Caso Asunta ¿por qué hay gente que se cree su propia verdad?

Este mes de mayo, debido a que Netflix se ha hecho eco de su historia, vuelve a despertar un gran interés casos como el de Asunta, la pequeña asesinada y por la que cumplen condena su padre, Alfonso Basterra, y su madre, Rosario Porto, hasta su suicidio en la cárcel de Brieva. También nos intrigó el de el pequeño Nicolás ese joven que, de adolescente, se codeó con políticos, millonarios y miembros de la Casa Real. ¿Qué tienen en común estas  personas? Que se creen su propia verdad -aunque sea mentira- y son capaces de embaucar (o no) a los demás. Muchos de estos individuos tienen rasgos de personalidad narcisista. La psicóloga Estrella Torres de Haro de www.mundopsicologos.com nos cuenta qué lleva a estos individuos a fabular y convencerse de que ellos no mienten. 

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¿Existen trastornos mentales específicos que puedan llevar a una persona a crear y creer en su propia versión de la realidad?

En el ámbito de la salud mental, existen varios trastornos reconocidos en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), que pueden influir en que una persona crea y sostenga su propia versión de la realidad, a veces en contradicción con la evidencia objetiva:

Trastornos del espectro de la esquizofrenia y otros trastornos psicóticos. Estos incluyen síntomas como delirios y alucinaciones, donde los delirios son creencias firmes y falsas que la persona sigue creyendo, incluso frente a pruebas contrarias. La esquizofrenia y el trastorno esquizoafectivo son ejemplos prominentes de esta categoría.

Trastorno delirante. Se caracteriza por la presencia de uno o más delirios no bizarros que duran al menos un mes. A diferencia de la esquizofrenia, las alucinaciones no son tan prominentes y el funcionamiento general de la persona puede no estar severamente afectado.

Trastorno bipolar y trastornos relacionados. Durante episodios maníacos o hipomaníacos, las personas pueden experimentar creencias grandiosas o persecutorias que distorsionan significativamente su percepción de la realidad.

Trastorno de personalidad paranoide. Las personas con este trastorno pueden interpretar las intenciones de otros como maliciosas sin justificación suficiente, lo cual está basado en una desconfianza y suspicacia generalizada.

Trastorno de personalidad esquizotípica: Este trastorno incluye rasgos como pensamiento mágico y percepciones alteradas, que pueden conducir a una visión distorsionada de la realidad.

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¿Incluso si se trata de un crimen que ha cometido, pero lo niega?

Incluso en casos donde se ha cometido un crimen y la persona lo niega, es importante considerar que tal negación puede no sólo derivarse de trastornos mentales. Puede ser también una táctica psicológica utilizada para protegerse del estrés y la culpa asociados con la admisión de actos reprobables. La negación puede ser consciente o inconsciente, y no siempre implica un trastorno mental.

Si son conscientes de su mentira, ¿pueden mantenerla sin contradicciones?

Cuando las personas son conscientes de su mentira, mantenerla sin contradicciones o sin desmoronarse bajo el escrutinio puede ser un proceso complejo. A menudo, esto implica una inversión emocional y cognitiva significativa en la versión alterada de los hechos. Los mecanismos de defensa como la racionalización o la disociación pueden jugar un papel importante en justificar o distanciarse emocionalmente de la verdad.

¿Cómo influye la disonancia cognitiva en la negación de los actos?

La disonancia cognitiva, un fenómeno psicológico que surge cuando hay una discrepancia entre las creencias de una persona y sus acciones, juega un papel crucial en cómo las personas gestionan los conflictos internos, especialmente en contextos de actos reprobables como crímenes o infidelidades. Para reducir esta disonancia y el malestar emocional que conlleva, frecuentemente recurren a varios mecanismos de defensa.

Uno de los mecanismos de defensa más comunes es la negación, donde la persona simplemente rechaza la realidad del acto cometido para evitar el dolor y la culpa asociados con ese reconocimiento. La racionalización es otro mecanismo de defensa clave; aquí, la persona justifica su comportamiento con razones que parecen lógicas para hacer que el acto inaceptable parezca aceptable, al menos para sí misma. Esto puede verse en declaraciones como “lo hice porque todo el mundo lo hace” o “no tenía otra opción”.

