Carmen y Sabina, las mellizas de la baronesa Thyssen, primera entrevista tras cumplir 18 años: ilusiones, retos y el legado de su madre

Nacieron el 6 de julio de 2006, en Los Ángeles, con tres minutos de diferencia, y recibieron el nombre de Carmen y Sabina, en honor a la madre y a la abuela de Tita. Las conocimos casi dos años después, en mayo de 2008, cuando por primera vez se presentaron al mundo, enMás Mañanas, su casa de la Costa Brava, a través de la portada de ¡HOLA!, en las que fueron las fotos más esperadas de aquel momento, un reportaje que causó una gran expectación. Y desde entonces, a través de estas páginas,hemos sido testigos de cómo crecían y vivían las niñas que llenaron de risas y alegrías el hogar de la baronesa Thyssen. Sus pequeñas travesuras infantiles, el inicio de la etapa escolar, su formación en Historia del Arte y Pintura, su pasión por la música y las clases de ballet, sus avances en el colegio, sus aficiones, los veranos… De sus primeros pasos como bebés a sus primeros pasos como jóvenes mujeres del siglo XXI. 

Navidad y año Nuevo en Andorra

El pasado verano comenzó una nueva etapa para las mellizas, que alcanzaron su mayoría de edad, pero también para su madre, quien las aconseja y reconforta en su camino mientras observa, orgullosa, cómo comienzan a volar. "Es una nueva etapa para mí, la comprendo, como todos los padres. Ya empiezan, naturalmente, a hacer su vida y, como es lógico, tienes que alentarles", nos dice la baronesa Thyssen en su casa de Andorra, donde ha pasado la Navidad y ha recibido el nuevo año junto a sus hijas. Esta vez no viajaron a Suiza con Borja y Blanca y sus hijos, como en la anterior, porque Carmen quería ver a sus amigos del colegio. En septiembre comenzó la universidad, vive en una residencia de estudiantes y estaba deseando reencontrarse con todos, de regreso a casa por estas fechas, como ella, y pasar tiempo juntos. También Sabina tenía a su grupo de amigos aquí por las vacaciones y deseaban disfrutar de sus planes, salidas, cine, esquí, patinaje…  "Todos, Borja, Blanca y los niños me llamaron el día de Navidad desde Gstaad", nos cuenta Tita.

El síndrome del nido vacío

"No he sentido tanto el síndrome del nido vacío porque Sabina sigue estudiando aquí Arte y Diseño y Carmen viene todos los fines de semana que puede, así que nos hemos visto las tres durante estos meses", señala la baronesa, contenta de que sus hijas "me sigan pidiendo consejo. Cuando yo tenía su edad, todo era muy distinto y tenías que pedir permiso para muchas cosas que, hoy en día, no lo necesitan, pero me alegro de que me escuchen". "Tienen confianza para contarme cualquier cosa, esa es la relación que tuve con mi madre y he procurado que ellas tengan la misma manera de pensar. Deben entender que las comprendo", asegura la baronesa Thyssen, que tampoco tiene secretos para ellas: "Desde pequeñas conocen su historia, he hablado claramente siempre de todo. Hoy en día, somos padres modernos que hablamos con los hijos".

Aunque, como cualquier madre, no se libra de las inquietudes: "Les he dicho que, por favor, en la vida hay que saber muy bien lo que uno quiere antes de tomar una decisión importante. Yo creo que eso lo tienen muy claro. Para formar una familia hay que estar muy segura", añade. "Tienen buenos amigos y amigas; como es lógico, les gusta salir, no todo puede ser estudiar; me alegro de que tengan amistades y, naturalmente, tienen pretendientes —ríe—, lo comprendo".

Orgullosa de sus hijos

Carmen estudia ADE y Relaciones Internacionales en una prestigiosa escuela de negocios con la intención de seguir los pasos de su madre en el mundo del arte, el coleccionismo y los museos. Esa es su ilusión. Tan solo un día antes de su mayoría de edad, debutó en solitario en un evento en Sant Feliú representando a la baronesa: "Lo hizo muy bien, me sentí muy orgullosa". De su hija, que más recientemente la acompañó a la presentación del nuevo Museo Carmen Thyssen, de Barcelona, Tita asegura que "tiene las cosas muy claras y es muy seria y madura para su edad". Sabina sigue formándose en Arte y Diseño con el sueño de convertirse en una buena ilustradora. "Ella quiere ser libre, es la alegría de la casa", ríe la baronesa, que destaca el espíritu bohemio de su hija, que prefiere mantenerse en un segundo plano en los eventos públicos.

