Yahoo Estilo Cómo detectar los síntomas de la ceguera nocturna
No tiene nada que ver con la fatiga ocular y tampoco es vista cansada. Una deficiente adaptación a la oscuridad o a lugares poco iluminados podría ser una señal de ‘ceguera nocturna’ o nictalopía. Te explicamos en qué consiste
No somos animales nocturnos así que no podemos pretender tener la visión de las aves rapaces, los anfibios o los reptiles, pero el ser humano también tiene la capacidad de adaptar su visión a distintos niveles de iluminación. Y aunque cualquier persona ve menos en condiciones de baja luminosidad, algunas tienen serias dificultades durante la noche o en situaciones de poca iluminación. Es lo que se conoce como ‘ceguera nocturna’ o ‘nictalopía’.
Por ejemplo, puede que te cueste más reconocer las caras de las personas en ambientes oscuros, que te preocupe tropezarte y caerte al caminar por la calle de noche, y que no veas bien al conducir cuando ha anochecido.
¿Me estoy quedando ciego?
Si bien la la visión de todos se ve afectada en cierta medida por la noche o en condiciones de poca luz, hay personas que experimentan dificultades importantes para ver en estas situaciones, lo que afecta su capacidad para caminar o conducir por la noche o moverse de forma segura en su casa.
Ir a lugares públicos donde la luz es generalmente baja como los cines, también puede plantear problemas, ya que la adaptación de la luz brillante a la oscuridad se hace más lentamente.
Además, cuando la capacidad de una persona para ver se reduce en la oscuridad, es más difícil distinguir los colores. También los objetos estáticos son más difíciles de distinguir que los objetos que se mueven. Si es tu caso, eso no quiere decir que vayas a perder la vista, sino que hay situaciones en las que tus ojos no se adaptan tan bien o tan rápidamente como deberían.
En principio, no se considera un trastorno degenerativo y progresivo, sino un hecho puntual asociado a unas circunstancias concretas. Así que si es tu caso, la respuesta te aliviará: no, no te vas a quedar ciego.
No implica discapacidad visual
La ‘ceguera nocturna’ no es un trastorno o una enfermedad en sí, sino un síntoma de un problema subyacente. “La palabra es un poco engañosa”, explica la doctora Melissa Yao, profesora adjunta del departamento de Oftalmología y Ciencias Visuales de la Facultad de Medicina Albert Einstein y Montefiore Medical Center en la ciudad de Nueva York.
“El síntoma no se limita a la noche, ni tampoco significa que seas totalmente ciego. El término médico que usamos, ‘nictalopía’, es más preciso y se refiere a la inhabilidad de ver bien en la oscuridad o en condiciones de iluminación tenue”, aclara.
La edad, la deficiencia de vitamina A, algunos medicamentos y patologías como la diabetes aumentan el riesgo de desarrollar problemas en los ojos.
“Algunos medicamentos pueden alterar el tamaño de las pupilas, lo que dificultaría la visión en condiciones de poca luz”, explica Bryan Roth, oftalmólogo en academia médica Cleveland Clinic. “También existen medicamentos que ralentizan la capacidad del ojo para pasar de entornos brillantes a condiciones de iluminación tenue. Esto provoca una incapacidad temporal para ver en la oscuridad hasta que el ojo sea capaz de adaptarse ".
Ser miope también dificulta la visión (sobre todo en largas distancias) en ambientes con poca luz, pero se soluciona revisando la graduación de tus gafas o con unas lentes de contacto adecuadas.
Síntomas de ceguera nocturna
Si has tenido que enfrentarte a situaciones como las que te planteamos a continuación, no lo dejes pasar y consulta al especialista.
Dificultad de adaptación a cambios de iluminación.
Dificultad para conducir por la noche o a la caída de la tarde.
Dificultad para moverse en salas oscuras.
Dificultad para reconocer personas en ambientes con poca luz.
Dificultad para detallar los objetos.
Cómo prevenirlo
Las deficiencias nutricionales pueden afectar a la visión y tienen un peso importante en la salud de lo ojos. De hecho, la ingesta de alimentos con vitamina A es una de las principales fuentes de salud para la visión Cuanto menos escasa sea la vitamina A en el organismo mejor visión nocturna tendremos.
Nunca está de más añadir alimentos ricos en vitamina A como zanahorias, productos lácteos o caballa. Gracias a su alto contenido de una proteína llamada rodopsina, se absorbe la luz en la retina. Esto puede ayudar a ‘restaurar’ la visión nocturna.