La proyección es otro mecanismo defensivo donde la persona atribuye sus propios sentimientos, motivos o deseos inaceptables a otra persona. Por ejemplo, alguien que comete infidelidad podría acusar a su pareja de ser infiel. De esta manera, reduce su propia tensión interna al ver sus fallos en otros, en lugar de en sí misma.

La regresión, que implica volver a formas de comportamiento más primitivas y menos maduras, también puede manifestarse en situaciones de alto estrés o ansiedad, como una forma de evadir la realidad actual y sus exigencias emocionales. Por ejemplo, un individuo puede comenzar a exhibir comportamientos infantiles o adolescentes cuando se enfrenta a la realidad de sus acciones.

La formación reactiva es un mecanismo mediante el cual una persona se comporta de manera opuesta a sus impulsos reales. Por ejemplo, alguien que siente un fuerte resentimiento podría comportarse de manera excesivamente amable y considerada hacia la persona hacia la que siente resentimiento.

Estos mecanismos de defensa pueden ser inconscientes, lo que significa que la persona no está completamente consciente de que los está utilizando. Como psicóloga forense y sanitaria, es esencial reconocer y entender estos mecanismos, ya que ofrecen insights valiosos sobre el comportamiento del individuo y sus motivaciones subyacentes. La terapia puede ayudar a la persona a darse cuenta de estos patrones de defensa, confrontar la realidad de sus acciones de manera más directa y adaptativa y aprender estrategias más saludables para manejar la disonancia cognitiva y el estrés emocional.

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¿Qué papel juegan los mecanismos de defensa del ego en la creación de estas falsas creencias?

Los mecanismos de defensa del ego, que discutimos anteriormente, son fundamentales para entender cómo las personas pueden llegar a crear y mantener creencias falsas o distorsionadas. Estos mecanismos operan mayormente a un nivel inconsciente y sirven para proteger a la persona del dolor y la ansiedad que pueden surgir al enfrentar realidades perturbadoras o inaceptables, como podría ser la participación en un acto criminal.

Por ejemplo, la negación, uno de los mecanismos más básicos, permite a una persona rechazar la realidad de sus acciones. Esto se ve a menudo en casos donde la persona niega su participación en un crimen para evitar el estrés emocional que conlleva admitir tal acto.

La racionalización es otra técnica defensiva, como comentaba, donde la persona justifica comportamientos o pensamientos inaceptables con razones que parecen razonables. Al racionalizar, una persona podría minimizar la gravedad de sus actos o argumentar que existían circunstancias atenuantes, lo que le permite seguir viéndose a sí misma como moral y justa.

Otro mecanismo, la proyección, implica atribuir deseos, emociones o impulsos inaceptables propios a otros. Esto no solo defiende a la persona de sus propios impulsos, sino que también puede distorsionar la realidad, percibiendo amenazas externas donde no existen, justificando de esta manera sus propias reacciones o comportamientos.

La formación reactiva lleva a las personas a actuar de manera completamente opuesta a lo que realmente sienten, en un esfuerzo por ocultar sus verdaderos impulsos. Por ejemplo, alguien que ha cometido un crimen podría involucrarse excesivamente en actividades comunitarias para contrarrestar sus sentimientos de culpabilidad y proyectar una imagen positiva.

¿Hasta qué punto pueden los recuerdos reprimidos influir en la creencia de una persona de que no cometió un crimen?

Los recuerdos reprimidos pueden influir notablemente en la creencia de una persona sobre su participación en un crimen. Este fenómeno, aunque complejo y a veces controvertido, implica que ciertos recuerdos, especialmente aquellos relacionados con traumas o situaciones de gran estrés, pueden ser bloqueados de manera inconsciente. Este bloqueo actúa como un mecanismo de protección para evitar el dolor emocional asociado con esos recuerdos.

