El Chavo volvió a la TV argentina tras años de tironeos por los derechos del querido personaje de Roberto Gómez Bolaños
“No contaban con mi astucia”, fue la frase de cabecera del Chapulín Colorado, uno de los emblemáticos personajes que creó Roberto Gómez Bolaños allá por los años 70 en México, como un segmento del programa Los súper genios de la mesa cuadrada. Y sí, el superhéroe se las ingenió para volver a la pantalla chica, tras años de conflictos de derechos que sacaron a todas las creaciones de Chespirito de circulación. Ayer por la tarde, El Chavo del 8 regresó a Telefe.
El Chavo del 8, probablemente la creación más querida de Gómez Bolaños, comenzó como segmento independiente en 1973, aunque desde 1971 era parte del ciclo Chespirito. La bonita vecindad tuvo un éxito arrollador desde que apareció por primera vez y al poco tiempo los productores decidieron que fuera un programa en sí mismo. El joven huérfano que vivía en un barril conmovió a todas las familias de habla hispana que se vieron reflejadas en las situaciones cotidianas de los diferentes protagonistas. La intratable Doña Florinda, con su hijo Quico y su pretendiente, el amado Profesor Jirafales; Don Ramón, el típico chanta de barrio, con su hija la Chilindrina; Doña Clotilde, más conocida como la Bruja del 71; el Señor Barriga y su hijo Ñoño, entre tantas otras creaciones, fueron parte de la historia de todos.
Se estima que en sus primeros años de éxito rotundo fue visto en México por más de 350 millones de televidentes cada semana y marcó un rating de más de 50 puntos. Poco después de su estreno, el programa comenzó a emitirse en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Perú, Venezuela, España y Estados Unidos, con el mismo éxito y lo consolidó a Chespirito como una gran figura de toda Hispanoamérica.
El amor de los argentinos por los personajes de Chespirito fue tal que cuando todo el elenco vino a nuestro país agotaron siete estadios Luna Park. El fenómeno se repitió en toda América Latina.
Por más de cuarenta años se mantuvo en la pantalla local, primero en Telefe y luego en Canal Nueve con altos índices de audiencia. Basta recordar que, a finales de los años 90, El show del Chavo marcaba 15 puntos en la pantalla del canal que por aquel entonces manejaba Gustavo Yankelevich. Entre 1971 y 1993, año en que se grabó el último programa, Gómez Bolaños escribió 280 libros, con 20 libretos de 40 páginas cada uno. Según la revista Forbes, el programa tenía 91 millones de espectadores diarios y dio ganancias estimadas de 1.7 mil millones de dólares para Televisa. Pero nada de eso es relevante para los fanáticos ya que, de la misma manera que pasa con El Zorro, nunca importó el capítulo que se emitió, lo que sedujo y sigue seduciendo es la mística de cada uno de los personajes.
“El Chavo y el Chapulín atraviesan generaciones, representan hermosas emociones desde todos los puntos de vista. Desde lo personal, me lleva a mis 10 años, cuando lo vi por primera vez en colores. Olor a tostadas recién hechas, la alegría de sentarme frente a la tele a reírme con mis amigos del cole, cuando nos juntábamos a la tarde a ver los capítulos”, contó Guillermo Pendino, vicepresidente de Programación y Contenidos de Telefe, en diálogo con LA NACIÓN.
La medidora de audiencia Nielsen, la Ibope de Estados Unidos, que realizó una investigación de mercado sobre el rating de El Chavo, llegó a la conclusión de que la serie es como una bebida cola famosa: se consume en todas las clases sociales, sin excepción, ese es el secreto de su éxito.
En 2020, Roberto Gómez Fernández, hijo de Chespirito, anunció que los productos creados por su padre no se emitirían más en ningún canal del mundo debido a un conflicto por la falta de renovación de derechos por parte de Televisa, que no quiso pagar por programas ya vencidos. Esto provocó que El Chavo, El Chapulín y todos los emblemáticos personajes, que vieron crecer a generaciones, salieran del aire en por lo menos veinte países de habla hispana.
“Aunque triste por la decisión, mi familia y yo esperamos que pronte esté Chespirito en las pantallas del mundo. Seguiremos insistiendo y estoy seguro de que lo lograremos”, escribió, en su cuenta de X, el hijo de Chespirito. Su última esposa y la actriz que le dio vida a Doña Florinda, Florinda Meza, también expresó su decepción en redes sociales: “¿Qué opino de que se deje de transmitir el programa de Chespirito? Aunque no tengo nada que ver porque inexplicablemente no he sido convocada a las negociaciones, creo que justo ahora, cuando el mundo más necesita diversión, hacer eso es una agresión a la gente”, expresó en plena pandemia de coronavirus.
Mis amados argentinos, ustedes lo hicieron posible. Están en nuestro corazón, porque gracias a ustedes... ¡Chespirito sigue vivo!#Argentina #ElChavodelOcho #Chespirito #elregresodeflorinda #labonitavecindadvirtual pic.twitter.com/YYZiFKTcAL
— Florinda Meza (@FlorindaMezaCH) September 12, 2024
El conflicto por los derechos de Chespirito entre Florinda Meza, la familia Gómez Bolaños y Televisa empezaron a complicarse en 2014, tras la muerte de su creador. Pasaron cuatro años, desde la salida del aire, y finalmente, solución mediante, la serie se vuelve a emitir en varios países. Fue la viuda del artista la que anunció la noticia en su cuenta de X con un conmovedor mensaje: “Tesoros: ¡Lo logramos! Vuelven los programas Vamos paso a paso, pero gracias a su amor y a sus peticiones, lo hicimos realidad juntos. Los amo, mi bonita vecindad virtual”.
“El Chavo y el Chapulín atravesaron la historia de Telefe desde sus comienzos en los 90. Con este contenido alimentamos el vínculo emocional con las nuevas generaciones, donde los chicos que lo van descubriendo, pueden disfrutarlo en familia con sus padres y abuelos”, sumó Pendino.
Este domingo, El Chavo del 8 y el Chapulín Colorado volvieron a la televisión argentina y, durante más de tres horas, tras La peña de morfi, se reencontraron con su público local.