"Me siento muy orgullosa de los hijos que tengo. Le doy gracias a Dios porque me ha dado estos hijos", añade la baronesa. "Estoy contenta de que Carmen esté siguiendo esos pasos, sobre todo de museología. Y Borja también, con su colección de maestros modernos. Lo está haciendo fenomenal. Están implicados todos desde pequeños con el mundo del arte, lo llevan dentro. Cada uno que se dedique a lo que desee, no puedo influenciar totalmente en su futuro, pero sí transmitirles todas mis ganas e ilusión. El patrimonio familiar es para los tres herederos, Borja, Carmen y Sabina, y he procurado enseñarles todo lo que yo he aprendido y que tengan una buena base moral".

Las protagonistas

Carmen y Sabina han cumplido 18 años y, hoy, la baronesa da un paso al lado para que sean las protagonistas en este comienzo de 2025. En primera persona y por primera vez, toman la palabra y son ellas quienes nos hablan de sus gustos, sus aficiones, sus sueños de futuro y qué significa para ellas el legado de su madre.

—Carmen, ¿cómo es tu relación con Sabina? ¿Estáis muy unidas?

—Sabina y yo compartimos una relación muy especial. Además de ser hermanas, somos grandes compañeras. Siempre hemos estado la una para la otra y compartimos momentos muy significativos. Su apoyo es fundamental para mí y nos queremos mucho.

—Tras cumplir 18 años, en julio, has comenzado la universidad este otoño. ¿Qué es lo que más te está gustando de la experiencia en general?

—Estoy disfrutando mucho de esta etapa, porque me permite aprender constantemente y participar en proyectos que realmente me motivan. Lo que más me gusta es poder combinar mis intereses personales con lo que estudio, en un ambiente que me reta y me impulsa a seguir creciendo tanto a nivel académico como personal.

—Ha supuesto un gran cambio, ya que estudias fuera de casa. ¿Cómo te has adaptado a tu nueva vida?

—Ha sido un cambio importante, pero siempre me han gustado los retos. Me considero muy organizada y eso me ha ayudado a gestionar esta nueva etapa. Es una experiencia enriquecedora que me permite crecer y seguir adquiriendo confianza.

—¿Qué es lo que más echas de menos? ¿Llamas a menudo a tu madre y a tu hermana?

—Lo que más echo de menos es la calidez de casa. Hablo con mi madre y Sabina diariamente, las llamo siempre que puedo. Son un gran apoyo y sus consejos siempre me ayudan a mantenerme enfocada.

—Por otro lado, también estarás conociendo a mucha gente. ¿Has hecho nuevos amigos?

—Sí, he conocido a personas muy interesantes, cada una con historias y perspectivas diferentes. La amistad es algo que valoro muchísimo, porque rodearte de gente con buena energía y valores hace que todo sea más auténtico y especial. Esas conexiones son las que le dan un significado diferente a esta etapa.

—Estudias un doble grado de ADE y Relaciones Internacionales. ¿Contenta con la elección? ¿Qué es lo que más te interesa de ambos ámbitos?

—Estoy muy contenta porque combina perfectamente mis intereses. Me interesa mucho cómo la gestión estratégica puede conectar con un enfoque global y cultural. Son herramientas que me servirán para construir proyectos sólidos e impactantes en el futuro.

—¿Sientes mucha responsabilidad por seguir el legado de tu familia en el arte? ¿Hacia esa dirección van encaminados tus pasos?

—Más que una responsabilidad, lo siento como un orgullo y una oportunidad maravillosa para continuar con el legado de mi madre. Mi objetivo es caminar en la misma dirección que ella, dejando mi propia huella y aportar algo nuevo desde mi visión.

—Ahora, con tu mayoría de edad, cada vez estás más implicada en el mundo del arte y en los museos. ¿Qué es lo que más te atrae?

—Me atrae cómo el arte tiene el poder de transformar ideas y conectar a las personas. Quiero contribuir a que los museos sigan siendo espacios vivos, donde las nuevas generaciones puedan descubrir su valor.

"Compartimos la misma energía"

—En verano fue tu debut en solitario, en Sant Feliú de Guíxols, sustituyendo a tu madre en un evento relacionado con el arte. ¿Cómo lo viviste? ¿Sentiste muchos nervios?

—Fue un momento muy especial. En lugar de sentir nervios, sentí la responsabilidad de estar a la altura de lo que mi madre ha construido. Fue emocionante dar ese paso con confianza.

—¿Te dio ella algún consejo para enfrentar ese momento?

