Chelo García-Cortés puede pagar caro sus ganas de buscar nuevos aires lejos de ‘Sálvame’

Chelo García-Cortés habría intentado buscar trabajo fuera del universo de 'Sálvame'. (Foto de Aldara Zarraoa/Getty Images)
Chelo García-Cortés habría intentado buscar trabajo fuera del universo de 'Sálvame'. (Foto de Aldara Zarraoa/Getty Images)

Chelo García-Cortés quiere volar lejos del universo de Sálvame. O al menos, así se desprende de la información publicada por la revista Lecturas de esta semana, en la que se cuenta que la veterana periodista, que acaba de publicar sus memorias, ha llamado a otras puertas buscando nuevas oportunidades de empleo en televisión. Es fácil entender las razones que la han llevado a tomar esta decisión, pero todos sabemos, y ella la primera, que esa osadía se puede pagar muy caro en el programa en el que trabaja.

Según el citado medio, Chelo ha llamado en repetidas ocasiones a la puerta de Unicorn Content, la productora de Ana Rosa Quintana, responsable de El programa de Ana Rosa, Cuatro al día o Ya es mediodía, para pedir un puesto colo colaboradora en alguno de sus formatos. Apuntan que está “desesperada” por dejar Sálvame, y quiere nuevas oportunidades. A sus 70 años, la periodista no puede jubilar de momento, pues como es de sobra conocido, tiene una deuda importante con Hacienda, y no le queda más remedio que seguir al pie del cañón.

¿Por qué querría dejar Chelo García-Cortés Sálvame? Es fácil de imaginar. El programa ocupa muchas horas de directo en cada una de sus jornadas, y además, Chelo es un blanco recurrente del formato para rellenar contenidos. A menudo la ponen a los pies de los caballos, como se suele decir por allí, buscándole conflictos con compañeros, haciendo que Rafa Mora le busque las cosquillas, destapando informaciones controvertidas de su vida personal. O, directamente, tachándola de mala colaboradora, pues tiene en sambenito de hablar muy poco.

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La revista cuenta que Chelo ha visto denostada su figura, y ha pasado de ser una profesional de la crónica social a un personaje al uso. Y esto es algo que no se puede negar: ella no cuenta con un perfil, digamos, protegido, como el de Gema López, sobre la que nunca se ha buceado en su intimidad, ni la han enfrentado a compañeros. A menudo, han proyectado a Chelo como un saco de boxeo sobre le que se puede dar todo tipo de palos, y a la que le obligan, entre comillas, a hacer cosas que le enfadan, como por ejemplo, disfrazarse. En ese sentido, vale la pena recordar cómo en febrero del año pasado estaban dando palos a Chelo cuando Gema le preguntó si al día siguiente se pondría el disfraz que le llevasen, y García-Cortés le dijo que se lo pusiese ella. “Pues haz lo que hago yo en este plató y a lo mejor no te disfrazan. Piénsatelo”, le dijo Gema, lo que hizo estallar a su compañera. “Lecciones, las mínimas, no me lo merezco”, se lamentaba entonces la que fuese protagonista de la sección Diario Che.

Chelo lleva años queriendo extender sus alas e irse de Sálvame, y se pone como fecha el año 2019, cuando concursó en Supervivientes. Tras su vuelta de Honduras empezó a buscar un hueco en otros espacios, aunque sin éxito. Lo habría intentado con El programa de Ana Rosa, y el desaparecido Ya son las ocho.

Ahora, a Chelo le tocará aguantar carros y carretas por querer irse. De hecho, en la entrega de este miércoles ya comenzó su pena: se puso sobre la mesa que no se lleva bien con María Patiño, y esa sería la razón por la que querría poner pies en polvorosa. El resto está por llegar.

Porque a esta profesional de la prensa rosa ya la han castigado, boicoteado o como prefiramos llamarlo en otras ocasiones. A veces, haciéndole pasar malos tragos, como cuando en la sección Quiero dinero le preguntaron si deseaba la muerte de su hermano. En otras, con troleos que parecían divertidos, como aquella entrega en la que dijeron que no saldría más en plano y se dedicaron a tapar su imagen con un post it, con los dedos o con cualquier otro método para que no se le viera en pantalla.

En el universo de Sálvame se lleva mal cuando un personaje decide irse por su propia voluntad, y le convierten en el centro de todas las dianas. Ahí tenemos a Rosa Benito, Anabel Pantoja, hasta podemos citar el caso de Karmele Merchante. Ahora nos falta ver si el intento de deserción de García-Cortés llevará consecuencias, que viendo el historial, nos olemos que sí. Permaneceremos atentos a Mediaset. Pero me atrevo a aventurar que, por lo pronto, la veremos disfrazada en una entrega muy cercana, y con un traje que no le favorezca precisamente.

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