Christian Chávez, de la polémica del traje rosa a la bandera de México con arcoíris
Si vestirse con un traje típico tradicional rosa mexicano ya le estaba causando críticas, el mostrar una bandera mexicana alterada con los colores de la comunidad LGBTQ+ realmente podría resultarle un problema mayor al cantante Christian Chávez.
RBD actualmente se encuentra en Estados Unidos donde inició su gira de reencuentro y cada una de las presentaciones han sido peculiares. En uno de esos conciertos, en Greensboro, Carolina del Norte, el actor ofreció su apoyo a la comunidad y para enmarcar el momento, ondeó un pedazo de tela con los colores del arcoíris con el escudo nacional en su centro.
"Por muchos años intenté ser algo que yo no era, quería parecerme a los güeritos ojos azules de las telenovelas, quería tener un cuerpo distinto, quería no estar. A pesar de haber trabajado mucho, a veces me veo y me cuesta trabajo aceptarme tal y como soy (...). Ámate como eres, si los demás no te aman, ¡que se chinguen!, porque tú eres perfecto", dijo en un video que compartió en su cuenta de Instagram del momento.
El mensaje fue vitoreado, pero no la acción de Chávez, y es que de acuerdo con las leyes mexicanas, los símbolos patrios como el himno, el escudo y la bandera no pueden sufrir alteraciones.
De acuerdo con la Ley sobre el Escudo, la Bandera e Himno Nacional, queda prohibido alterar o modificar las características de la bandera nacional o utilizar el escudo nacional sin autorización de la Secretaría de Gobernación. Será la misma dependencia quien establezca las infracciones correspondientes, que pueden ir desde una amonestación con apercibimiento, multas superiores a un millón de pesos (más de 57 mil dólares), arresto de hasta 36 horas y otras que apliquen.
"La comunidad merece respeto, y eso no está en discusión pero no deben mezclarse las cosas, se entiende que la lucha por la igualdad tiene mucho camino pero es importante entender que los símbolos de un país son eso, no forman parte del mensaje que se quiere llevar, lo ideal sería las banderas individuales sin unirlas es más aceptable y razonable, apoyo a Christian pero no la manera que mezcló las cosas", le compartió uno de sus seguidores, mientras unos más celebraron las palabras del artista.
La fragilidad masculina o la defensa de un deporte
En otro de sus conciertos, ahora en el Madison Square Garden, Chávez portó lo que parece ser un traje de charro color rosa mexicano con detalles dorados. Y decimos "parece" porque a diferencia de la vestimenta reglamentaria o tradicional, el cantante se calzó un par de tenis del mismo tono en vez de un par de clásicos botines.
Para algunos, que Christian haya usado un traje rosa mexicano fue motivo de escándalo pues no lo consideran muy masculino. Luisa Echevarría, reina de la Federación Mexicana de Charrería, también se tomó esta libertad del artista como una gran ofensa. "Te invito a que portes nuestra indumentaria, la de los charros, conforme a nuestros cánones y que nos permitas ser reconocidos en el mundo a través de tu arte también por la elegancia de nuestros trajes", dijo en un post en su cuenta de Instagram.
Echevarría no explica qué cánones habría violado el actor, pero él mismo le ha respondido a ella y a miles de inconformes que en ningún momento pretendió ofenderles y, que a diferencia de quienes se dedican a la charrería, él no está portando un traje oficial. "No soy charro, simplemente es una representación de la mexicanidad como el color rosa mexicano, como algunas partes de México, pero es un show, no estoy en una competencia de charros y obviamente respeto muchísimo a esa comunidad".
Así como decenas no han parado en sus ataques, los simpatizantes del integrante del RBD han salido en su defensa y estilistas como Manu Castillo han explicado las diferencias entre este atuendo con inspiraciones en el mariachi, y lo que representa Echeverría.
Charros y mariachis, mundos distintos
La charrería es una práctica tradicional de comunidades de México dedicadas a la cría y el pastoreo del ganado a caballo, y en sus orígenes facilitaba la convivencia entre los ganaderos de diferentes estados del país. Hoy en día, asociaciones y escuelas especialmente dedicadas a la charrería forman a miembros de las comunidades, entrenándolos incluso para participar en competiciones, que permite a los espectadores admirar la destreza de los charros en el arte de arrear y jinetear yeguas y toros cerriles.
