Las casas que marcaron la vida de Celine Dion a través de las páginas de ¡HOLA!
La aparición de Celine Dion, cantando en la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de París fue uno de los momentos más comentados de las olimpiadas que pasará a la historia, un rayo de esperanza y una muestra de que la diva lucha con todas sus fuerzas contra el Síndrome de Persona Rígida (SPR) que padece. Fue en 2022 cuando la intérprete de la canción de Titanic empezó a suspender decenas de conciertos y decidía alejarse de los escenarios y permanecer en su casa de Las Vegas porque la rara enfermedad neurológica que sufre había avanzado.
Muchas fueron entonces las especulaciones sobre su estado de salud, desde que era incapaz de andar y también de hablar, hasta que se temía por su vida y se estaban preparando para lo peor. Todas estas dudas y teorías se disiparon el pasado mes de junio cuando llegó a las pantallas el documental sobre su vida I Am: Celine Dion, dirigido por la cineasta nominada al Oscar, Irene Taylor, donde entre lágrimas, la estrella de la canción contaba que había ocultado su enfermedad neurológica desde hacía dos décadas y vivía en silencio las dolencias. Pero decidió contarlo al mundo en 2022 porque su estado había empeorado y el miedo a morir le hizo dar el paso.
Un relato desgarrador al que acompañan unas imágenes de uno de sus ataques, con fuertes espasmos y contracciones musculares, que conmocionaron a todos y han dado la vuelta al mundo. “Es como si alguien intentara estrangularte. Es como si alguien te apretara la laringe. Alguna vez me he roto las costillas, porque a veces los espasmos son tan fuertes que pueden romper algunas", explicaba ante las cámaras.
El refugio donde se encuentra arropada por sus tres hijos - René Charles, de 23 años, y los mellizos Eddie y Nelson de trece-, y trabaja con sus médicos la rehabilitación para atenuar los dolores musculares, se encuentra en Henderson, Las Vegas, donde protagonizó durante 16 años uno de los mejores espectáculos de la ciudad. Anteriormente, residía en otra mansión de película en la ciudad del juego, a la que se mudó definitivamente tras decir adiós a las dos casas que fueron el escenario de los mejores momentos de su vida y a las que ¡HOLA! pudo entrar.
¡HOLA! entró en la dos espectaculares mansiones que marcaron su vida
Si hay dos residencias que marcaron su vida, esas fueron su mansión de Floriday su castillo de Quebec, en Canadá, su país natal. Allí formó su familia y llegó a la cima del éxito como la gran diva que es, pero quiso deshacerse de ellas tras la muerte de su marido, René Angélil, quien luchó contra el cáncer durante años y falleció en 2016.
La cantante pasó sus años más felices junto a René en Florida, en una impresionante residencia a la que ¡HOLA! pudo entrar en varias ocasiones. El matrimonio nos abrió las puertas pocos días antes del nacimiento de sus gemelos, que nacieron por fecundación “in vitro”, después de haber tenido problemas para ser padres.
Poco después, nos volvían a recibir para presentarnos a los niños, acompañados por el mayor de sus hijos, René, conocido como el “bebé milagro”, ya que para poder quedarse embarazada en esa ocasión también tuvo muchas dificultades y estuvo seis años sometiéndose a un tratamiento de fertilidad y a varios ciclos de “in vitro”.
La casa, que vendió en 2017 por 34 millones de euros, la construyó en 2010 en la isla de Júpiter en una propiedad de 30.000 metros cuadrados con varios edificios, parque acuático, piscinas y pistas de tenis. La vivienda principal tenía trece dormitorios y catorce cuartos de baño completos.
Un año antes de esta millonaria operación inmobiliaria, vendió su segunda residencia, la de Quebec, a la que nuestra publicación entró en septiembre de 2014, cuando Celina anunciaba que se retiraba temporalmente de los escenarios para poder cuidar de su marido, al que le acaban de detectar otro cáncer. “Esta adversidad nos ha acercado aún más. Estamos más enamorados que nunca”, nos decía entonces. En esa ocasión, posaba en los jardines de su castillo de cuento con sus hijos y su madre, que falleció en 2020.
La propiedad, situada en una zona privilegiada rodeada de naturaleza en la isla privada de Gagnon, se vendió por 22 millones de euros. La casa estaba inspirada en un “chateau” francés de piedra con seis dormitorios, tres baños, tres aseos, una biblioteca, un comedor con capacidad para 18 personas y varias terrazas.