Cuando se reprime un recuerdo, la persona puede no recordar sinceramente haber cometido el acto, lo que lleva a una creencia genuina en su inocencia. Esta falta de recuerdo no se percibe simplemente como un olvido, sino como una prueba de que el crimen no ocurrió o que no estuvieron involucrados en él.

Es importante destacar que la memoria humana es constructiva y puede ser influenciada por muchos factores. Esto puede resultar en la creación de falsos recuerdos o en la distorsión de los recuerdos verdaderos. La forma en que los recuerdos se codifican, almacenan y recuperan puede ser afectada por el estrés, las expectativas personales, las sugerencias externas y la narrativa de vida del individuo.

En el contexto forense, además de evaluar los recuerdos reprimidos, es crucial considerar la posibilidad de simulación y disimulación. Esto implica que los individuos pueden, respectivamente, fingir síntomas o recuerdos que no son genuinos, o intentar ocultar o minimizar aquellos que sí lo son. Evaluar estas posibilidades requiere un enfoque meticuloso y técnicas especializadas para distinguir entre recuerdos genuinos y aquellos alterados o fabricados.

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¿Cómo puede un psicólogo discernir entre una mentira consciente y una creencia genuinamente distorsionada en sus pacientes?

Distinguir entre una mentira consciente y una creencia genuinamente distorsionada en pacientes es un desafío en la práctica clínica y forense de la psicología. Utilizamos una combinación de técnicas y herramientas psicométricas para abordar esta tarea, que a menudo, puede ser compleja. Algunos enfoques podrían ser:

  • Entrevistas clínicas detalladas: a través de entrevistas exhaustivas, podemos obtener una comprensión profunda del contexto psicológico de la persona, sus motivaciones, y su historia personal. Prestar atención al lenguaje, consistencia de relatos, y las emociones expresadas durante la narración puede ofrecer información importante.

  • Observación del comportamiento: la observación directa del comportamiento del paciente en diferentes contextos puede revelar inconsistencias o patrones que sugieren una mentira consciente o una creencia distorsionada. Los psicólogos también pueden notar cómo el paciente reacciona a las preguntas desafiantes o contradictorias sobre su relato.

  • Evaluaciones psicométricas: existen herramientas y pruebas diseñadas para evaluar la tendencia a la simulación o la fabricación de síntomas. Estas pruebas pueden ayudar a identificar intentos deliberados de engaño.

  • Análisis de la consistencia: el psicólogo evaluará la consistencia de la narrativa del paciente a lo largo del tiempo y en diferentes situaciones. Las mentiras conscientes suelen carecer de consistencia, mientras que las creencias distorsionadas pueden mantenerse estables y coherentes, aunque estén basadas en una interpretación errónea de la realidad.

  • Consulta de fuentes externas: siempre que sea posible, obtener información de fuentes externas como familiares, amistades, o registros médicos puede proporcionar un contexto adicional que ayude a corroborar o cuestionar la veracidad de la narrativa de la persona.

  • Empatía: construir una relación terapéutica sólida y de confianza puede animar a la persona a ser más abierta y honesta sobre sus pensamientos y experiencias. Esto puede ser crucial para diferenciar entre una mentira consciente y una distorsión involuntaria.

¿Qué estrategias terapéuticas son más efectivas para ayudar a una persona a enfrentarse a la realidad de sus acciones?

Estrategias como la terapia cognitivo-conductual, que reestructura las distorsiones cognitivas y promueve una mayor conciencia de las propias acciones y sus consecuencias, pueden ser muy efectivas. La terapia de aceptación y compromiso también ayuda a la persona a aceptar la realidad de manera no evasiva, enfocándose en la adaptación y la mejora del bienestar general.

¿Cómo afecta a la rehabilitación y al tratamiento psicológico el hecho de que un individuo niegue haber cometido un crimen?

La negación de haber cometido un crimen puede complicar significativamente la rehabilitación y el tratamiento psicológico, ya que el reconocimiento de la responsabilidad es a menudo un paso muy importante para el cambio y la rehabilitación efectiva. El tratamiento debe entonces enfocarse inicialmente en construir una relación terapéutica de confianza y en trabajar gradualmente hacia la confrontación y el reconocimiento de la realidad.

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