Los otros casamientos de Nicole Neumann: de una fiesta en un castillo francés con vestidos de época a una ceremonia secreta en la playa

Los otros casamientos de Nicole Neumann: de una fiesta en un castillo francés con vestidos de época a una ceremonia secreta en la playa
Los otros casamientos de Nicole Neumann: de una fiesta en un castillo francés con vestidos de época a una ceremonia secreta en la playa - Créditos: @Archivo

“Nunca fui de las que sueñan con casarse”, dijo en más de una oportunidad Nicole Neumann, quien paradójicamente está a punto de celebrar su tercer matrimonio. A un mes de haber pasado por el registro civil con quien es su pareja desde hace dos años, Manu Ucera, la modelo festejará con una gran boda en una estancia en Exaltación de la Cruz, al norte de la provincia de Buenos Aires. La jurado de Los 8 escalones de los tres millones ya pasó por el altar en dos ocasiones diametralmente opuestas: en el 2005 dio el “sí” con Nacho Herrero en un castillo estilo francés y tres años más tarde lo hizo con Fabián Cubero, en secreto, en una playa en México .

Sueños de princesa

Nicole tenía nada más que 24 años cuando en marzo del 2005 se casó con el ex Jugate Conmigo Nacho Herrero. Tres meses antes de comprometerse, habían firmado la famosa libreta roja en medio de un total hermetismo. Todo lo contrario a lo que vino después: una mega fiesta digna de un cuento de hadas, cuyos derechos hasta habían sido vendidos a un canal de televisión .

La cita fue el sábado 20 de marzo, a las 17, en la estancia La Candelaria, en el partido bonaerense de Lobos. Al momento de la recepción, los 130 invitados pudieron disfrutar de un té con masas, para un rato más tarde presenciar la ceremonia religiosa. Hubo muy pocos famosos en la fiesta, pero sin dudas el gran ausente aquel día fue el padre de la novia, Bernd Unterüberbacher.

Cobertura de revista Gente del casamiento de Nicole Neumann y Nacho Herrero
Cobertura de revista Gente del casamiento de Nicole Neumann y Nacho Herrero

La leve lluvia no fue obstáculo para que Nicole pudiera hacer su ingreso triunfal. Llegó al lugar en un carruaje tirado por un caballo negro coronado con un penacho blanco. Kurt Neumann, abuelo materno de la anfitriona, fue el encargado de ayudarla a bajar y llevarla del brazo al altar, mientras sonaba la música de un arpa en vivo en la capilla decorada con velas y rosas.

Y allí llegó, desfilando por una pasarela, con el pelo semirrecogido, sandalias con perlas hechas especialmente para la ocasión por Ricky Sarkany y un vestido diseñado por Verónica de la Canal que constaba de un corset, un top de puntilla y falda irregular de tul. “ Todavía me siguen pidiendo ese modelo, fue muy importante en mi carrera ”, confesó la modista en Los 8 escalones de los tres millones hace unas semanas. Herrero, también de total white, la esperaba al final del camino.

La capilla donde se celebró la ceremonia religiosa, en estancia La Candelaria
La capilla donde se celebró la ceremonia religiosa, en estancia La Candelaria

Los animales fueron protagonistas de la ceremonia. Hubo una suelta de unas veinte palomas blancas en la entrada de la capilla, momento en el que la novia pidió sus deseos. Minutos más tarde, para que la pareja sellara sus votos, Luna, una de las más de veinte perritas que Neumann tenía por aquel entonces, fue la encargada de transportar los anillos en una almohadilla que llevaba sobre su lomo.

El cuento de hadas lo completó el imponente castillo estilo francés ubicado en la estancia, donde los ya marido y mujer festejaron su unión. Para estar a tono con el escenario, los amigos y familiares presentes tuvieron que respetar un estricto dress code: fueron vestidos con atuendos inspirados en 1920 .