—No hizo falta un consejo concreto para ese momento; sus consejos son diarios y constantes, los aplico cada día en todo lo que hago; siempre me recuerda la importancia de ser fiel a mí misma.

—Y hace tan solo unos días la acompañaste a la presentación del nuevo Museo Carmen Thyssen, de Barcelona. ¿Qué significó para ti?

—Fue una experiencia inolvidable. Ver cómo un proyecto tan importante toma forma y ser una parte activa de él me llena de orgullo e ilusión. Estos momentos me motivan a seguir contribuyendo al legado familiar con ideas personales, innovadoras y contemporáneas.

—No se te vio muy nerviosa. ¿De dónde crees que te viene ese aplomo?

—De la seguridad que me transmitió mi madre. Ella siempre me ha enseñado que el conocimiento, la preparación y la pasión son la base para afrontar cualquier desafío con confianza.

—¿Qué es lo que más admiras de tu madre?

—Admiro su visión, su determinación y su capacidad para abrir caminos nuevos. Es una mujer extremadamente inteligente, que no solo ha logrado grandes cosas, sino que lo ha hecho con mucha elegancia y autenticidad. Siempre ha dejado su propio sello.

—¿Cuál es el consejo suyo que nunca olvidas?

—"Sé siempre auténtica contigo misma", es una frase que tengo muy presente.

—¿Cuáles son vuestros mayores puntos de unión?

—Mi madre y yo nos parecemos muchísimo en nuestra forma de ser, algo que siempre nos recuerdan las personas que nos conocen bien. Compartimos la misma energía, determinación y pasión por lo que hacemos. Además, tenemos un sentido del humor muy parecido, lo que hace que siempre haya mucha complicidad entre nosotras.

—¿Desde niña te inculcó el amor por el arte? ¿Siempre te interesó?

—Sí, el arte siempre ha formado parte de mi vida. Desde que era pequeña he vivido rodeada de él, despertando en mí un gran interés.

—¿Cuál es tu cuadro favorito?

—No tengo una obra favorita, todas son únicas y hablan desde diferentes perspectivas, tiempos y significados. En todas encuentro una conexión muy especial.

—Siempre has sido una estudiante de matrícula. Ahora será más duro en la universidad. ¿Estudiar te quita el sueño?

—Lo que me motiva es el compromiso con mis metas. Siempre encuentro un equilibrio entre mis estudios y las cosas que me apasionan.

De Taylor Swift a Morat

—Además de estudiar, también te divertirás, como cualquier chica de tu edad. ¿Cuáles son tus aficiones?

—Me encanta leer, especialmente novelas que me hagan desconectar, y la música siempre está presente en mi día a día. Además, disfruto mucho de los deportes, sobre todo el tenis, el buceo y el esquí. Me atraen las actividades con un punto de adrenalina, porque me retan y me hacen salir de mi zona de confort. Y, por supuesto, no falta pasar tiempo con mis amigos y familia, que hacen cualquier plan más divertido.

—¿Qué escuchas en tu playlist?

—Me gusta casi todo tipo de música, no suelo encasillarme en un solo género. Escucho desde Taylor Swift y Gracie Abrams hasta Morat y Pablo Alborán. Me encanta mezclar estilos, dependiendo del momento o el estado de ánimo.

—¿Tienes una película y una serie favo­ritas?

—En cuanto a series, me gustan muchas, como Juego de tronos, Friends y otras que voy descubriendo, ya que disfruto variando según el momento. Con las películas me pasa algo parecido, me encanta estar al día con los estrenos y explorar distintos géneros, así que no podría elegir solo una en específico.

—¿Sigues la moda?¿Te gusta estar al día de las tendencias?

—Me fascina la moda, pero, más que seguir tendencias al pie de la letra, suelo adaptarlas a mi estilo personal. Para mí, la moda es una forma de expresar quién soy.

—¿Cómo son tus amigos? ¿Qué es lo que más valoras de la amistad?

—Mis amigos son cercanos, leales y siempre están ahí para apoyarme. Con ellos no faltan las risas y los buenos momentos, pero también sé que puedo contar con su apoyo cuando lo necesito.

—¿Eres romántica?

—Sí, me considero bastante romántica, la verdad.

—¿Qué es lo que más te hace reír?

—Me hacen reír las situaciones divertidas, los momentos fuera de lo común y las bromas cómplices.

—¿Cuál es tu deseo para este año que acaba de comenzar?

—Mi deseo para este año es seguir creciendo, aprovechar cada oportunidad que se presente y disfrutar de los pequeños momentos que hacen que todo valga la pena.