Usar gafas con lentes de color rojo, no mirar algo fijo sino mantener los ojos en movimiento y evitar mirar directamente a la luz o cerrar los ojos con fuerza durante diez segundos son otras prácticas que pueden ayudar.
También es posible que...
La pérdida de la visión en la oscuridad también es uno de los principales síntomas de ‘retinonis pigmentaria’ o ‘retinitis pigmentosa’ en jóvenes, la enfermedad genética hereditaria de la retina más frecuente.
Puede aparecer en la adolescencia o en los primeros 30 años de vida, y en realidad, no es una única enfermedad sino un conjunto de enfermedades de origen degenerativo con multitud de mutaciones identificadas y asociadas al desarrollo de unos signos y síntomas comunes.
La retinosis pigmentaria provoca el deterioro de la retina, que es la parte del ojo que percibe la luz. Si padeces esta enfermedad rara, es posible que tengas dificultades para desplazarte porque también afecta la visión periférica e incluso puede causar problemas en condiciones normales de iluminación.
El papel de la retina en la ceguera nocturna
La retina detecta luz y color. Las células fotorreceptoras de las retinas, los bastones, detectan la cantidad de luz que entra al ojo. Algunas enfermedades oculares, así como el proceso de envejecimiento natural, provocan su degeneración y evitan que la visión de una persona se adapte a la poca luz.
“La retinosis pigmentaria se caracteriza por la afectación progresiva de esos fotorreceptores, los bastones, los encargados de la visión nocturna y de la mayoría del campo visual. En fases avanzadas también afecta a los conos, los encargados de la visión central y de la percepción de los colores”, nos explican desde la Unidad de Oftalmología HLA Montpellier.
Por otro lado, la capacidad de detectar la luz depende de la cantidad de rodopsina, una proteína también llamada ‘púrpura visual’, en la retina. Algunas personas heredan una deficiencia de rodopsina, que los médicos pueden diagnosticar al nacer.
El primer síntoma suele ser la ceguera nocturna o dificultad de ver con baja iluminación por una mala adaptación a la oscuridad. Otros síntomas que aparecen conforme avanza la enfermedad son la reducción concéntrica del campo visual (visión en túnel), disminución de la sensibilidad al contraste y disminución progresiva de la agudeza visual.
Cuando la enfermedad está muy avanzada, no se perciben con claridad los colores y aparecen deslumbramientos frecuentes y fotopsias (luces o flashes). Además, puede ocasionar la aparición de problemas derivados como edema macular y cataratas.
El grado de afectación puede ser muy diferente, así como la velocidad a la que avanza. El componente hereditario también varía y hasta en un 50 por cien de los pacientes no tienen antecedente familiar conocido.
Cómo se diagnostica
El oftalmólogo realiza un estudio del fondo de ojo con dilatación de la pupila, donde se encuentran las lesiones pigmentadas típicas llamadas espículas. “Otras pruebas que se realizan y que nos sirven para el diagnóstico y para el seguimiento de la enfermedad son la agudeza visual, el campo visual, un electrorretinograma y pruebas de adaptación a la oscuridad”, matizan los especialistas.
Si se considera necesario se puede realizar un estudio genético para determinar qué mutación tiene el gen afectado, ya que existe la posibilidad de transmitir la enfermedad a su descendencia.
No existe una cura estándar y efectiva
En cuanto al tratamiento, por el momento, si bien hay muchas líneas de investigación abiertas al respecto, no existe un tratamiento eficaz para detener o curar la ‘retinitis pigmentosa’. Ciertos ajustes en el estilo de vida pueden ayudar.
“Al tratarse de un amplio grupo de enfermedades no es fácil encontrar una única solución, explican los oftalmólogos de HLA Montpellier. En determinados casos (la retinosis pigmentaria que afecta al gen RPE65) existe la posibilidad de tocar medicamentos específicos, en otros se puede recurrir a implantes electrónicos retinianos que pueden proporcionar algo de visión en estadios muy avanzados de la enfermedad”
Muchas enfermedades oculares no presentan síntomas. De ahí la importancia de hacerse un examen rutinario de la vista todos los años, Así que independientemente de si comienzas a experimentar una pérdida progresiva de la visión nocturna, programa ya una cita para un examen de la vista porque esta y otras afecciones se pueden corregir si se diagnostican pronto.
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