Yahoo Estilo Por qué 'La Casa del dragón' es más intensa que 'Juego de Tronos'
El próximo 21 de agosto regresaremos al universo de Poniente gracias a La casa del dragón, el primer spin-off de Juego de Tronos centrado en la casa Targaryen muchos años antes de las tramas de la serie original. De cara a calentar motores, HBO ha desvelado un nuevo tráiler que nos da un vistazo mucho más exhaustivo a lo que veremos en estos nuevos episodios que adaptarán parte de Fuego y Sangre, el libro publicado por George R.R. Martin en 2018 que recogía la primera parte de la cronología de esta dinastía de los Siete Reinos. Y el avance, además de sorprenderme con su épica y espectacularidad visual, me ha dejado clara una de mis sospechas sobre esta nueva serie.
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En su día, cuando comencé Juego de Tronos, he de reconocer que me costó engancharme a esta ficción estrella de HBO. Su universo me atraía, sus intrigas me conquistaban y sus giros me dejaban con la boca abierta, pero en sus primeros compases sentía que todo su entramado estaba lejos de poder explotar la espectacularidad que suelo pedir a una producción audiovisual fantástica. Y no es que fuera algo malo, porque al fin y al cabo la grandeza de la obra de George R.R. Martin siempre ha estado recogida en los detalles tan retorcidos de esa lucha por el poder en los Siete Reinos y no en la epicidad de sus batallas, criaturas o escenarios.
Es algo que comprobé de primera mano cuando comencé a leer los libros, pero, aun así, en su primera temporada, siempre acabé echando en falta algo más grandilocuente que la acercara a producciones similares del género como, por ejemplo, El señor de los anillos. Con el paso del tiempo, y también con el notorio aumento del presupuesto en temporadas posteriores, este equilibrio entre las intrigas retorcidas y la epicidad se fue consiguiendo, como bien dejaron claro momentos como la Batalla del Aguasnegras, la Boda Roja o la espectacularidad que se logró con Daenerys y sus dragones.
Desde luego, también era lógico que la historia necesitaba su tiempo para arrancar y presentar su elevado número de tramas, porque no se puede negar que la inmensidad de personajes, casas y trasfondo del universo de George R.R. Martin era imposible de abarcar corriendo y deprisa. Y la espera mereció la pena. Sin embargo, con La casa del dragón tengo claro que la situación va a ser muy diferente.
No porque haya mucho menos contexto que presentar, ya que, aunque ya estemos familiarizados con el mundo de Poniente, la serie va a tener que profundizar en todo el pasado de los Targaryen, el cómo se organizaban los Siete Reinos casi 300 años antes de los sucesos de Juego de Tronos y presentar a otro sinfín de personajes y casas.
Y es que, aunque sea una precuela, este spin-off solo adaptará el pequeño tramo de Fuego y Sangre referente a la Danza de los Dragones, dejando de lado muchos acontecimientos previos clave como la conquista de Aegon I, las fuertes rivalidades entre hermanos por el Trono de Hierro que derivó a reinados sangrientos como el de Maegor el Cruel, las disputas entre la corona y la fe por la controvertida tradición de los Targaryen de casarse entre hermanos o la tensión que ya generaba el privilegio de los hombres sobre las mujeres de tener preferencia a reinar, como ocurrió con personajes como Rhaena Targaryen.
Y esto, aunque sea previo a la trama que veremos en la serie, deberá de ser contextualizado de cara a entender los entramados de personajes como Rhaenyria, Daemon o Viserys Targaryen así como su relación con casas como los Hightower o los Velaryon. Sin embargo, hay una diferencia crucial con Juego de Tronos. Mientras que la saga principal de Canción de Hielo y Fuego de George R.R. Martin se tomaba mucho tiempo en profundizar en los personajes, tramas y contexto, derivando incluso a fragmentos bastante soporíferos como bien me parecieron capítulos como los de Sansa o Brienne en Festín de Cuervos, el libro Fuego y Sangre apostó por una narración muy diferente y más dinámica que se va a hacer de notar en su adaptación para televisión.
Al abordar un periodo de tiempo tan amplio abarcando múltiples reinados de los Targaryen, Martin planteó esta publicación como si fuera una enciclopedia narrada por un Maestre, lo que se traduce en una sucesión de acontecimientos clave, batallas épicas y giros sorprendentes en donde no hay lugar para relleno o descanso alguno. Bien es cierto que también conlleva a que a ratos se entremezclen demasiados datos y a que el texto se vuelva más denso, pero el ritmo es mucho más trepidante y sorprendente que lo que vimos en las novelas de Juego de Tronos, donde incluso debíamos esperar varios libros para ver cómo algunas tramas cobraban protagonismo.
Y esto es algo que he visto claramente en el último tráiler de La casa del dragón. No vamos a estar ante una temporada de presentación centrada en una primera toma de contacto con los personajes y en giros que desencadenen la épica para próximas tandas de episodios, como bien creo que ocurrió con la primera de Juego de Tronos, sino que va a ser un no parar de intrigas, luchas por el poder y momentos épicos. No hay más que ver los grandes dragones que asolan el avance, la intensidad con la que se presenta el deseo de Rhaenyra Targaryen de hacerse con el Trono de Hierro o la reacción tan fuerte que esto desencadena en su entorno.
Aunque aún quede un mes para el estreno, mi sensación ha sido la de estar ante una serie que va a llevar la lucha por el Trono de Hierro a un nivel mucho más trepidante de lo que vimos en la serie original, como bien me dejó claro el libro. Estoy casi seguro de que todos sus episodios van a ser un cúmulo de emociones fuertes que incluso van a mantenernos más en vilo que la ficción estrenada por HBO en 2011, sobre todo en comparación con sus primeros compases. Y no puedo tener ganas de que llegué ya finales de agosto para poder catar el resultado final.
