Chris Columbus, director de Mi pobre angelito, recordó su pésima experiencia con Chevy Chase: “Decidí que no podía trabajar con ese tipo”

Chris Columbus, director de Mi pobre angelito, recordó su pésima experiencia con Chevy Chase: “Decidí que no podía trabajar con ese tipo”
Chris Columbus, director de Mi pobre angelito, recordó su pésima experiencia con Chevy Chase: “Decidí que no podía trabajar con ese tipo”

En 1983, Chevy Chase y Beberly D’Angelo encabezaron la película Vacaciones, una comedia familiar con tintes picarescos que se convirtió en un éxito rotundo. En 1989, Warner Bros quiso retomar la historia y le propuso a Chris Columbus dirigir la nueva película. El realizador aceptó, pero al poco tiempo huyó despavorido. Según reveló el director de Mi pobre angelito y Harry Potter y la Piedra Filosofal en una entrevista publicada por Vanity Fair, tras una serie de “extrañas reuniones” con Chase, se dio cuenta de que “no podía trabajar con él” .

“Me contrataron para dirigir Vacaciones de Navidad. Y luego conocí a Chevy Chase”, recordó Columbus mientras hablaba sobre la exitosa película navideña de 1989. “Incluso, dada mi situación económica en ese momento, en el que necesitaba desesperadamente trabajo, me di cuenta de que no podía trabajar con ese tipo”.

Después de aquel primer encuentro con el actor, Columbus llamó a John Hughes, el guionista del film, y le dio la noticia de que él y Chase “no eran compatibles”. “Soy una de las tantas personas que no pudieron trabajar con él . Muy a mi pesar, lo llamé a John y le dije: “Esto es muy difícil para mí, pero no puedo hacer esta película con Chevy Chase’”, relató.

¿Qué fue lo que ocurrió en esa primera reunión? El director, guionista y productor lo resumió de esta manera: “Me senté frente a él. Estábamos los dos solos en aquella oficina. Claramente, él tenía que saber con quién se estaba juntando y para qué”, comenzó. Sin embargo, nada de eso ocurrió. “Hablé sobre cómo quería encarar el film, sobre cómo quería hacerlo. Él no dijo nada. Le brindé mi mirada durante media hora y él seguía mudo. A los cuarenta minutos de la reunión, me interrumpió y me dijo: ‘Esperá un segundo. ¿Vos sos el director?’. Yo le respondía que sí, que era quien iba a dirigir la película. Y me dijo la cosa más surrealista y extraña que escuché en mi vida ”, continuó.

“Al día de hoy, después de tanto tiempo, sigo sin comprender nada de lo que dijo. Me miró y disparó: ‘¡Ah! Yo pensé que eras un baterista’. Incrédulo, pero con la intención de encaminar aquella charla, le respondí: ‘Bueno... Empecemos a hablar sobre la película otra vez’. Lo hicimos, pero a los 30 segundos me dio que se tenía que ir”.

A pesar de la mala experiencia, Columbus seguía pensando en formar parte del proyecto. Pero en un segundo encuentro, del que también participó Hughes, el director notó que para el actor, su presencia y sus palabras “eran básicamente inexistentes”. “Fue muy extraño... Ellos hablaron un montón de temas, excepto de Vacaciones en Navidad. Pasamos dos horas juntos y salí de la cena pensando: ‘No hay forma de que pueda hacer una película con este tipo’”.

Su reacción fue inequívoca: “En primer lugar, en ningún momento estuvo involucrado en la conversación. Además, me trató como una mierda. ‘No necesito esto. Prefiero no volver a filmar y seguir escribiendo guiones’, pensé”.

Cuando Columbus le comunicó a Hughes que se bajaba del proyecto, lejos de enojarse, le respondió que lo “entendía completamente”. Inmediatamente, le envió el guion de Mi pobre angelito, la película navideña que se estrenaría en 1990, lanzando al estrellato a Macaulay Culkin. Aquel film terminó siendo “más personal”, según el realizador, y se convirtió en uno de los grandes clásicos de todos los tiempos.

Vacaciones de Navidad fue finalmente dirigida por Jeremiah Chechik y, además de a Chevy Chase y Beberly D’Angelo, incluyó en su elenco a Juliette Lewis, Johnny Galecki, Diane Ladd, John Randolph y Doris Roberts. A pesar de que se convirtió en uno de los éxitos del año, recaudó seis veces menos que Mi pobre angelito.