista con Los Angeles Times en Español que reproducimos a continuación, Barrera habló del estado actual de su carrera, de lo que significó participar en este largometraje -que es la ópera prima del afamado bailarín y coreógrafo Benjamin Millepied (“Black Swan”)-, de la intensa preparación física a la que se sometió y de su trabajo con Paul Mescal, el actor irlandés que interpreta al ‘marine’ y que fue nominado recientemente al Oscar por su papel en “Aftersun”.

Melissa, si decimos simplemente que tu Carmen es una mujer que escapa de un cartel para refugiarse en este país, daremos la impresión de que esta película es algo bastante convencional. Pero no lo es, por supuesto.

No hay nada convencional en esta película. Es completamente original, empezando por la manera en la que se cuenta la historia, porque esta Carmen es una mujer mexicana que cruza la frontera en búsqueda de seguridad y de libertad y que encuentra el amor en el camino. Y es una historia que se cuenta a través de la danza, aunque no es un musical. Es como si [el director] Benjamin hubiera creado un género totalmente nuevo: un drama que se cuenta a través del movimiento. Por lo tanto, es una experiencia inmersiva y poderosa que es además visualmente hermosa.

¿Cómo fue para ti trabajar en algo tan inusual?

Fue una experiencia completamente diferente a todo lo que he hecho, así como un reto muy grande por todo el baile, ya que tuve que hacer todos los números y no había dónde esconderse, porque la mayoría de las escenas son continuas, sin cortes, con una cámara que baila prácticamente con los personajes. Hay muy poco diálogo en la película, porque lo que pasa se cuenta a través de los cuerpos y de los sentimientos.

Fue un proceso de muchas horas de ensayo, porque yo sabía que el baile era el lenguaje de Carmen. Ella nació siendo bailarina y expresa todos sus sentimientos a través de esos movimientos, por lo que era muy importante que, a la hora de ver esto, la gente me viera bailar y dijera ‘le creo’, porque si eso no funcionaba, se perdía una parte de la magia de la película.

Antes de hacer esto no habías estudiado formalmente danza, ¿verdad?

Tengo muchos años haciendo teatro musical, y en él, siempre hay un componente de baile; pero no me considero una bailarina profesional, porque no tengo el entrenamiento ni la escuela de los bailarines. Me considero una persona con buena coordinación y un poco de gracia. Creo entonces que, con mucho trabajo y mucho ensayo, puedo lograr parecer una bailarina, que es lo que hice en [el musical cinematográfico] “In The Heights” y en “Carmen”.

¿Cómo definirías al tipo de baile que se practica en la película? Porque hay momentos de flamenco, de danza contemporánea y hasta de ballet.

Es justamente una mezcla de todo eso. Benjamin tiene mucha historia con el ballet, porque era lo que hacía inicialmente. Pero cuando fundó su compañía, creó su propio estilo, que es baile contemporáneo con toques de ballet clásico. También tiene algo muy orgánico, muy natural, que te lleva a bailar de repente, casi sin darte cuenta.

Esto se filmó hace dos años, por lo que, en ese momento, ustedes no sabían que Paul Mescal iba a ser nominado a un Oscar.  

No; ni siquiera había filmado “Aftersun”. Me parece que “Carmen” fue la primera película en la que tuvo un papel protagónico. Es un gran tipo, un gran actor y un buen compañero de trabajo; es muy trabajador, muy dedicado. Bailamos muchas horas juntos, hasta que los dos nos sentíamos cómodos. Tenerlo fue lo mejor que nos pudo pasar. Yo me uní al proyecto en el 2018; pasaron varios actores por el papel, y al final, Paul fue el que se quedó.

Read more: CRÍTICAS. Una ‘Evil Dead’ empoderada, una Melissa Barrera indocumentada y más estrenos en salas

Además de bailar, los dos corren mucho en la película. Y creo que él es más rápido que tú [risas].

¡Es que ha sido futbolista toda su vida! Yo también soy deportista; he jugado básquetbol desde que era niña, y corría ‘track and field’ en la escuela. Tengo muy buena velocidad, pero él corre rapidísimo. Yo estaba dando todo de mí, y él me pasaba y me daba la vuelta como si nada. ‘¿Es en serio?’, le decía yo. [risas]

La película cuenta también con la participación de Rossy de Palma, una leyenda del cine español con la que apareces realmente de cerca, hasta el punto de que en cierto momento te aprieta con cariño, porque interpreta a la madrina de tu personaje, que es a la vez la mejor amiga de tu madre y la dueña de un club nocturno. Tiene escenas muy intensas, tanto contigo como de manera individual.

Fue muy surreal trabajar con ella, porque es un ícono y yo la he visto en muchas películas. Es ‘larger than life’. Tiene una presencia increíble y una energía increíble. Llegó al set siendo ya el personaje, básicamente, y me cobijó mucho. Nos íbamos a comer juntas y pasamos muchos momentos juntas. Es todo amor; es muy generosa y es una actriz muy inteligente. Fue muy ‘padre’ perderme con ella en las escenas, porque es de esas personas a las que la ves a los ojos y te pierdes, porque te sumerge completamente en lo que sea que estés haciendo.

¿Qué viene para ti?

Acabo de terminar una película que se llama “Your Monster”, que tiene también elementos de baile y de música. Y ahora me voy a Irlanda por tres meses, a hacer otra película con Radio Silence, el mismo equipo de “Scream”, también para [el estudio] Universal; pero va a ser muy diferente. Estoy siempre abierta a las cosas que tocan mi corazón. Si viene otro musical, estaré feliz; si viene otra película de terror, estaré feliz. Pero tiene que ser algo que se conecte conmigo de una manera profunda.

Este artículo fue publicado por primera vez en Los Angeles Times en Español.