Una foto obligada para todos los recién casados en su fiesta es el momento de la torta. Para ese entonces, la rubia cambió los tacos por unas chatitas y el tul por seda y lució un vestido lencero corto de la misma diseñadora. Los derechos de aquella noche inolvidable fueron vendidos al programa Tendencias, conducido por Ingrid Grudke en Canal Nueve, que emitió las imágenes la semana siguiente.

La tapa de la revista Gente, dedicada a la boda de Neumann y Herrero
La tapa de la revista Gente, dedicada a la boda de Neumann y Herrero

Entrada de película, cambios de looks, castillo y carruaje. Nada había faltado en la que fue sin dudas una de las bodas del año. Solo un detalle -para nada menor- se les había escapado a los novios: el cura que ofició la ceremonia no tenía jurisdicción para casar en la localidad, por lo que el tribunal eclesiástico de La Plata pidió la anulación del matrimonio . En ese momento (aunque no por mucho tiempo más) el amor fue más fuerte y en noviembre de ese mismo año la pareja volvió a pasar por la Iglesia para recibir el sacramento.

Aunque fue un casamiento de cuentos, el “vivieron felices para siempre” no aplicó y en agosto del año siguiente la modelo confirmó la ruptura. Casi en paralelo anunciaba su noviazgo con el futbolista Fabián “Poroto” Cubero, a quien había conocido en junio en una producción de fotos para la revista Hombre.

Playa y perfil bajo

Con Herrero hubo una super fiesta de casamiento y el matrimonio duró apenas más de un año. Con el futbolista, la cuestión fue inversamente proporcional: boda austera y secreta que se completó con casi una década de unión civil como resultado . Era el ex Vélez quien más anhelaba casarse y la propuesta, fue a lo grande.

La pareja vivía en México, ya que él había sido comprado por dos temporadas para jugar en el Tigres de Monterrey, cuando el 31 de octubre del 2007, en el cumpleaños número 27 de ella, él le dio una sorpresa inesperada. “Hablé con el gerente del hotel donde concentrábamos y me ayudó a armar una cena romántica en el helipuerto. Decoramos con velas, pétalos, desde ahí se veía toda la ciudad, cuando llegamos empezó a tocar una banda y en la mitad de la comida le di un anillo de compromiso y le propuse casamiento ”, contó Cubero tiempo después invitado al sketch de la empleada pública de Antonio Gasalla en el programa de Susana Giménez.

¿La respuesta? “Sí pero…”, según confesó Neumann también en el ciclo de la diva. “Hagamos una promesa, cuando quede embarazada nos casamos”, admitió que fue su contrapropuesta, por sentirse medio “fóbica” con el tema de los casamientos.

La cigüeña no tardó en aparecer, y en mayo del 2008, embarazada de doce semanas de su hija mayor, Indiana, Nicole contrajo matrimonio por segunda vez. Como si quisiera dejar atrás lo pasado, esta celebración fue completamente diferente a la anterior.

La tapa de la revista Caras, con detalles de la boda secreta de Nicole y Poroto Cubero
La tapa de la revista Caras, con detalles de la boda secreta de Nicole y Poroto Cubero

Mucho más relajada, la boda fue en la playa privada de un importante hotel en Cabo San Lucas, en México. Lejos de las 130 personas que la habían acompañado vestidas de época hacía tres años, esta vez no hubo invitados y por eso los testigos de la unión fueron el gerente del hotel, su esposa y dos empleados . El evento tampoco fue vendido a los medios, sino por el contrario, fue secreto y solo se filtraron unas pocas fotos a la prensa.

Aunque no pudieron casarse por Iglesia porque ella estaba divorciada, los papás de Indiana, Allegra y Sienna realizaron una ceremonia íntima en la que hubo una bendición de anillos. Para la ocasión ella usó nuevamente el cabello semirrecogido y un sencillo vestido blanco largo, y él, camisa y pantalón a tono.

A quince años de esa última boda, Nicole apuesta nuevamente al amor. El 8 de noviembre se casó por civil en Neuquén con Manu Ucera y hoy, en el día de la Virgen, realizará una gran fiesta en Exaltación de la Cruz, en la que contará con la bendición de un cura y por primera vez ingresará al altar del brazo de su papá.