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Sabina

—Sabina, ¿cómo es tu relación con Carmen? ¿Qué destacarías de tu hermana?

—Carmen y yo somos muy cercanas, a pesar de nuestras diferencias. Ella es más estructurada, mientras que yo soy más libre y artística, pero creo que eso nos complementa. Lo que más destaco de Carmen es su capacidad para conectar con la gente y su determinación para lograr lo que se propone.

—¿La echas mucho de menos ahora que está estudiando fuera de casa?

—Sí, la echo de menos, aunque nos mantenemos en contacto regularmente. Siempre encontramos tiempo para llamarnos y hablar de nuestras cosas. Cuando nos vemos, hacemos que cada momento cuente.

—¿Qué es lo que más admiras de tu madre?

—Admiro cómo transforma su pasión por el arte en algo especial para los demás. También su fuerza y determinación para superar cualquier desafío.

—¿Cuál es el mejor consejo que te ha dado?

—Siempre me recuerda que no tengo que seguir los caminos convencionales, sino centrarme en lo que realmente me apasiona.

—¿Tu plan favorito cuando estáis las tres juntas?

—Me encanta cuando estamos en casa, simplemente charlando, comiendo o viendo una película. Esos momentos tranquilos son los más especiales para mí.

—Naciste en Estados Unidos y te has criado en Andorra. ¿Cuál es tu lugar favorito? Me decías que te sientes muy americana, ¿en qué aspectos?

—Me encanta Andorra por su tranquilidad y naturaleza, pero Estados Unidos también tiene un lugar especial en mi corazón. Me considero muy americana en el sentido de que tengo una mentalidad abierta y un enfoque creativo hacia la vida.

—¿Te gusta el mundo del arte desde que eras pequeña?

—Sí, siempre me ha fascinado el arte. Desde niña he disfrutado dibujando y explorando diferentes formas de expresarme. Es algo que siempre ha estado presente en mi vida.

—¿Qué sientes cuando piensas en el legado artístico de tu madre?

—Siento mucho orgullo, pero también una gran responsabilidad. Me inspira a seguir creando y encontrar mi propio camino en el mundo del arte.

—Aunque no te dejas ver tanto en público, ¿te gusta acompañarla a los museos?

—Sí, aunque prefiero mantenerme más al margen, disfruto mucho viendo cómo el arte puede conectar a las personas. Es un mundo que admiro mucho.

—Tu hermana ha aparecido más en los medios de comunicación en estos últimos meses. Tú, en cambio, prefieres mantenerte más al margen ¿es porque eres más tímida? 

—No es cuestión de timidez, simplemente, prefiero preservar más mi intimidad, concentrarme en mis proyectos personales y mantenerme más al margen.

—¿Qué os gusta compartir juntas? ¿Lo que más os une?

—Nos encanta hablar, hacer deporte, reír... Aunque nuestros intereses son diferentes, compartimos un fuerte vínculo y nos apoyamos mutuamente. 

—Tienes voz de soprano, tocas el piano, te gusta mucho pintar, haces cómics, arte digital… ¿A qué te quieres dedicar en el futuro? ¿Has pensado en el mundo de la ilustración?

—Sí, la ilustración es algo que me apasiona, especialmente el arte digital y los cómics. Me gustaría explorar ese mundo más a fondo y, tal vez, publicar mis propios trabajos algún día.

—¿Tomas clases y te estás formando para ello?

—Sí, sigo tomando clases de arte y diseño para perfeccionar mis habilidades. Me encanta aprender nuevas técnicas y experimentar con diferentes estilos.

Humor y juegos de palabras

—¿Cuáles son tus mayores aficiones? 

—Mis mayores aficiones son el dibujo y la música. También me encanta jugar al tenis y aprender nuevos idiomas. Dibujar y cantar son mi forma favorita de relajarme.

—También te gusta mucho cocinar. ¿Tienes un plato estrella, el que mejor te sale?

—Sí, cocinar me relaja mucho. Me encanta probar recetas nuevas, pero mi plato estrella son los pancakes con beicon, perfectos para un desayuno especial.

—¿Qué es lo que más te hace reír?

—Las bromas espontáneas y los momentos divertidos con mis amigos o mi familia. También disfruto mucho del humor rápido y los juegos de palabras.

—¿Cómo son tus amigos? ¿Tenéis Carmen y tú el mismo grupo?

—Mis amigos son creativos y muy auténticos. Aunque Carmen y yo tenemos círculos diferentes, nos llevamos muy bien con los amigos de la otra y solemos coincidir en algunas ocasiones.

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