#CDMA: Acabo de cortar y mi ex quiere que seamos amigos

#CuestiónDeAmor | Anjo responde las preguntas de los lectores

Es interesante cómo la amistad parece ser un premio de consolación ante un fracaso amoroso. Alguna vez mientras caminaba por las calles de algún pueblito turístico que exploraba con la chica que salía en ese momento, y de la cual estaba muy enamorado, se me ocurrió decirle:

—No sé que vaya a suceder con nosotros, pero, pase lo que pase, me gustaría que siguiéramos siendo amigos.

Ella me miró enternecida, me tomó de la mano y continuamos nuestro adoquinado camino. Lo que pasó después fue que, como si yo hubiera tenido una premonición, en efecto, acabamos distanciados y, por supuesto, que no somos, ni fuimos y nunca tendremos una amistad luego de nuestro breve idilio.

Tampoco es que no lo hayamos intentado. Al principio resultó demasiado doloroso y cuando el tiempo había sanado las heridas, la sensación entre nosotros era simplemente rara.

Algo así le está pasando a Monik, quien me escribió para contar su caso. “Viví en unión libre por seis años. Todo era hermoso, pero sin darme cuenta, mi pareja dejó de quererme, poco a poco… Terminamos muy bien, nos despedimos y nos deseamos lo mejor de las suertes”.

Monik es concisa al describir su rompimiento. No parece haber drama ni lucha, solo mucha resignación que se impregna en el tono general de su correo. “Hace un mes con una semana que nos separamos, en todo ese periodo nos hemos escrito preguntándonos por la vida del otro”, ella relata, y a pesar del breve lapso que ha transcurrido, “él quiere ser amigo mío, pero yo aún no estoy lista para eso. Quiero ser su amiga… pero todavía no estoy preparada. Él, por su actitud y sus gestos y lo que platicamos…creo que lo ha superado”.

“Esta semana lo he bloqueado del WhatsApp… Quiero estar a solas, para determinar si puedo ser la amiga que él espera… O, por el contrario, si logro verlo como amigo”, concluye la lectora, no sin antes preguntarse, “¿Cómo sanar más rápido después que termina una relación?”.

Ante ese último cuestionamiento no hay mucho que hacer más que dejar que el paso de los días, meses y hasta años terminen por cicatrizar los restos de dolor, frustración y malestar generalizado. Para curar un desamor no hay atajos, solo paliativos como salir con amigos, comer helado o, incluso, tener sexo casual.

No obstante, si lo que realmente quiere Monik es ser amiga de su ex, cortar los canales de comunicación tampoco es la respuesta.

El secreto no es evitarlo o borrarlo de sus redes, sino averiguar si es capaz de coexistir con él. Eso no quiere decir que tenga que verlo o frecuentarlo, bueno, ni si quiera saber de él, si ella así lo desea, sino en lugar de impedir el trato, yo recomendaría favorecerla y pedirle que le dé su tiempo y espacio. Así podrá exhibir qué tanto caso le hace, cómo reacciona, de qué forma lo toma y demás posibles consecuencias. Cada una es un factor fundamental para comprobar si las cenizas de su amor tienen el poder fertilizante para formar una amistad.

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