Chico Novarro en cinco canciones: el bolerista que le escribió al amor, a la libertad y hasta al cordón de la vereda

Chico Novarro, uno de los más prolíficos autores románticos
Chico Novarro, uno de los más prolíficos autores románticos

“Y hace falta que te diga que me muero por tener algo contigo”. Una las particularidades que tiene este bolerazo de Chico Novarro es que no anda con vueltas. Esa es la primera frase de “Algo contigo”. Va al punto, sin rodeos. Y pensar que fue escrito en una época en la que la galantería no solo era un arte, también representaba una obligación. De hecho, hay otra frase que lo demuestra. Es esa que dice, como quien pide disculpas: “aunque pueda parecerte un desatino”. Así son los versos completos: “Y me quedan muy pocos caminos y aunque pueda parecerte un desatino / No quisiera yo morirme sin tener algo contigo”. Claro que esta no es la única gema del repertorio de Chico Novarro, este gran autor que murió hoy, en Buenos Aires, a los 88 años.

Hubo temas muy populares, como “Algo contigo” y “Cómo” -ese que llegó a la garganta de Luis Miguel-, entre tantos otros, y aquellos de muy distinta factura (“El orangután”, “El camaleón” y “Un sombrero de paja”). En la lista de los destacados también deben estar “Arráncame la vida”, “Nuestro balance”, el tango “Cordón”, “Carta de un león a otro” y “Cuenta conmigo”.

“Arráncame la vida”

Y lo hizo otra vez. Lo mismo que con “Algo contigo”. Todo lo que tiene para decir está en los primeros versos. “Arráncame la vida de un tirón/que el corazón/ya te lo he dado”. El resto es un desarrollo de la idea. “Arráncame la vida” es también el nombre de una película mexicana y de otra canción que mucho tiempo atrás había popularizado Agustín Lara. En la Argentina fue el nombre de un espectáculo nutrido de canciones románticas, que idearon Chico Novarro y Betty Gambartes.

Cuenta conmigo

No son tantas las “formas de amar” que se pueden encontrar en el bolero. Sin embargo, Chico ha encontrado el “sistema” para que mostrar esas diferentes aristas. Esa es la palabra que usa en esta canción “Y si resulta que no resulta, mi sistema de quererte / Cuenta conmigo nada más que para siempre”. Un tema verdaderamente rompecorazones, que apela a cierta candidez.

“Carta de un león a otro”

Para muchos es la mejor canción escrita por Chico Novarro. Comenzó a escucharse en voces como la de María Elena Walsh, que no solía cantar temas de otros autores, y más adelante en la del mayor crooner que tuvo el rock argentino, Juan Carlos Baglietto. El disparador de esta canción fue una situación sencilla y cotidiana. A los hijos de Novarro les gustaba ir al zoológico. En una visita, Chico se quedó observando al león y pensó en su aburrimiento. Luego surgió la idea de conectar, en una canción, las realidades de dos leones. El tema habló de la libertad, en tiempos en los que escaseaba, más allá de lo anecdótico y de la originalidad de poner en diálogo a dos leones en una situación que no era la típica de una historia de Disney. “Hay algo, sin embargo, que noto entre la gente, parece que miraran diferente. Sus ojos han perdido algún destello, como si fueran ellos los cautivos”, desliza con iluminada ironía. “Caímos en la selva, hermano, y mira en qué piadosas manos. Su aire está viciado de humo y muerte, ¿y quién anticipar puede su suerte?”.

Nuestro balance

En 1978 Chico Novarro publicó un álbum llamado Por fin al tango. Incluía temas como “Convencernos”, que escribió con Eladia Blázquez, y “Nuestro balance”, con esa manera tan particular de Novarro para exponer sentimientos. Es la historia de un hombre que propone una charla serena en un bar, café de por medio, que termina convertido en una catarsis por lo que fue y ya no será. “Estoy gritando sin querer, porque no puedo contener esta amargura que me ahoga. Perdona, no lo puedo remediar, mi corazón se abrió de par en par”

“Cordón”

Otro de sus tangos más famosos. Carga con esa mirada tan particular y, por momentos, inesperada: “¿A quién se le podía ocurrir escribirle una canción al cordón de la vereda?”, dijo una vez. Así fue que Novarro escribió “Cordón”. Quizá la elección haya sido inocente, pero el cordón de la vereda no deja de ser parte de la iconografía tanguera. El talento de Novarro ha sido tomar ese detalle, que parece pequeño, para extraerlo de la compleja pintura tanguera. Para darle protagonismo. Lo convierte en un personaje. Le da vida: “Contame un poco más del tiempo aquel, en que el tranvía te afeitaba; cuando la noche era un festín, de taco y de carmín en la enramada”.