La práctica de la charrería está inscrita en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco desde 2016 y fue el presidente Manuel Ávila Camacho quien la declaró deporte nacional durante su gestión en la década de los 1940. También está considerada como reserva del Ejército en la rama de caballería, por lo que además de la disciplina deportiva, existe la obligación de observar ciertas normas adicionales al deporte.
La charrería, además, está relacionada con la sastrería, sombrerería, platería, zapatería, fustería, talabartería, curtiduría, fabricación de sarapes, elaboración de reatas, herrajes, bordados y trabajos en pita.
Según la Federación Mexicana de la Charrería (se fundó en 1933), todo está reglamentado en este deporte, incluso la forma de vestir: quien porte un traje de charro lo usará "con propiedad, pues debemos tener en mente que los colores adecuados en la práctica de la charrería deben ser colores serios, quedan eliminados –definitivamente– aquellos que son llamativos. Nunca deben verse en la charrería todos los tintes claros que denigren o pongan en tela de juicio la virilidad de quien los usa".
Esta regla, que está por cumplir 90 años en diciembre próximo, se mantiene vigente en pleno siglo XXI, además de otras como qué zapatos, telas, adornos y las combinaciones posibles de todos los elementos y cuándo vestir qué.
Pero, como se justifica el mismo Chávez, él no estaba a punto de subirse a un caballo para hacer suertes y mucho menos alistándose para ir a la guerra como último recurso. Él estaba dando un espectáculo y bajo esa perspectiva, él vestía un traje inspirado en los mariachis.
De acuerdo con la Unesco, el mariachi interpreta la música tradicional y un elemento fundamental de la cultura mexicana a través de la cual se trasmiten valores, historia y diferentes lenguas, por lo que se le reconoce como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en 2011.
El mariachi se ha arraigado en la música tradicional y el entretenimiento mexicanos a través de sus géneros ranchero, bolero, instrumental e incluso en versiones de música clásica, así como en arreglos y fusiones con acompañamiento de sinfónica, lo que le da un aire renovado. Digamos, es un poco más permisivo y abierto a los aires de cambio.
La indumentaria del mariachi está inspirada en la ropa que usaban los campesinos con adornos de vestimenta española; llevan espuelas en los botines y usan sombreros largos, pantalones con botones o seguros de plata, corbata de moño y chaqueta; imagen que se popularizó en 1936 en la película Allá en el Rancho grande.
De acuerdo con Castillo, los mariachis permiten (incluso impulsan) el uso de colores, es decir, lo importante es que sea vistoso y colorido, y toman algunos elementos de la charrería como los moños o sombreros.
En ese mismo video del estilista, Christian Chávez responde a lo que habría iniciado la polémica: los tenis que usó. Según el RBD, los botines nunca llegaron.
Con estas aclaraciones, queda la duda, ¿qué es lo que realmente molesta?
En el post de indignación de Luisa Echeverría le reconocen su defensa por la charrería, pero que sería bueno que esa misma crítica la hiciera a Alejandro Fernández, por ejemplo, cuando en sus palenques porta el traje de charro pero en estado de ebriedad, como se le ha señalado en varias ocasiones, o que en las próximas fiestas patrias de México, donde varios se visten de charros (o pretenden serlo) no llevan las botonaduras de plata y pieles de conejo que, según por reglamento, deben usarse en los trajes. "Querida Federación, entre maltratar animales y acusaciones tan sin sentido, entiendan que no están ganando adeptos", le señalan.
Para rematar, también le recordaron casos de otros mexicanos que en su momento portaban trajes de charro o mariachi y nadie dijo nada. "Acabo de ver fotos de Vicente Fernández en traje de charro color verde perico, a su hijo con un amarillo chillón y a Juanga con uno igualito que el de Christian".
Nadie quisiera señalarlo pero podría ser que la indignación en realidad es un caso de homofobia.